Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]

63- Adelantando Los Planes

La noto completamente angustiada, preocupada, y con rabia. Camina de un lado de la oficina al otro y ya las ideas para tranquilizarla se me han acabado.

-¡Este fue el imbécil de Damian! Es el único que sabía lo que paso además de mi padre y de tu gente. Me dice furiosa.

-Ya esta rubia, ya la verdad salió a la luz y no vale la pena perder tiempo en quien fue el que nos mando a seguir. Le digo en un último esfuerzo para calmarla.

-Pablo, hay muchas familias que dependen de esta empresa. No quiero que las acciones caigan, y mucho menos vender mi parte. Sé muy bien los buitres que hay como accionistas aquí. A ellos lo que menos les importa es la gente que trabaja aquí. Les bajaran los sueldos, sus planes de salud serán horrendos, echaran a un montón de trabajadores. Eso es con le he estado luchando desde que mi padre falleció. Necesito que todo esto no perjudique a la empresa. Necesito que no te perjudique a ti. Decirles que nos casaremos nuevamente y por iglesia no solucionara nada. Necesito decirles... necesitamos decirle al mundo que nos amamos de una manera más directa. Dice casi sin respirar y no sé como lo hace.

-Cariño, respira por favor. Quedarme viudo tampoco solucionara las cosas. Le digo intentando que se tranquilice.

-No, definitivamente no... pero, un hijo sí. Me dice mirándome fijamente y creo que se ha vuelto loca.

-¿Qué? Pregunto atónito.

-Esa es la solución Pablo. Si les digo que estoy embarazada no volverán a dudar de que nos amamos No tendríamos un hijo sin amor, ¿o sí?

-Rubia, me estas preocupando. Digo serio.

-Amor, los hijos estaban en nuestros planes. Me dice acercándose a mí.

-Si, claro que lo están, pero no así amor... Además, buscar un hijo no es como ir a un supermercado y decir dame uno de esos. No sabemos si las cosas se den tan así... ya sabes de que hablo. Le digo intentando no reírme de la situación.

-Claro que no es como ir a un supermercado.  La pregunta aquí es, ¿Qué piensas? ¿Quieres que este sea el momento de buscar un hijo o no? Me pregunta seria.

-Pero tú no querías ahora. Le respondo totalmente confundido.

-Porque quería que fuéramos nosotros dos solos un tiempo más, pero rubio; tampoco quiero que tu carrera y toda la gente que depende de esta empresa se vea afectada.

-Rubia, muero por tener un hijo contigo, pero no me gusta que estemos usando ese deseo para negociar con unos accionistas y con todo mi mundo. Le digo mientras me pongo de pie frente a ella y rodeo su cintura con mis brazos.

-¿Y que propones entonces? Yo no encuentro otra solución.

-Vayamos a esa sala de juntas e intentemos decir la verdad. Digo bajo su mirada de "todo saldrá mal".

-Como tú quieras rubio. Vamos. Dice entre suspiros y toma su libreta.

Al salir de su oficina, vamos hacia la sala de juntas y al entrar me doy cuenta de la manera que todos nos observan. Me siento al lado de mi esposa, la cual está completamente nerviosa y al dar inicio la junta las preguntas y acusaciones hacia nosotros no tardan en hacerse presentes. Ella está intentando explicar cómo han sucedido las cosas, pero a cada punto que ella dice hay una acusación.

-Usted señorita Echevarría ya no es confiable para estar al mando de esta empresa. Le dice uno de los accionistas. –Exigimos que renuncie a su puesto en la presidencia y deje que personas más capacitas y menos mentirosas que usted lleven a cabo esa tarea. Aun no entendemos como su padre le ha cubierto esta farsa. Dice y siento ganas de levantarme de esta silla y pegarle.

-Señorita Echevarria, opino igual que el señor DiMarco. Dice una señora. –Usted ya no es confiable.

No puedo soportar que la traten así. No es justo. Sin aguantar más la situación y sin importarme si soy o no accionista me pongo de pie. –Señores, ustedes me disculparan, pero no voy a permitir que traten asi a mi esposa, y mucho menos en su estado. Digo mirándola fijamente.

-¿Qué estado? Pregunta la misma señora que acaba de acusarla.

-No queríamos sacar esto a la luz, porque como saben si bien ella es una empresaria exitosa; yo soy un cantante reconocido y una noticia así debe manejarse con precaución.

-¿Qué noticia? Insisten.

-Que mi esposa, la cual dicen que es una mentirosa; está embarazada. Les digo y la cara de todos cambia repentinamente.

-¡¿Qué?! Preguntan todos.

-Lo que escuchan. Les repito. –No voy a permitir que vuelvan a decir que nuestro matrimonio es una farsa. Quizás las cosas entre nosotros dos se han dado de una manera un tanto extraña, pero estamos muy enamorados y muy felices con la noticia. Ya saben, están todos invitados a la boda la cual se celebrara en España donde queremos que nazca nuestro hijo. Sentencio.

-¿Por eso la petición de la oficina en Málaga? Le pregunto otro de los accionistas.

-Si. Le dice ella firmemente.

-Está bien señorita Echevarría; reevaluaremos la propuesta y nos reuniremos aquí en una semana. Dice otro de los accionistas.

-Perfecto, entonces nos vemos en una semana aquí. Afirma y da por concluida la junta.

Salimos de la sala de juntas en absoluto silencio hasta que llegamos a su oficina.

-Nos toca buscar un bebe. Me dice entre risas nerviosas mientras me abraza fuertemente.

-Rubia, llevabas razón; son unos buitres. Han hecho que adelantemos nuestros planes... aunque, te confieso que me encantara buscar un hijo contigo. Digo entre risas y comienzo a besar su cuello.

-Rubio, aquí no. Dice entre risas.

-Vale... pero debemos darnos prisa si no, nos dirán doblemente mentirosos. Le advierto.

-Lo sé... ¿Por qué todo tiene que ser así entre nosotros?

-Permíteme decirte que yo creí que ser famoso era complicado; pero, llevabas razón cuando nos conocimos y me dijiste que no tenía idea de quien eras tú...

-Lo sé rubio, y no quiero que pienses que solo vamos a tener un hijo por esto que ha sucedido. De verdad quiero tener un hijo contigo; no sé si era el momento, pero bueno...

-Lo sé, lo sé... Digo mientras tomo su rostro entre mis manos y comienzo a besarla con todo este amor que siento por ella y sabiendo lo mucho que necesita un beso así ahora.