Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]

44- Llegada a Los Angeles

Así como han sucedido todas las cosas entre los dos, pasa también que estamos en el aeropuerto de Paris, esperando un vuelo rumbo a Los Ángeles. Nunca la he visto tan triste como ahora y no tengo ni idea de que hacer, o que decirle para hacerle sentir mejor. Es claro que nada lo hará, su padre y único familiar ha muerto en un accidente de tránsito. La abrazo fuertemente mientras esperamos para abordar el avión y ella solo puede llorar mientras me aprieta con todas sus fuerzas.

-Mi amor, no hay nada que te pueda decir que te haga sentir mejor, pero estoy aquí. Le digo y ella levanta su rostro para mirarme.

Sus ojos están totalmente enrojecidos de tanto llorar.

-Gracias rubio... Me susurra y vuelve a abrazarme.

-No tienes nada que agradecer. Lo hago porque te amo.

Y cuanto es que la amo... Nunca pensé que me podía suceder algo así tan fuerte...

-Y yo a ti. Me responde a pesar de su dolor, dejándome sin palabras.

[...]

Al  pasar después del cristal que divide el área de arribos, del de donde espera la gente luego de buscar nuestro equipaje; nos vemos acosados por varios miembros de la prensa que le preguntan de todo. Ni siquiera en este momento son capaces de respetar a alguien. Como podemos los esquivamos hasta que ella reconoce al chofer de la familia y lo saluda con un fuerte abrazo. Al parecer el también está muy afectado por lo sucedido ya que no la suelta mientras algunas lagrimas se deslizan por su rostro.

-Amor, el es Ángel. Me dice para presentármelo luego de que se soltaran del abrazo.

-Hola Ángel, un gusto. Siento conocerte en estas circunstancias. Le digo y estrecho su mano.

-Igualmente señor.

Sin más preámbulos salimos del aeropuerto evitando a la prensa y caminamos hacia el auto. Nuevamente, esto no es un auto; es una limusina.

Con ella apoyando su rostro sobre mi hombro, observo las calles de la ciudad y me percato de que estamos entrando en una zona totalmente diferente, es todo lujo. Hay mansiones, autos de marcas que no son normales de ver en la calle y ni se diga los inmensos campos de golf. Finalmente Ángel entra a uno de las calles y al fondo hay una enorme mansión que hace que me quede con la boca abierta. ¿Ella vivía aquí? La casa donde vivimos en Málaga, es apenas una cuarta parte del tamaño de este lugar. El chofer aparca frente a la casa y abre la puerta para que podamos bajar.

No sé muy bien qué hacer ni que decir, me siento tan extraño...  Solo la observo abrir la puerta de la inmensa casa y entrar en ella. Entro detrás de ella y me quedo inmóvil observando a mi esposa quien mira a su alrededor perdida y a mi imitando sus movimientos.

-Es tan extraño...

-¿Qué cosa cariño? Pregunto confundido.

-Entrar a casa y saber que no estará.

Sin decir ningún comentario me acerco a ella y la abrazo con todas mis fuerzas.

-Niña Jackie. Le dice una mujer de cabello rubio de cómo unos 50 años.

-¡Consuelo! Le exclama y me suelta para abrazarla fuertemente.

-Lo siento mucho mi niña. Le dice apretándola más contra su pecho.

-Es que no lo puedo creer. Dice entre lágrimas.

-Nadie cariño... ¿El es tu esposo? Le pregunta y me mira.

-Sí, el es Pablo. Le explica. –Pablo, ella es Consuelo. Es mi nana, es como mi mamá. Me explica y ahora todo tiene sentido.

Nuevamente saludo lamentando la situación y tomamos asiento en una de las muchas salas que yo creo que tiene esta sala. Consuelo le explica a Jackie como es que sucedieron las cosas y que lamentablemente nadie ha podido ir a reclamar los cuerpos ya que tiene que ser un familiar directo quien lo haga. Me duele tanto verla pasar por esto... daría lo que fuera por qué no tuviese que pasar por este momento.

-Supongo que tendremos que ir mañana... Dice al ver la hora.

-Si mi niña... Es mejor que ahora vayas e intentes descansar para mañana poder encargarte de todo. Le sugiere.

-No voy a poder dormir...

-Debes intentarlo amor. Interrumpo.

-Hazle caso a tu marido Jackie. Le dije a Cintia que les prepara uno de los cuartos.

-De acuerdo, lo intentare. Dice rindiéndose a nuestra insistencia.

-Es lo mejor. Comenta.

-¿Qué cuarto? Pregunta y esto me asusta bastante ¿Cuántos cuartos tiene este lugar?

-La segunda recamara principal. Le deja saber.

-Gracias nana. Le dice abrazándola nuevamente y se pone de pie. -¿Vamos amor?

-Claro.

Vuelvo a seguirla por la casa y de verdad que ahora entiendo todo. Entiendo porque le era imposible quedarse en casa de mis padres. Este lugar es inmenso. Subo las escaleras detrás de ella y al llegar al segundo piso me quedo atónito al ver la cantidad de puertas que hay aquí.

-Cariño, discúlpame... sé que no es el momento, pero ¿cuántas habitaciones tiene este lugar?

-28. Responde sin mirarme.

¡28! Y por lo que tengo entendido vivían solo su padre, su esposa, y ella... realmente llevaba una vida ostentosa...

Entramos a una de esas 28 habitaciones e intento acercarme a ella para abrazarla, pero ella se tumba sobre la cama antes de que pueda hacerlo. Me parte el corazón verla así. Solo puedo tumbarme a su lado y abrazarla pegándola contra mi pecho mientras la contengo.

-Descansa mi vida. Yo velare tus sueños. Le digo al oído mientras noto como sus ojos se van cerrando de a poco.

La observo mientras se queda dormida sobre mi pecho y no puedo dejar de sentir este amor tan profundo por ella.