38- "Mi" Rubio

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Dos días después

Hoy será la primera vez que no solamente iré con mi esposa a un evento público de mi entorno, pero también con una mujer. Siempre intente mantener mi vida privada lo mas privada posible, pero después del gran escándalo que se formo entorno a nuestra boda ya ni hace falta ocultarnos. El evento de hoy es completamente diferente a la extravagancia de la inauguración del hotel; esto es un evento junto a los niños y voluntarios de la fundación que apadrino con tanto respeto y orgullo. Me coloco un jean, camiseta blanca, zapatos grises y ya estoy listo. Me siento en el borde de la cama y la espero ya que como siempre tarda tanto en arreglarse.

-¡Rubia, no vamos a un desfile de moda! Le grito para ver si de una vez por todas sale del walking closet.

-¡Lo sé, pero soy tu esposa que es casi lo mismo! Me grita para que la escuche y puedo oír su risa. 

-¿Qué tengo que ver yo con un desfile de moda? Pregunto muy confundido.

-He visto que te sacan fotos hasta cuando bostezas... si estoy a tu lado corro peligro de que eso me pase a mí también.

No puedo más que reírme de sus palabras porque son demasiado ciertas; no sé cómo hacen, pero siempre hay una fotografía en momentos inoportunos.

-Vale, llevas razón, pero tampoco te vistas tan elegante. Comento, pero al verla saliendo del cambiador me quedo mudo.

Para mi sorpresa luce desalumbradamente sencilla. Camiseta blanca a rayas sin mangas, pantalón corto color negro, una camisa amarra a su cintura, y zapatillas negras.  Solamente ella puede hacer que un look tan sencillo se vea tan bien.

-¿Y qué tal? Pregunta dando una vuelta para que la vea de todos los ángulos. 

-¡Perfecta!

-¿Entonces está bien para jugar con los niños? Pregunta con una enorme sonrisa.

-Muy bien, aunque conozco un par de niños que se enamoraran de ti. Digo entre risas.

Ella camina lentamente y me mira fijamente mientras que sus labios dibujan una media sonrisa. –Bueno, quizás y te cambio por uno de ellos; son tan tiernos cuando se enamoran a esa edad. Dice entre risas y coloca sus brazos por encima de mis hombros rodeando mi cuello.

-Tú a mi no me vas a cambiar por nadie, ni por un tierno niño enamorado... Digo seriamente pero luego me echo a reír.

-Vaya ¡pero que celosito me has resultado! Dice burlándose de mí.

-Bastante, pero tengo mis motivos eh. Le aclaro.

-¿Ah sí? ¿Cuáles? Pregunta entrecerrando sus ojos.

-He leído los comentarios acerca de ti en las revistas y las redes sociales. Le comento.

-¿Qué comentarios?

-¿Acaso vives en una burbuja rubia? Le pregunto sin parar de reír.

-Guapo, yo no leo revistas de chimentos... Solo de finanzas y hotelería. Dice de manera desafiante.

-¿Me estas llamando chismoso? Digo imitando su palabra.

-Eso lo has dicho tú... Yo solo digo que leo lo que me incumbe para mis negocios, pero en fin... ¿Qué comentarios?

-De las fotos del evento del otro día en el hotel. Explico.

-¿Y que han dicho?

Mis brazos aprietan su cuerpo mas contra el mío haciendo que pueda sentir su respiración. –Todo muy bueno. Se han cansado  de comentar lo bella que eres, y los comentarios de parte de los hombres en las redes sociales hasta celoso me han puesto. Le digo.

Me extraña mucho la manera que me observa, ya que al hacerlo levanta una ceja. –Y dime una cosa, ¿alguno de esos comentarios decía que me querían hacer diez hijos? Me pregunta de la nada y estoy demasiado confundido.

-Mmmm... que yo sepa no. Respondo sin saber de qué va esta conversación.

-Entonces no tienes nada de que ponerte celoso. Yo leí varios comentarios de chicas pidiéndote que le hicieras diez hijos y aun no te he hecho ninguna escena de celos rubio. Dice sonriente y me da un pequeño golpe en mi pecho.

-Vaya, ¿Con que revisando mis redes? Pregunto intentando no reírme.

-Guapo, no te hagas el sorprendido que hay varios millones que lo hacen. Dice entre risas y siempre tiene que tener la última palabra.

-Vale, mejor vamos a dejar esta conversación hasta aquí porque mas que empresaria pareces abogada teniendo siempre la última palabra. Le digo y para terminar con esto la beso.

-¡Me gusta que aceptes tu derrota! Dice de manera triunfante.

-No te confundas rubia... no sigo porque tenemos un horario para llegar al evento; si no estaría aquí debatiendo el tema.

-No seas rencoroso y vamos mi rubio. Dice intentando zafarse de mis brazos, pero la sujeto más fuerte.

¿Me ha llamado "su rubio"? Eso me gusta...

-¿Tu rubio? Le pregunto al oído y beso su cuello inhalando el exquisito aroma de su perfume.

-Mío de todas las maneras que puedes serlo... En papel, y en cuerpo...

-Y en alma... Añado.

-Y en alma. Repite.

-Sabes, mejor salgamos de aquí porque me estoy poniendo muy romántico y si sigo así luego no podre detenerme. Le explico.

-Deja ese romanticismo para más tarde. Propone con una enorme sonrisa.

-¡Eso ni que lo dudes!

Me toma mucho trabajo poder detener todos los impulsos de amarla que recorren mi cuerpo, pero hay momentos como este donde debo tener un poco de cordura y cumplir con los compromisos adquiridos.

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora