89.Acuerdos

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Tomamos asiento en una de las mesas del restaurante ubicado en el mirador del Stratosphere , y debo admitir que la vista es increíble. Los dos aun seguimos intentando digerir la noticia de que tendremos gemelos; ha sido como si nos hubiesen echado un recipiente de agua fría encima.

-¿Qué haremos?- Me pregunta dejando el menú a un lado.

La miro serio. –Primero pedir la cena para que te alimentes y luego vemos el resto.-

-Estoy hablando enserio amor.- Me dice sin dejar de mirarme.

-Yo también. Tienes dos bebes que alimentar; no es broma.- Digo queriendo que caiga en cuenta de lo que está sucediendo y cuál es su responsabilidad.

-Ordena por mí. No puedo ni pensar.- Me dice en un susurro.

Esto es nuevo... quizás debería aprovecharme de esto.

-Mira que puedo aprovecharme de tu bloqueo mental eh...- Le bromeo intentando romper la seriedad del momento.

-Tú deberías de estar igual que yo, pero claro como no serás tu el que se infle como un globo...- Me regaña entrecerrando sus ojos y me hace reír.

-Cariño, te veras preciosa. No seas dramática.- Le digo y por primera vez ambos reímos.

-Me has conocido siendo dramática; no sé porque debería cambiar ahora.- Dice y vaya que lleva razón.

-Mi rubia... mi drama queen... - Digo tomando su mano por encima de la mesa y le doy un beso. –Te amo.-

-Y yo a ti aunque me dejes embarazada de gemelos.- Bromea y ambos reímos.

Bien... vamos siendo nuevamente nosotros.

-Ya te ha dicho el doctor que en eso yo no tuve nada que ver. Seguramente alguien en tu familia tuvo gemelos; no sé, pero está en tu genética no en la mía cariño.- Le explico y niega.

-No importa, te culpare igual.- Bromea.

Es una niña pequeña, pero me encanta que sea así. Me hace sentir tan vivo.

Tal como me lo ha pedido, ordeno por los dos y una vez que el mesero se retira ambos respiramos profundo.

-Bueno amor, creo que ha llegado el momento de ver cómo nos organizaremos con todo esto.- Digo y ella me sonríe.

-El plan sigue igual rubio. Tu sacaras tu disco en nada y yo te acompañare a todas partes mientras que me encargo de la empresa y estos pequeños crecen. Lo único es lo de Allegra, no se cuanto tiempo tardara el proceso de adopción. Quizás sea fácil.- Comenta, y creo que no se da cuenta de lo mucho que quiere hacer.

-Cariño, no sé si sea saludable que hagas tantas cosas y todas a la vez. Debes cuidarte.- Intento explicarle.

-Rubio, yo no quiero estar lejos de ti.- Me dice con un tono de voz lleno de necesidad.

La amo tanto...

-Ni yo, pero también hay que pensar en la niña; ella no puede estar viajando de aquí para allá. Necesitara ir a la escuela y todo eso. – Le explico y ella se sonríe.

-Me gusta que pienses en ella sin aun conocerla.- Dice con una luz en sus ojos que me quita el aliento.

-Sera nuestra hija, y que sepas que muero por conocerla.- Le dejo saber y es que es la verdad. –Cariño, de verdad ahora que saque el disco, me esperan meses de un avión a otro y luego la gira. No quiero que tanto viaje que haga daño.- Le explico y ella ríe.

No sé qué es lo chistoso...

-Amor, no me trates como a una muñequita de cristal. Estoy embarazada de muy pocas semanas aun y quizás pueda acompañarte en algunos viajes. Además, debo viajar por mi trabajo también... cuando nos entreguen a Allegra, vemos como nos la apañamos con todo, pero falta. No rompas el hechizo de esto por querer cuidarme tanto.- Me dice y se que por una parte lleva razón.

-Vamos a hacer un trato.- Propongo y ella ríe.

-¿Otro? Esto me recuerda a nuestra primera negociación.- Bromea y ambos reímos.

-Una empresaria y un músico... es una combinación peligrosa en cuanto a las negociaciones.- Digo pícaramente.

Inclina su cuerpo un poco sobre la mesa y yo hago lo mismo –Y en la cama también guapo.- Me dice bajito para que nadie escuche y vaya que sabe como desconcentrarme.

-Ni lo dudes...-

-Bueno, ¿y cuál es el trato esposo mío?- Me pregunta con mucho entusiasmo y me encanta que esté dispuesta a que lleguemos a un acuerdo.

-Hasta los seis meses de embarazo me puedes acompañar donde tú quieras. Después de los seis meses no quiero que te muevas de España; no estoy dispuesto a que te suceda algo a ti o los gemelos.- Le digo y me mira entrecerrando sus ojos.

-Un poco machista de tu parte, ¿no?- Me dice y no se si esta bromeando.

-Rubia, entiéndelo... quiero cuidarlos. Solo eso. ¿Es tan difícil de entender?- Le pregunto algo frustrado.

Tengo la sensación que esta ciudad no es la mejor para nosotros; o quizás si... no se...

-No. No es difícil de entender. Eres muy tierno. Está bien amor, a pesar de que no me resulta muy divertida tu propuesta, se que llevas razón.- Me dice sorprendiéndome.

-¿Me estás dando la razón? Esto debería celebrarlo.- Digo entre risas y ella se contagia.

-Me has agarrado con las defensas bajas y muy asustada con todo esto.- Confiesa.

-Ahora sabes cómo me siento yo.- Digo y ella no entiende de que hablo.

-¿Ah?-

-Cuando te veo bajas todas mis defensas.- Digo y ella sonríe.

Se pone de pie y camina hacia mí. –No se me olvida que estamos en nuestra luna de miel.- Me dice de la nada cuando se inclina hacia mí y me besa como si no hubiese mañana.

-Ni a mi...- Comento pícaramente.

Creí que esta conversación seria un caos y un drama total, pero al parecer de a poco vamos haciéndonos a la idea de lo que nos espera... definitivamente entre nosotros lo mejor que funciona es negociar las cosas; es nuestro mejor idioma para llegar a un acuerdo.


Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora