Delante, las señales luminosas cambiaban del verde al rojo al pasar la locomotora, cuando sus ruedas de acero accionaban una serie de conmutadores; a ambos lados se alineaban grandes formaciones de furgones de carga, y más allá se veían las luces de la cuidad. Tom y Dietmar permanecieron de pie observando a través de los amplios ventanales, hasta que el tren dejó atrás Winniepeg y se adentró en la inmensa oscuridad de la llanura.
Tom se estremeció.
-Esto está muy oscuro-susurró-. Siento como una especie de hormigueo.
Dietmar se echó a reír.
-¿El gran detective tiene miedo a la oscuridad?
Tom se sonrojó, y estaba a punto de darle un golpe a Dietmar cuando sus ojos percibieron algo extraño: el hombre misterioso se había vuelto hacia ellos al oír pronunciar a Dietmar la palabra《detective》, y tenía la vista clavada en Tom. De pronto se levantó de su asiento y abandonó rápidamente el mirador, mientras la cadena que llevaba unida a la muñeca tintineaba suavemente al pasar junto a los dos muchachos.Eres un estúpido!-murmuró Tom-.
¡Ahora ya sabe que soy detective!
-¿Vas a renunciar, entonces?
-Mas valdría.
Tom bajó rspidamente los escalones. A través de los cristales de la doble puerta vio al hombre que estaba hablando con el mozo del coche-cama. Observó que ésten decía que no con la cabeza; el hombre, con cara enfadada, se dio vuelta y desaparació en dirección al pasillo de los departamentos de puertas azules.
ESTÁS LEYENDO
Asesinato En El Canadian Express
Roman pour AdolescentsTom usten, un muchacho canadiense que acaba de terminar el curso escolar, viaja en este ferrocaril, el de mayor recorrido del mundo sale diariamente de montreal y emplea tres dias en llegar a su destino, vancuver