23- Llegada a Barcelona

4.5K 310 15
                                    

-¡Rubio! ¿Me ayudas con la maleta? Me pregunta desde la entrada de su habitación mientras yo salgo de la mía.

-Sí, claro. Pero, no te acostumbres que no soy tu botones eh... Digo con una media sonrisa.

-Vamos, se un caballero...

-Eso intento. Le respondo con doble sentido y tomo la maleta para bajar la escalera.

-Lo eres. Dice deteniéndome y sujetando mi mano.

-Rubia, vayamos mejor. Le propongo y es que la verdad aun no me repongo de lo de esta mañana.

-Ahora eres tu el que me tiene miedo...

-Vamos. Insisto y me suelto de su agarre para bajar su maleta y la mía.

-Cobarde... La escucho murmurar mientras vamos bajando.

-Rubia, no me busques... Le advierto.

-Yo solo digo lo que pienso. Me dice a modo de reto.

-Si tan solo yo te dijera lo que pienso... Pero, no... Vamos que llegaremos tarde al aeropuerto.

Si ella supiera todo lo que me pasa por la cabeza en cuanto a ella, probablemente saldría huyendo de aquí.

[...]

-¿Otra vez? Pregunto al ver la botella de champagne que hay entre nuestros asientos de primera clase. -¡Ya basta de tentar a la suerte rubia! Le digo entre risas haciendo que ella también se ría de mi reacción.

- No he sido yo quien ha hecho la reserva de los asientos. Seguramente Raymond ha querido ser amable. Me explica y ahí va otra vez ese Raymond...

-Al igual que con lo de las flores.

-Soy su jefa; solo quiere quedar bien conmigo.

-Y estas guapísima. Añado.

-¡No lo hace con esas intenciones! Dice defendiéndose.

-Aha...

-¡De verdad!

-Rubia, vamos... si yo tuviera una jefa como tu haría lo que tú me pidieras y mas...

-¿Ah sí? Pregunta inclinando su cuerpo hacia mi asiento.

-Sí. Digo muy seguro.

-Que interesante... porque resulta ser que no soy tu jefa, sino que tu esposa. Me dice de una manera muy particular.

-Bueno, con lo mandona que eres es como si fueras las dos cosas. Respondo entre risas.

-¡Oye, yo no soy tan mandona! Intenta defenderse.

-Perdóname, pero JA JA JA...

-¡Hey! Me replica entre risas y golpea mi pecho.

-Es que rubia... eres bastante mandona... poco más y me siento en la milicia.

-¡Ve! Deja ya de ser tan exagerado. Me exige riéndose de mis palabras.

-Vale... cambiare de tema; ¿Qué se supone que vengo a hacer a esta inauguración contigo? Yo no entiendo nada de esta industria.

-Bueno, básicamente harás el papel de esposo enamorado y que acompaña a su esposa a este evento social; ya sabes... vamos a actuar un poco para que nos vean juntos. Mi mundo se cree nuestro matrimonio y no perdemos dinero, y el tuyo se lo cree también y tu disco no se ve perjudicado.

-¿Ósea que solo debo sonreír y tomarte de la mano mientras caminamos por ahí?

-Exacto.

-Eso no esta tan difícil... Digo con una tímida sonrisa.

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora