Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]

54-Propuestas Para Estar Mas Cerca

-¿En qué piensas rubia? Le pregunto mientras seguimos abrazados sobre esta tumbona bajo la luz de la luna.

La miro detenidamente y al cruzarse su mirada con la mía, ella me lanza una preciosa sonrisa.

-¿Cómo sabes que estaba pensando en algo? Pregunta con asombro.

Acaricio su silueta por encima de la toalla que la cubre y me sonrió ante su reacción.

-Te he aprendido a conocer muy bien guapa. No solo conozco tu cuerpo a la perfección, pero me he aprendido cada uno de tus gestos, de tus miradas, de tus sonrisas; he grabado en mi mente cada uno de tus detalles. Le confieso.

-Mmmm... pero que buena memoria tienes. Dice con una picara sonrisa mientras posiciona su cuerpo sobre el mío.

-Sé muy bien lo que intentas hacer, y no lo conseguirás. Le advierto.

-¿Y según tu, que es lo que intento hacer? Me pregunta de manera  sugerente.

Como me encanta este jueguito suyo... Me lo quedaría jugando toda mi eternidad, pero no... debo tener algo de cordura; si es que eso es posible.

-Volverme loco y no decirme que está pasando por esa cabeza. Le digo de manera directa.

-Rubio... es que no te quiero ilusionar. Me dice seria y mi corazón se comienza a acelerar de una manera fuera de lo común.

¿No me quiere ilusionar? No... no puede ser... ¿Tendrá sospechas de que puede estar embarazada? ¡Si es así serio el hombre más feliz del mundo!

Miles de escenarios se pasan por mi mente y no puedo más de la ansiedad.

-¿Cómo que no me quieres ilusionar? Pregunto intentando sonar calmo, pero vamos... creo que eso es imposible.

-Es que no se si sea seguro o no.

Si, debe de ser eso...

-¿Acaso estas embarazada? Pregunto con la mayor ilusión del mundo.

Ella entrecierra sus ojos y me mira de una manera que es casi como si estuviese viendo un extraterrestre. -¡¿Qué?! ¿De dónde sacas eso? ¿Qué te hace pensar que puedo estar embarazada? Me pregunta con muchísima confusión.

-Bueno... el que hagamos el amor tan seguido me hace pensar que puedes estar embarazada... Digo entre risas.

Ella se ríe de mis palabras y luego toma mi rostro entre sus manos. –Señor Moreno, le cuento un detalle... hay una pequeña pastillita que las mujeres tomamos llamada anticonceptivo, que sirve justamente para no quedar embarazadas. Me dice intentando no reírse, pero soy yo quien se echa a reír como un loco.

-Creo que el día que dieron esa clase en la escuela, yo había faltado. Bromeo. –Igual, déjame decirte que si me hubiesen dicho que me lo explicarían de manera tan sensual, hubiese faltado nuevamente. Le digo con una enorme sonrisa.

-No puedo creer que hayas pensado que estoy embarazada... Comenta.

-Creo que realmente quiero eso... Digo y ella me mira sorprendida.

-Eh... rubio, no es el momento... debemos resolver muchas cosas. Además, en nada sale tu disco y eso significa promoción, tour, etcétera. Me explica.

-Lo sé cariño, pero esto de estar practicando tanto me empieza a dar ganas de tener un hijo contigo. Le digo e intento desajustar la toalla que lleva puesta.

-¡Espera! ¡No me has dejado hablar! Me reclama y sostiene mis manos para que me detenga.

-¿Qué me tienes que decir? Mira que lo de la clase de educación sexual la podemos seguir dando en la práctica eh. Le digo riéndome.

-¡Rubio, de verdad te quiero decir algo importante! Me exclama entre risas.

-Vale, me quedo quieto. Digo cruzando mis brazos por encima de mi cabeza.

-Ni tanto... Dice burlándose de cómo mi cuerpo reacciona al tener su cuerpo sobre el mío.

-Ya ahí yo no tengo mucho control. Le explico conteniendo mi risa.

-Seré breve... y después nos encargamos de tu cuerpo. Comenta de manera muy sensual.

-Vale.

-Esta semana que viene tengo una reunión con toda la junta directiva de la empresa para saber si aprueban la propuesta que hice o no. Me explica, pero yo no entiendo nada.

-Cariño, yo no sé si es por tenerte sobre mi casi desnuda o qué, pero no entiendo nada; es como si me hubieses hablado en mandarín. Le digo entre risas.

-Te hablare claro guapo... Les presente una propuesta para abrir una oficina de operaciones en Málaga. Lo hice para que me pueda mudar allí definitivamente y trabajar con la oficina local de aquí desde allá. Me explica sonriente.

-¡¿De verdad has hecho eso?! Pregunto con demasiado entusiasmo.

-Si rubio, yo no quiero que todo esto nos aleje. No puedo vivir lejos de ti... solo espero que acepten la propuesta; es mucho dinero lo que hay de por medio, pero quizás puedan ver todos los beneficios que les he planteado. Dice feliz.

-¿Y cuáles son esos beneficios que les has planteado? Le pregunto con muchísima curiosidad.

-Financieros, varios... pero, personales me los reserve para mi... Me dice mientras ahora es ella quien desenreda la toalla de su cuerpo y la lanza al suelo.

-Creo que me van a gustar... Le susurro antes de besarla.

-Yo también lo creo... Responde entre besos.

-Rubia... Digo con nervios.

-¿Qué? Me pregunta antes de volver a besarme de esa manera tan única que solo ella sabe hacerlo.

Quizás me mate, pero debo intentarlo.

-Deja de tomar esa pastilla y busquemos un bebe. Le propongo mirándola a los ojos.

Ella me mira con una enorme sonrisa en su rostro y luego me besa. Cuando nuestros labios se toman una pausa ella vuelve a mirarme. –Aun no rubio... tiempo al tiempo... ahora déjame disfrutarte un poco mas y luego cuando sepamos cómo nos organizaremos buscamos un hijo, ¿sí?

-Siempre ganas... pero vale, está bien... mientras que sigamos practicando; todo está bien. Le digo sonriente.

-Eso ni lo dudes... practicaremos hasta que seamos expertos. Dice riéndose y asi es como nos vamos perdiendo entre besos y caricias.