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Después de dejar a Mari en su casa fui al hospital a ver a Ty.

En la mochila en donde estaba mi chaqueta también llevé el libro para leerle a Ty.

Entré al hospital y saludé a Susi.

-No hay mejoras, cariño- forzó una sonrisa –Pero hay que mantenernos positivos-

Asentí y fui a la habitación de Ty.

Entré y volví a sentirme débil e impotente junto a él.

-Hola Ty...-

Sabía que podría parecer ridículo que le hable, y que le lea también. Pero necesitaba hacerlo, de alguna forma me levantaba el ánimo hablarle aunque no pudiera contestarme.

-Hoy fue el primer partido intercolegial... Ganamos 25-16. Los chicos fueron a apoyarnos y... Fue divertido-

Me acerqué más a la camilla y acaricié su mejilla. Luego pasé un dedo sobre las grapas que unían la incisión en su frente.

-Te vas a poner bien Ty... Lo sé-

Fruncí mis labios y me senté en la silla a la izquierda.

Saqué el libro de mi mochila y comencé a leer.

Leí cinco capítulos y me detuve al iniciar el sexto.

Vi un tiempo a Ty.

-Ty... Te extraño, un montón. En serio espero que vuelvas pronto Ty. Iremos a comer helado, a pasear... Y si recuperas la vista podríamos ir al cine, jugar volley, futbol... Mariano también te extraña, mucho Ty. Todos te extrañamos-

Acaricié su mano con mi pulgar.

-Quédate conmigo, por favor...-

Lamí mis labios y me incliné sobre la camilla para abrazarlo. Apoyando mi cabeza en su pecho podía oír su corazón latiendo.

Me incorporé de vuelta y simplemente me quedé sentaba en el costado de la camilla, acariciando su rostro.

Después de un tiempo la puerta se abrió y entraron Hernán y Joel.

-Hola Dian- saludaron.

Sonreí desde mi lugar.

-Hola-

Hernán fue detrás mío y puso su mano en mi hombro.

-¿Dijeron algo?-

Negué con la cabeza.

-¿Y Sara, y Paula?- pregunté, cambiando de tema.

-Sara está haciendo un proyecto. Mi mamá vino ayer y hoy salió con sus amigas, no vendrá- respondió Joel, sentándose en la silla al lado de la ventana.

Hernán se sentó al lado de Joel y empezamos a charlar.

Yo no me moví de mi lugar y decidí charlar desde allí.

-¿Cómo te fue en tu partido?- preguntó Hernán.

.Bien, ganamos-

-Qué bien, felicidades- sonrió Joel.

-Gracias- sonreí.

Charlamos hasta las seis, pues mis papás me recogerían pronto.

-Adiós chicos- me despedí.

-Adiós Dian- sonrieron.

Me despedí de Ty con un beso en la mejilla y salí de la habitación a esperar a mis papás en la puerta, dijeron que los espere allí.

Llegaron en pocos minutos y fuimos a cenar a la casa de un amigo de mi papá.

En el camino a la casa mis papás me contaron que fueron a hablar con los padres de Vanessa. Me dijeron que eran muy simpáticos y que entendieron al instante la razón de su enfado. Les prometieron hablar con su hija sobre su "comportamiento poco asertivo" y les aseguraron que la castigarían.

La verdad no me importaba mucho lo que le dijeran o no a Vanessa, solo esperaba que lo que sea que hicieran baste para mantenerla alejada de mí, de mí y de Ty.

Mi pobre Ty...

Seguimos charlando el resto del camino, al llegar a la casa bajé del auto y traté de lucir una sonrisa que diga "Estoy bien, excelentemente bien"

No me interesaba compartir mis problemas en una mesa llena de gente mayor y unas cuantas chicas de mi edad.

Así que era mejor fingir que todo andaba de maravilla.

No me mires así  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora