Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]

108. Paseo Familiar

Después de la noche de anoche, hoy es uno de esos días que se convertirán en uno de los más especiales que podría vivir. Hoy saldremos a pasear por primera vez con Allegra. Veo a mi guapísima esposa alistándose frente al espejo con una enorme sonrisa y yo no puedo más que sonreír al verla mientras estoy sentado en el sofá. Es esa cara que refleja felicidad el que me hace sentir el más afortunado del mundo.

-No me has dicho como han sido las reacciones de tus fans y de los medios de comunicación después de lo de anoche.- Comenta y sé que se refiere al hecho de que hayamos caminado juntos la alfombra morada de los premios.

-Estoy sorprendido. - Digo con una enorme sonrisa -Los titulares de los principales medios de comunicación, no tienen más que halagos para mi esposa; ósea tú. Dicen que eres guapísima, que te sienta muy bien el embarazo, que se nos ve muy bien juntos... en fin... todo muy pero muy bueno. - Le explico con muchísimo entusiasmo.

Se termina de hacer una coleta en su cabello y voltea para caminar hacia mí. -Me alegro muchísimo. Lo último que quiero hacer es perjudicarte en tu carrera.- Me dice y cuando esta parada enfrente de mí, acaricia mi barbilla suavemente y me da un tierno beso que me quita el aire. -Estoy tan emocionada por esta salida con ella.- Dice feliz.

-¿Le diremos la noticia hoy?- Pregunto con entusiasmo y ella sonríe.

-Yo creo que sí; se pondrá muy feliz.- Responde y creo que ella está más feliz que la niña.

-Yo también. Ahora vamos por ella que lamentablemente no nos han dejado sacarla todo el día de la fundación.- Digo un poco triste.

-Vamos.-

[...]

Al llegar a la fundación, saludamos a todos amablemente y en especial a Irina quien ha hecho que todo esto sea posible. Ella sabe muy bien las ansias que tenemos por poder tener a Allegra ya con nosotros, y también comprende muy bien el hecho de que no podamos venir todos los fines de semana a ver a la niña. Lo bueno, es que todo esto pronto llegara a su fin.

-Ella ya esta lista, déjenme ir por ella.- Dice amablemente y nos pide que esperemos a la niña aquí mientras la busca.

Nos sentamos en el pequeño sofá que hay en la recepción y entrelazamos nuestras manos en silencio. Estamos nerviosos y ansiosos, pero sobre todo estamos muy felices.

-¡Jackie!- Le escuchamos gritar a los pocos minutos y al encontrarnos con ella caminando rápidamente hacia nosotros a través del pasillo, nos ponemos de pie.

-¡Mi niña!- Exclama mi esposa y se agacha para poder fundirse en un fuerte abrazo con ella. –Como te he extrañado.- Le dice sin soltarla y luego llena su pequeño rostro de besos.

-Y yo a ti.- Le dice ella cuando se sueltan y luego soy yo quien se agacha para saludarla.

-¿Cómo estas princesa? Ya no veía la hora de verte.- Le digo sonriente.

-Muy bien, ¿y tú? Yo también quería verte Pablo.- Me dice y por alguna extraña razón, siento que mi nombre suena muchísimo más lindo dicho por ella.

-Yo estoy muy bien... muy feliz porque estamos aquí contigo. ¿Estás preparada para pasar un día increíble?- Le pregunto con entusiasmo.

-¡Sí!- Exclama.

[...]

Llegamos al muelle de Santa Mónica, una de las principales atracciones de la ciudad y el ver la carita de emoción de Allegra es algo que no tiene precio. 

-¡Qué bonito lugar!- Dice mientras camina de la mano con mi esposa y mira hacia su alrededor.

-Hay de todo aquí; restaurantes, juegos, playa, en fin podemos hacer lo que tú quieras.- Le deja saber.

-Pues, yo tengo hambre.- Dice tímidamente y rio.

-Yo también tengo hambre; vamos a almorzar, pero tú eliges.- Le aclaro y ella mira todo totalmente confundida.

-¿Aquí hay hamburguesas?- Pregunta.

-Las mejores de la ciudad, ven vamos allí.- Alienta mi esposa y cuando comenzamos a ir hacia allí, Allegra me sorprende tomando mi mano y soltándose de la de mi esposa.

-¿Por qué llevas gorra y lentes de sol? No hace tanto calor.- Me pregunta y no puedo más que reírme de su honesta pregunta.

-Digamos que estoy intentando de que la gente no sepa quién soy.- Respondo.

-Ah ya...-

-¡Es aquí!- Dice ella y entramos al restaurante.

Siguiendo con mi protocolo de intentar no ser reconocido, nos sentamos en una mesa junto a un enorme cristal con vista al mar y una vez que todos nos hemos decidido, ordenamos la comida.

-Mi niña, con Pablo te tenemos una buena noticia.- Le dice mi esposa una vez que esperamos por nuestra comida.

-¿Qué noticia?-

-En un mes ya seras legalmente nuestra hija.- Le deja saber sin rodeos y la carita de la niña es de absoluta felicidad.

-¿Eso quiere que viviremos juntos?- Nos pregunta emocionada.

-Si mi niña, pero tienes que saber que Pablo y yo vivimos en Málaga, España. Es una ciudad preciosa, te encantara.- Le aclara.

-¿Y no volveremos a Los Ángeles?- Pregunta algo triste.

Le sonrió –Claro que si mi niña. Volveremos a Los Ángeles cuando tú quieras.- Le dejo saber.

-Además, yo tengo una casa aquí.- Le dice ella.

¿Una? Que modestia la de mi esposa... Pienso e intento no reírme.

-Está bien, entonces si.- Dice más contenta.

-¿Estas emocionada por ser nuestra hija?- Le pregunta.

-¡Muchísimo!-

-Nosotros por ser tus padres princesa.- Digo y es la verdad, esta niña se ha ganado mi corazón en tiempo record.

-¡Cuanta comida!- Exclamamos todos entre risas cuando llegan todas las hamburguesas.

-¡A comer y luego a seguir divirtiéndonos!- Propone mi esposa y el día de hoy es una niña mas.

Amo verla así...

***

GRACIAS, GRACIAS y GRACIAS!
Que locura! No puedo creer que esta historia haya llegado a más de 4mil votos! 😱

Gracias de verdad por el apoyo y espero que les siga gustando 🙏😘