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-¿Y cómo era?-

-Era... Bueno... De pelo castaño oscuro enrulado y unos muy bellos ojos azules-

-¿Entonces volverás?-

-No lo sé... Yo creo que sí. Parecía solo y estaba triste. Quizás podría alegrarlo un poco-

-¿Segura? Ni lo conoces-

Pensé un momento. ¿Qué me pasaba? ¿Cómo se me ocurría volver? Mi prima tenía razón, no lo conocía.

-No lo sé. Quizás-

Mi prima y yo estábamos solas en su habitación. La habían operado de la cadera recientemente. Tenía un problema en su cadera, por lo que necesitaba una prótesis. Desde que era niña ella había sido una persona muy fuerte, ninguna de sus operaciones la había cambiado. Siempre alegre y bromista, esa era mi prima.

-¿Qué crees que debería hacer?- le pregunté.

-No lo sé, en mis 28 años nunca me había pasado algo parecido. Pero creo que podrías ir, si quieres. Lo podrías animar un poco-

-¿Eso crees?-

-Sí, solo no me dejes sola ¿Eh? Que si no me vuelves a visitar, cuando me den las muletas y pueda volver a caminar lo primero que haré será darte un muletazo-

Reí.

-Claro que no te dejaré, Luan. Te quiero mucho-

Sonrió.

-Por cierto, me gustó mucho tu ramo de flores. Aunque no sepas combinar lo intentaste- me guiñó el ojo.

-¿Qué puedo decir? Tengo un don natural-

Rio.

-Sí, sí. Sigue creyendo eso. Por cierto ¿Cómo dijiste que se llamaba?-

-Tyler-

-¿Y le dirás a tu mamá?-

-Pues sí, claro-

-Súper. Siempre dile a tu mamá ¿Ok? Y si no puedes sola, tráela. Sabes que soy muy persuasiva-

Sonreí, era cierto.

Empezó a cambiar de canal la tele.

-¡Uh, Johnny Depp!- chillé cuando vi Edward manos de tijera.

Luan sonrió y empezamos a ver la película.



No me mires así  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora