84. Eres Mi Vida

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Abro mis ojos para encontrarme con su cuerpo tendido al lado del mío. Su espalda desnuda iluminada por los rayos del sol luce tremendamente tentadora. Miro el reloj que hay sobre la mesita de noche y me doy cuenta de que aún tenemos cinco horas para estar en el aeropuerto; es más que suficiente. Mi dedo índice comienza a recorrer el centro de su espalda mientras que mi otra mano mueve su larga cabellera rubia a un costado.

Recuerdo el primer día que amanecí a su lado y la vi. Desde aquel día, me había parecido la mujer mas bella del mundo y hoy está aquí después de habernos casado por la iglesia y con nuestro hijo en su vientre. Noto que de a poco comienza a moverse y sonrió ante la anticipación de encontrarme con sus ojos grises. Gira su rostro y finalmente me mira. Una enorme sonrisa se dibuja en sus labios y me inclino hacia ella para besarla tiernamente. -Buenos días rubia mía.- Digo a milímetros de su boca.

-Buenos días guapo. - Me dice y termina de voltear su cuerpo para dejarme ver su figura completamente desnuda; vaya que sabe provocarme.

Intenta cubrirse con la tímida sabana que hay enredada en nuestras piernas, pero la detengo. -Déjame verte.- Le pido y ella se detiene.

Me deslizo en el colcho para quedar a la altura de su vientre y coloco mis manos sobre esta parte de su cuerpo. -Amor, muero por ver a nuestro hijo. - Le comento y luego deposito tiernos besos sobre su vientre el cual le causan cosquillas y hace que ambos riamos. -Había olvidado que tenias cosquillas. - Me disculpo.

Sus manos juegan con mi cabello, me encanta cuando hace esto. -Tendré que acostumbrarme ya que por lo que veo, tus traviesas manos tocaran esta parte de mi cuerpo mucho en estos nueve meses. - Me dice con entusiasmo. -En cuanto a verlo o verla... si quieres después de nuestra luna de miel, cuando vayamos a conocer a Allegra a Los Ángeles podemos pasar por mi doctor y que haga la primera ecografía. - Me propone.

No tendría que tener dudas de que quiero conocer a nuestro hijo... quizás debería ser más claro con ella.

-Claro que quiero. - Digo con una sonrisa tatuada en mi rostro.

Apoyo mi rostro sobre su abdomen y me la quedo viendo desde allí, aunque la vista de sus pechos claramente me distrae muchísimo y hace que cada parte de mi cuerpo la reclame.

-¿Te vas a quedar allí toda la mañana?- Me pregunta de manera picara.

Rio ante su comentario ya que me encanta la cara que ha puesto -No creo que sea conveniente para mi salud...-

-¡Rubio!- Exclama entre risas. -Mejor pide el desayuno que muero de hambre...- Propone y no me gusta mucho su idea, aunque entiendo que ahora debe alimentarse más que nunca.

Con algo de desgano me siento en el borde de la cama y llamo al servicio a la habitación. No ha hecho falta ni decir lo que queríamos. Han dicho que en media hora nos traían de todo; y tengo miedo de que significa ese "de todo". Estoy a punto de terminar la llamada, cuando sus brazos me abrazan desde atrás y hace que caiga de espalda sobre la cama con mis pies aun apoyados en el suelo. -Mmmm... pero, ¿Qué haces? - Le pregunto cuando comienza a besar todo mi rostro hasta llegar a mis labios.

-Beso a mi esposo, al padre de mi hijo...- Comenta y sigue besándome.

Intento acomodarme sobre la cama, pero ella me detiene. -Cariño, me estas matando aquí. - Digo y ella sigue besando mis labios, mi cuello, mis hombros, pero todo al revés.

Es extraño, pero muy sensual.

Finalmente, ella me permite acomodarme de manera normal en la cama y de verdad que lo aprecio mucho; no era justo tenerme así. Entre nuestra guerra de besos, acorralo su cuerpo bajo el mío con cuidado de no lastimarla y comienzo a besarla como tanto me gusta.

Me la pasaría toda mi vida besándola. Es una adicción; esas de las mas peligrosas, pero exquisitas que existen. -Te amo. - Me susurra entre beso y beso.

-Yo te amo mas a ti, y no comiences con tu competencia...- Bromeo y vuelvo a besarla.

Así en medio de una guerra de besos y caricias los dos vamos perdiendo el control y encontrando la posición justa para nuestros cuerpos. Estoy mas enamorado que nunca de ella, y se que ella siente igual. Me lo deja saber con cada mirada, con cada roce...

Es claro que el amor perfecto no existe, pero ella me enseña a amarla con todo lo imperfecto que es nuestro amor. Habíamos comenzado con un plazo de tres meses que se extendió a una eternidad; ese es el tiempo que quiero pasar a su lado haciéndola feliz. Ella me hace feliz a mi y solo puedo y quiero hacerle sentir de la misma manera. Se ha convertido en mi familia. Es mi todo, y hoy estoy mas seguro que nunca que a su lado estoy dispuesto a todo.

-Te amo...- Digo a su oído mientras colapsamos de placer. -Eres mi vida.-

-Tu la mía rubio mío. Te amo.- Responde y se que lo dice desde lo mas profundo de su corazón.
***
Hola!!!

Espero que les esté gustando esta historia!! Gracias por leerla, votar y comentar!

Que creen que tenga este par, una niña o un niño? 🤔

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora