82.Escapandonos

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La celebración de nuestra boda es increíble, jamás imagine que podíamos bailar tanto. Los invitados tambien parecen estar pasándola increíble, y mi familia aun sigue celebrando la noticia del nuevo integrante de la familia. Nos han regañado por haber elegido el momento del vals para darles la noticia, pero vamos... nosotros no somos una pareja típica; ¿Por qué serlo en ese momento?

Hemos cumplido con todos los protocolos de la ceremonia y ahora seguimos bailando pegados. Nos movemos al compas de la música y el roce de su cuerpo con el mío despierta miles de sensaciones en mi. –Amor...- Me susurra al oído mientras nos movemos y ella busca que nuestros cuerpos queden aun más juntos.

-Dime rubia mía.- Le susurro al oído mientras mis manos van viajando por su espalda.

Ella sonríe y cuela sus manos por debajo de la chaqueta de mi esmoquin –Es que siento que toda esta gente comienza a sobrar, ¿tú no?- Me pregunta para que nadie nos escuche y sonrió ante sus palabras.

-Hace bastante siento que sobran...- Digo entre risas.

Creo que a su lado siempre el resto de la gente sobra. Me tiene enviciado de su piel.

-No podemos ser tan antisociales y quedarnos encerrados en un cuarto todo el tiempo.- Comenta entre risas.

-¿Y quién te dijo que te quiero encerrada en un cuarto todo el tiempo?- Le pregunto en broma.

-¿Ah no?- Pregunta y la manera que lo ha preguntado está llena de retos.

-No rubia... preferiría simplemente tenerte amarrada a mi cama para besarte y amarte sin límites.- Le digo al oído y ella ríe.

-Moreno, como que has visto mucho 50 Sombras de Grey.- Dice entre risas y solo puedo reírme con ella.

-Vámonos de aquí y te muestro alguna que otra cosa que he aprendido de las películas.- Le digo al oído.

Me encanta la manera que se rie. Son estas charlas las que hacen que seamos tan nosotros.

-Si no estuviese casada contigo y hubiese pasado noches increíbles a tu lado, diría que eres un engreído... pero, bueno... digamos que tienes con que...- Me comenta al oído de manera sensual y la quiero comer a besos aquí mismo.

-Vamos a nuestra suite que de verdad no resisto más; quiero estar a solas contigo rubia mía.- Le insisto.

-Escapémonos.- Sugiere y la miro sin entender nada.

-Rubia, al menos que seas David Copperfield, Houdini o Criss Angel, dudo que podamos irnos de aquí sin que nos vean.- Bromeo y ella ríe ante mi comentario.

Me mira desafiante y con una media sonrisa dibujada en su rostro y toma mi mano mientras aleja su cuerpo del mío –No, no soy ninguno de ellos tres, pero también se hacer magia.- Dice con ese tono de diva que me encanta. –Tú solo sígueme.- Dice y comienza a caminar hacia el fondo del salón de fiesta.

-¿Dónde vamos?- Pregunto totalmente confundido.

-Ya te dije... sé hacer algo de magia.- Dice de manera misteriosa cuando llegamos a la pared que hay en el fondo y de repente abre una puerta secreta.

-¡¿Qué?!- Exclamo sorprendido al notar que estamos en un pasillo. -¿Qué es esto?-

Ella ríe y sé que debe de pensar que soy como un niño, pero de verdad que esto está muy guay. –Cariño, todos los salones de fiestas y reuniones de todos los hoteles de la empresa, tienen una puerta secreta en caso de que suceda una emergencia, o de que los novios quieran huir de la celebración.- Bromea y sin poder contener mas mis ganas de besarla; la jalo del brazo y la acerco a mí.

-Te amo mi guapa Houdini...- Digo entre risas y la beso.

-Y yo a ti rubio de mi alma, pero vamos que aquí hay cámaras... no estamos para da un espectáculo.- Comenta y sin dudarlos seguimos caminando hasta que llegamos al área donde están los elevadores.

-¿Crees que se preocupen por nosotros cuando no nos encuentren?- Le pregunto mientras acorralo su cuerpo en el elevador y ella presiona el botón para ir al piso 35; el cual es el último piso de este hotel.

-Créeme que no...- Dice de manera sugerente y me besa dejándome en claro todo.

-Por supuesto que no.- Replico y vuelvo a besarla con más ganas. –Muero por quitarte este precioso vestido.- Le susurro al oído. –Te ves tan pero tan hermosa...-

-Y tu... es que tengo al esposo más guapo del mundo...- Comenta y el aire comienza a faltar en este elevador a causa de nuestros besos.

-El de seguridad debe de estar disfrutando el espectáculo.- Comento al ver la cámara que hay en el elevador.

-Le diré que borre el video, pero tú no dejes de besarme.- Replica entre risas y vuelve a besarme.

-Alguna ventaja tenía que tener estar casado con la dueña de todo esto...- Comento y pego su cuerpo mas al mío para seguir besándola.

El elevador llega al piso 35 y así, sin dejar de besarnos vamos caminando hasta la suite; cabe destacar que es la única habitación en todo el piso porque es justamente ese espacio el que ocupa. –Espera...- Dice entre risas mientras su espalda choca con la pared.

-Abre cariño.- Le suplico.

-Ya... déjame ingresar la clave.- Comenta mientras se voltea y aprovecho para besar su cuello.

Ella ingresa la clave en la cerradura electrónica de la puerta y antes que ella entre a la habitación, la tomo entre mis brazos. –Ahora si señora Moreno; es toda mía... solo mía...- Le digo antes de seguir besándola mientras entro con ella a la habitación donde viviremos nuestra primera noche unidos por todas las leyes correspondientes; la del hombre... y la de la iglesia.

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora