Ya llevábamos cinco minutos observando cómo Hernán no le dejaba ni tocar la pelota a Mariano.
-¡Ya pásamela!- chilló furioso el pequeño.
-Sólo si me la quitas, fácil- sonrió mientras lo amagueaba una vez más.
-Vamos, Hernán. Déjalo jugar- dijo Joel sentándose en una silla de plástico junto a Ty.
-Pero vamos, sé que podes Marianito. Quítamela, dale-
-¡Ya lo intenté! Ty, te quiero de mi equipo ¡Por favor!- se quejó mirando a Ty.
-Yo... Um... No tengo ganas de jugar ahora Mariano- intentó sonreír.
-¡Por favor! Sólo quítale la pelota para que me deje jugar-
-Ya Mariano, dijo que no- respondió Joel.
-Dale Mariano, no seas gallina che-
Mariano frunció el ceño, irritado.
-Yo jugaré- dije levantándome de mi silla.
Vi la sorpresa pasar por los ojos de Hernán, para luego dar paso a una sonrisa burlona.
-Como queras. Dale-
Noté lo confiado que estaba, de hecho bajó mucho la guardia ya que estaba seguro de que ni sabía qué hacer.
Aproveché que bajó la guardia para quitarle la pelota fácilmente pasándola entre sus piernas para luego pasársela a Mariano.
-¡Ole!- rio divertido Joel -¡Te la quitó re fácil, hombre!- siguió riendo.
Hernán estaba tan sorprendido que ni siquiera se había movido desde que le quité la pelota.
-¿Cómo... Cómo lo..?-
-¿Sorprendido?- ironicé.
Hernán frunció el ceño y le quitó la pelota a Mariano.
-Otra vez- dijo frunciendo el ceño mientras me miraba.
Me acerqué a él y me amagueó una vez, pero volví a quitarle la pelota después.
Hernán se me quedó viendo como si fuera un alienígena mientras Joel se reía a todo pulmón.
-¿Jugas futbol?- preguntó.
Me encogí de hombros.
-A veces. Estaba en el equipo de mi colegio, pero prefiero el volley-
Hernán volvió a conseguir la pelota.
-Otra vez- sonrió.
Me acerqué e intenté quitarle la pelota, pero cuando la toqué él se inclinó con fuerza hacia adelante, haciéndome caer.
-¡Hey!- me quejé desde el suelo.
-Lo siento nena, sos buena ¿Eh?- sonrió mientras me ofrecía la mano para ayudarme a levantarme.
Fruncí el ceño y me paré sola, ignorando por completo su mano extendida.
-Epa, ¿Te enojaste?- rio divertido mientras ponía sus manos en la cadera.
-No. Ahora jugaremos en serio- dije imitando su postura.
-¡Dian de mi equipo!- chilló Mariano.
-¡Vamos Dian, dale una lección!- escuché a Joel y a Ty.
Empezamos a jugar un partido rápido en el que Mariano y yo perdimos 3-2.
Después de esa hora agotadora me eché en el pasto mientras trataba de recomponerme y nivelar mi respiración.
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No me mires así (COMPLETA)
RomanceTyler es un chico que por una mala jugada del destino se queda ciego tras un accidente, Diana es una chica que por casualidad acaba entrando a la habitación de Tyler en el hospital. No buscaban conocerse, no buscaban volverse amigos, no buscaban uni...