D

3.9K 332 17
                                    

Mientras el tío de Ty partía Joel buscaba las llaves para abrir el gran portón negro de la entrada de la casa. Una vez lo hubo abierto todos entramos.

Tenía un pequeño jardín en la entrada, con un sendero de ladrillos que guiaban a la puerta de la casa y los laterales estaban llenos de flores

-Bueno chicos, les daré un pequeño recorrido por la casa- dijo Joel mientras abría la puerta de ésta.

Al entrar a la casa vi un pequeño candelabro colgar del techo en una sala con el piso de madera. A la izquierda de la sala se encontraba un living con los sillones en un semicírculo alrededor de un gran televisor, mientras que a la derecha vi una pequeña mesa redonda con cuatro sillas alrededor y un librero en la pared. Al frente vi una puerta corrediza de vidrio que daba al patio trasero y un poco más a la izquierda de la salita con el librero se hallaban unas escaleras llevando al segundo piso.

-Anda vos, Joel. Yo estoy cansado, voy a dormir- dijo Hernán mientras se dirigía hacia las escaleras.

-¿Cansado de qué? Si solo fuiste al hospital y ya-

-Solo déjame, bajaré cuando haya recuperado el sueño que me hicieron perder al despertarme temprano-

Joel blanqueó los ojos y esperó a que su mellizo termine de subir las escaleras. Una vez escuchó una puerta cerrarse, la puerta de la habitación de Hernán, supuse, habló:

-Perdona Dian, es... Es todo un personaje- sonrió mientras negaba con la cabeza.

-No hay problema- respondí con una sonrisa.

-Bueno, pues... Iniciemos el recorrido. A la izquierda está el living, con la tele, y a la derecha tenemos una pequeña... No podría llamarla biblioteca así que llamémosle sala de lectura. Vengan- dijo mientras caminaba hacia el frente –Por acá-

Dobló a la izquierda al llegar a la puerta corrediza de vidrio y ahí pude notar que también habían otras dos salas a los costados.

-Aquí esta la cocina- dijo abriendo una puerta- Si tienen hambre, siéntanse libres de sacar lo que quieran- volvió a cerrar la puerta y fue hacia el otro lado –Y éste es el comedor. Ahora les muestro el segundo piso-

Joel dio la vuelta y empezó a caminar hacia las escaleras. Mientras tanto ayudé un poco a Ty a guiarse como lo había hecho hasta ahora.

Se notaba que Ty conocía la casa, parecía saber dónde estaba, por lo menos un poco.

Empezamos a subir las escaleras (las cuales eran un poco estrechas) y noté que Mariano se quedaba en el primer piso.

-El cuarto del frente es el de Mariano, la segunda puerta es el baño, a la izquierda está mi cuarto y el penúltimo es el de Hernán. Ty, te quedarás en la última habitación, al lado de la de Hernán- dijo mientras nos guiaba al final del corredor, hacia la última habitación.

-Si quieres puedes... Acomodarte y... Bueno, los dejo un rato, debo mandar un correo urgente- dijo mientras sonreía y caminaba a su habitación –Ah, y la habitación al fondo del corredor, contraria a la tuya, es la de mi mamá- dijo antes de entrar a su cuarto.

Ty tanteó un poco la puerta hasta llegar a la perilla y poder abrir la habitación.

-Pase, señorita- dijo sonriéndome mientras se hacía a un lado y me invitaba a entrar.

-Qué caballero- dije mientras le daba un golpe amigable en el hombro.

Entré a la habitación y por poco me desmayo. ¡Era la habitación más grande que vi en mi vida!

En el medio del cuarto se encontraba una cama de dos plazas con edredones azules y almohadas rayadas blancas y azules. A la izquierda estaba un armario enorme de madera que cubría toda la pared y a la derecha estaban varios asientos con forma de pelota de futbol con un espejo colgando en la pared.

No me mires así  (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora