Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]

94.Me Haces Feliz

Nuestro día ha sido maravilloso. Hemos paseado por la ciudad mientras que planeábamos un poco lo que será nuestro futuro. Mañana ella debe ir a la oficina de la empresa para dejar las cosas en orden antes de irnos a Málaga y luego de allí comenzar con la locura de la promoción. Estoy realmente feliz de que vaya a venir conmigo, pero a la misma vez me preocupa que tanto viaje pueda cansarla y afectar su embarazo. Se que ya hemos conversado de eso, pero sigue siendo algo importante para mi.

Mi mente da vueltas a todas estas ideas y a todo lo hemos vivido hoy con la pequeña mientras estoy acostado en la cama y tengo mi mirada fija en el techo. -Amor...- Le escucho decirme y al voltearme a verla ella me sonríe. -¿Qué te sucede? Estabas perdido en otro universo. - Comenta y finalmente se mete en la cama.

Se acomoda a mi lado y se abraza a mí, usando mi pecho como una almohada. -Pensaba, solo eso. - Le explico.

-¿En qué? ¿En Allegra?- Pregunta sonriente.

-También rubia...- Digo y acaricio su cabello. -Pensaba en la niña, pensaba en ti, en nuestros hijos, en tanto viaje que nos espera... sabes que sigue preocupándome que te haga mal viajar tanto.- Le intento explicar pero ella se mueve colocando su cuerpo sobre el mío y tapa mi boca con sus manos.

-No comiences con tu ataque de paranoia.- Me advierte con una sexy sonrisa tatuada en su rostro. -Estoy embarazada, no enferma.- Continua. -Y no soy de cristal.- Me dice de manera demasiado sensual.

-¿Ah no?- Logro responderle cuando finalmente quita sus manos de mi boca.

-No.- Sentencia.

-Es bueno saberlo.- Le digo con un tono misterioso y cuando menos ella se da cuenta, hago que giremos en el colchón hasta que ella queda debajo de mi.

-¡Amor!- Exclama entre risas.

-Tu has dicho que no eras de cristal.- Le explico y enredo mis piernas en su cuerpo.

-No lo soy, ¡pero tampoco me aplastes!- Exclama quejándose.

-¿Me estas llamando gordo?- Pregunto haciéndome el ofendido y ambos nos echamos a reír.

-¡Que no! Pero, tampoco es que no pesas nada.- Se explica.

-No me convence mucho tu respuesta...- Digo serio y antes que pueda responderme, comienzo a besarla eufóricamente. -Te amo.- Le digo entre beso y beso.

Su boca responde de manera apasionada a mis besos y hace que su lengua se enrede con la mia iniciando un incendio difícil de apagar. Es una hoguera que nos va consumiendo de beso a beso... de caricia en caricia...

Vamos perdiendo el control entre los brazos del otro y así las prendas van desapareciendo para dar inicio a la locura que es sentirla así. Llámenme adicto, pero no me es posible saciar la necesidad de ella.

Ella parece padecer de la misma adicción conmigo, porque la manera que se entrega a mi cada día es diferente. Hace que todo a su lado sea una fiesta...

Nuestros cuerpos se deshacen por el otro en esta cama, y solo somos capaces de quedarnos abrazados intentando recuperar el aire, si es que es posible ya que nuestras bocas siguen encontrándose en tiernos e intermitentes besos que podrías hacer que el fuego se reavive en cualquier instante.

-Te dije que no era de cristal.- Dice sobre mis labios haciéndome reír.

-Me lo has dejado muy claro...- Bromeo y acomodo su desordenado cabello.

-Pablo...- Dice agitada.

-Dime cariño.-

-Te amo con todo lo que soy... me haces demasiado feliz. Jamás creí que podría encontrar a alguien que le diera un sentido absoluto a mi vida... creía que había conocido el amor antes, pero no... tu con tu inesperada llegada a mi vida viniste a demostrarme que el amor es esto... es estar con alguien en momentos tan simples, pero tan únicos en la vida... es sentir la necesidad de que esa otra persona sea feliz y sentirte feliz a la vez sabiendo que tu tienes algo que ver en esa felicidad... es sentir paz cuando deberías tener pánico... tu me haces ser una mejor versión de mi y solo quiero que sepas que mi única misión en esta vida es pasar cada día a tu lado viviendo esta felicidad.- Me dice mirándome fijamente y yo siento que no puedo contener mas las lagrimas en mis ojos; lo que me ha dicho es demasiado bonito.

-Mi amor...- Logro decir tomando su rostro entre mis manos. -Yo también te amo con todo lo que soy, y no dudes que me haces el hombre mas feliz del mundo...- Le digo para luego sellar este precioso momento con un beso.

***

Hola!!!

Espero que esten pasando una preciosa Navidad!