48- Will You Marry Me?

3.2K 300 34
                                    

Dos días después...

He planeado durante todo el vuelo lo que hare y le diré para no perderla. No estoy dispuesto a dejarla pasar, a dejar que nuestras responsabilidades se lleven por delante lo que tanto nos ha costado reconocer e iniciar. No quiero despertar un día arrepintiéndome de haberla dejado ir. No quiero que pase el tiempo y me reproche a mí mismo el no despertar a su lado.

Al recoger las maletas me encuentro con el chofer que ella ha enviado y el cual me lleva a la casa; mejor dicho, a la mansión. Al palacio donde vive mi princesa encantada; aquella que me ha embrujado con su mirada gris en aquel amanecer que creí que era una pesadilla, pero que a las pocas semanas se convirtió en mi sueño, uno del que no tengo ni la más mínima intención de despertarme. Repaso en mi mente las palabras que he preparado para lo que le tengo que decir y solo espero que acepte cenar conmigo esta noche. He arreglado todo con Consuelo y solo espero que el plan funcione.

Pocos minutos después Ángel aparca el coche y con esta sensación de nervios que es mucho peor que la primera vez que me subí a un escenario, entro a la enorme casa y comienzo a buscarla, pero claramente no está en esta área de la casa. Sin muchos preámbulos subo al segundo piso y camino hacia lo que es nuestra habitación y espero que lo siga siendo. Entro sin golpear y al verla me quedo boquiabierto. Lleva puesto un vestido negro elegantísimo corto con un escote que se convierte en el centro de mi imaginación.

-Buenas noches princesa. Digo sonriente y ella al verme me hace una radiografía de pies a cabeza.

-Buenas noches... ¿Me he perdido de algo? Pregunta algo confundida.

-Puede que de algo. Digo sonriente.

-Te ves muy guapo con ese traje color negro, y esa camisa blanca desabrochada deja ver el universo que se esconde detrás de esa tela. Comenta y no me queda más que acercarme a ella, tomarla por la cintura y mirarla a los ojos.

-Tú también te ves deslumbrante. Comento mirándola a los ojos y luego recorro su cuerpo con mi mirada.

-Se supone que tú y yo deberíamos hablar... Dice algo nerviosa.

-Se supone, pero primero debes acompañarme a este evento tal y como hemos acordado anoche por teléfono. Le explico.

Si tan solo supiera lo que tengo pensado hacer...

-Está bien, pero cuando regresemos hablaremos de nuestro futuro.

-Y lo haremos. Le afirmo, pero yo tengo otros planes. -¿Vamos? Es que si no, no llegamos. Insisto.

-Vamos.

Ella se sujeta de mi brazo y de esta manera salimos del cuarto, bajamos la escalera, y cuando ella quiere caminar hacia la puerta de entrada, yo la jalo para detenerla.

-Por aquí. Digo sonriente y bajo su cara de absoluta confusión caminamos hasta salir al enorme jardín que ha en esta inmensa casa.

-¡¿Y esto?! Pregunta al ver la gran decoración que Consuelo ha preparado para nosotros dos alrededor de la romántica mesa llena de velas y flores que hay preparada.

-Una sorpresa. Le digo con una media sonrisa.

-Rubio, esto no solucionara las cosas... Me dice y solo coloco mi dedo índice sobre sus labios.

-Deja que intente hacerlo, ¿Sí? Le propongo y tengo muchas ganas de besarla, pero aún no lo hare.

-Eres muy terco...

-Demasiado, pero creo que tú me ganas... Digo con una leve risa y por primera vez en todos estos días ella ríe genuinamente junto a mí.

Finalmente ella accede a esta cenar romántica y entre miradas cómplices y alguno que otro corto beso, cenamos hasta que llega el momento preciso de hacer la propuesta de mi vida.

-Rubia, tu sabes lo mucho que te amo, ¿no? Le pregunto mientras acaricio su rostro.

Su mirada es de súplica, tal como si no quisiera escuchar esto.

-Pablo, no hagas las cosas más difíciles por favor. Me pide.

-¿Tu me amas? Pregunto ignorando su comentario.

Se que está luchando porque quiere decirme que no, cuando en verdad es un si más grande que esta enorme casa.

-Si Pablo, tu sabes que te amo, pero tú también sabes que... Intenta decir, pero callo sus labios con mis manos.

-Jacqueline, yo no estoy dispuesto a perderte. No quiero hacerlo, si eso sucediese yo no me lo perdonaría. Se que todo esto sucedió como un gran accidente, como una borrachera, pero el destino actuó así y me hizo conocer al amor de mi vida. Rubia yo te amo con todo lo que soy. Nunca imagine que amaría a alguien con esta intensidad que te amo a ti. Se que nuestras vidas son complicadas. Se que lo de tu padre es reciente. Se las responsabilidades que tienes que asumir, estoy muy claro en que mi carrera tampoco ayuda a hacer las cosas simples, pero si hay una cosa que tengo muy en claro es este gran amor que sentimos. Ni tú, ni yo buscamos sentir esto, pero sucedió. Esta noche estoy aquí en medio de este jardín, con la luna como testigo no para despedirme de ti; si no para hacerte la propuesta de mi vida. Le digo y me pongo de pie para luego arrodillarme frente a ella.

-Rubio... Intenta interrumpirme.

-Jacqueline Echevarria, ¿me concederías el enorme placer de casarte conmigo? Le pregunto y saco en anillo de la americana.

Sus ojos se abren de par en par y sé que está demasiado confundida.

-Rubio, tu y yo ya estamos casados... Dice de manera nerviosa.

-Lo sé, pero esta vez lo que te propongo es vestido de novia, iglesia, flores, invitados, todo lo que se supone que debió suceder entre los dos desde el principio.

-Rubio... tu y yo tenemos muchas responsabilidades que nos separaran lo queramos o no...

-Eso depende de nosotros. Se que ahora nos tocara estar un tiempo separados mientras las cosas se acomodan, pero yo no quiero que esto haga que nuestro amor se termine. En ti encontré todo lo que siempre soñé en una mujer, aunque al principio no lo supe ver. Rubia, te propongo que aceptes este anillo como muestra de mi compromiso de que siempre estaré a tu lado así por ahora no lo estemos tanto tiempo como quisiéramos físicamente. Te propongo que en este tiempo planeemos esa gran boda que tendríamos que haber tenido desde el principio. Te propongo que, si aceptas, cada vez que veas este anillo me veas a mí. Que veas la manera que late mi corazón por ti. Quiero que sepas que eres el amor de mi vida preciosa... te lo voy a preguntar en inglés; Will you marry me? Pregunto perdido en su mirada y con mi corazón latiendo a mil por hora.

Ella lleva su mano al pecho tal como si estuviese queriendo contener su corazón o algo así. Estoy demasiado nervioso, pero solo me queda esperar su respuesta.

-No hay manera que pueda decirte que no; no con la manera tan profunda que te amo Pablo. Me dice con una enorme sonrisa y solo puedo colocarle el anillo con mis manos temblando y ponerme de pie mientras ella hace lo mismo y besarla con todo este amor que siento por ella.

-Te amo, te amo... te amo... veras que todo saldrá bien... te hare la mujer más feliz del mundo. Le digo entre beso y beso.

-Yo también te amo rubio... Dice feliz y nos vamos perdiendo entre besos.


****

Hola!!!

Primero que nada... Gracias por leer la historia, comentar, y votarla! Mil pero mil gracias!!!

¿Se esperaban esta propuesta de parte de Pablo?


Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora