LLEGO la mañana con un extraño bing, bong, bing. Tom sintió la caricia del sol en el rostro, abrió los ojos y volvió a oír aquel extraño sonido: bing, bong, bing. Luego oyó una voz masculina que anunciaba:
-¡El desayuno está servido!
La voz se perdió a lo lejos y Tom se sentó. Miró a través de la ventanilla los campos de trigo aún verdes, ondulando suavemente por la acción del viento. Comenzó a vestirse. Estaba hambriento.
Descorió las cortinas y vio a Dietmar sentado en borde de la litera superior, balanceando los pies.
-Hola- dijo Tom-. ¿Qué era ese sonido tan raro?
-Un xilófono. Lo tocaba un tipo que iba anunciando el desayuno.
-Espera un instante. Iré contigo.
Tom se dirigió al lavabo, que estaba situado a un extremo del pasillo; se reunió poco despúes con Dietmar y juntos se dirigieron al vagón restaurante. Al abrir la puerta los llegó el olor a jamón y huevos fritos.
-Sería capaz de comerme un caballo- dijo Tom.
-¿No te apetece más bien una vieja?Como la que nos dio anoche una moneda de cinco centavos.
Tom se echó a reír.
-A mí me dio una chocolatina.
-Estas mintiendo.
Tom negó con la cabeza. Entraron en el vagón. Los rayos del sol daban de lleno sobre los manteles blancos, encima de los cuales veían jarras plateadas, vasos y flores. Los camareros iban presurosos de un lado a otro, llevando grandes bandejas con comida para los pasajeros, que hablaban entre sí o contemplaban el paisaje a través de las ventanillas.
Un camarero se les acerco sonriente.
-Buenos días- dijo-. ¿Van a desayunar?
-Sí, porfavor- contestó Tom.
-Por aquí- el camarero los condujo por el vagón hasta una mesa de cuatro, en donde apartó una silla para Tom y la de al lado para Dietmar. Les ofreció el menú y sonrió de nuevo-. "Bon appétit".
-¿Qué ha dicho?- preguntó Dietmar en voz baja, cuando el camarero se hubo ido.
Tom se encogió de hombros. Miró los objetos planteados y de porcelana que tintineaban por el movimiento del tren y luego abrió la carta.
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Asesinato En El Canadian Express
أدب المراهقينTom usten, un muchacho canadiense que acaba de terminar el curso escolar, viaja en este ferrocaril, el de mayor recorrido del mundo sale diariamente de montreal y emplea tres dias en llegar a su destino, vancuver