58- Fecha Para La Boda

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Vamos caminando hacia la casa mientras que nos vamos comiendo a besos en el camino de la limusina a la entrada. Sus manos intentan abrir la puerta de manera nerviosa mientras que las mías recorren su cuerpo.

-Rubio, así no puedo abrir la puerta. Dice entre risas.

Sin soltar su cintura, tomo las llaves y termino de abrir la puerta. –Ahora sí, vamos... Digo sobre su cuello.

-Busca un champagne en la cocina. Propone y la miro sorprendido.

-¿De verdad? ¿Quieres tomar ahora? Pregunto frustrado.

Ella se ríe de mí y me besa. –Vamos lindo, no seas malo... trae la botella... Dice y definitivamente me convence.

-Vale, espérame en la habitación.

-Te espero en la cama. Dice guiñándome un ojo y no puedo más que reír.

Mientras ella sube la escalera, yo voy rápidamente a la cocina y busco la botella en el refrigerador y dos copas en la barra que hay en la sala. Una vez que tengo todo subo hasta nuestra habitación y al entrar me sorprende que no esté en la cama como me lo había dicho.

-¿Amor? Pregunto esperando su respuesta.

-¡Metete en la cama que ya voy! La escucho gritarme desde el baño y sonrió ante sus palabras.

Haciéndole caso a mi esposa, me quito los zapatos, la americana, la corbata, el cinturón, la camisa, y me acuesto sobre la cama. Tomo la botella y la abro mientras sigo esperándola. Sirvo un poco de champagne en las copas y las dejo sobre la mesita de noche.

-¡Rubia date prisa! Le exclamo entre risas.

-¡No seas impaciente! Me replica.

¿Qué no sea impaciente? No doy más... la necesito ¡Ya!

-Voy a ir a buscarte si no sales... Le advierto.

Pocos segundos después, ella abre la puerta del baño y al verla acercándose a mí me quedo con la boca abierta.

-¿Te gusta? Me pregunta de manera muy sensual mientras se gira para que vea cada ángulo de su cuerpo cubierto por ese camisón negro transparente que deja ver su escultura figura al desnudo.

-Me vas a matar de un infarto... Le digo sin aliento.

-Nooo... no te me mueras que te necesito para sobrevivir en este mundo. Me dice mientras lentamente se va subiendo a la cama.

-Es que... ufff... Logro decir y me rio de lo torpe que sueno.

-Pásame una de esas copas. Me dice mientras se va ubicando sobre mí con sus piernas a cada lado de mi cuerpo.

-¿De verdad quieres tomar ahora? Pregunto intentando acercar mi boca a la suya, pero ella la esquiva dejándome con ganas de besarla.

-Si... dámela. Insiste.

Me estiro lo más que puedo y tomo una copa y se la paso. Luego tomo la mía y me acomodo para quedar sentado con ella aun sobre mí.

-Esto es bastante sexy. Digo recorriendo su espalda con mi dedo por encima del camisón.

-¿Te gusta?

-Muchísimo...

-Y a mí me gustas tú... Dice sonriente y acerca su copa con la intención de brindar. Chocamos nuestras copas y cuando está a punto de beber un sorbo de champagne, ella aleja la copa y deja caer su contenido sobre mí torso.

El champagne esta frio. -¡Cariño! ¿Qué haces? Pregunto sorprendido, pero antes de responderme, ella comienza a quitar los rastros de la bebida de mi torso con su lengua. -¡Ufff! Grito de placer al sentir su lengua por mi torso. Definitivamente sabe como volverme loco.

-Sabe mucho más deliciosa en ti. Dice sonriente al finalizar su sexy tortura.

-Me vas a volver loco. Digo con una amplia sonrisa y ella se mueve para dejar la copa donde estaba. La ayudo con la tarea y una vez que dejo las copas, llevo mis manos a su culo. –Prepárate, porque no sabes lo que has hecho. Le advierto y la sujeto fuertemente para acomodarla y hacer que quede debajo de mi.

-Estoy preparada rubio... siempre lo estaré contigo. Me dice sonriente.

-Eso me gusta... Digo y con mis dedos rozo sus labios, voy bajando hasta su cuello, y luego hasta el valle de sus pechos tan solo cubiertos por esa tela transparente.

-Soy toda tuya esposo mío. Me dice sonriente y sin poder aguantar más, la comienzo a besar con todo este deseo que me consume.

-Mia. Repito y la vuelvo a besar.

Mis manos viajan por toda su anatomía mientras que las suyas quitan mi pantalón y el bóxer los cuales tienen rastros de champagne. Voy subiendo lentamente hasta que quito su camisón dejándola piel a piel conmigo. –Te amo. Me dice antes de que entre en ella.

-Te amo... Le replico y finalmente sacio esta sed de estar en ella.

Nuestro cuerpo comienzan a moverse al compas de la pasión, mientras que nuestras bocas y manos intentan saciar toda esta sed por el otro. No sé si algún día tendré suficiente de ella, pero cada vez que la hago mía siento que todo esto es más fuerte, más intenso... es como si nuestros cuerpos necesitaran fundirse en uno más que antes.

-Pablo... Exclama entrecortado mientras vamos llegando al punto máximo.

-Ahhh... te amo. Logro decir mientras llego con ella a la par.

Cuidadosamente salgo de ella y me desplomo a su lado en esta cama. Ambos estamos agitados y casi no podemos hablar. La abrazo haciendo que acomode su cabeza sobre mi pecho y nos quedamos en silencio de esta manera por unos cuantos minutos.

-Eso ha sido intenso. Comenta sonriente y me hace reír.

-Bastante...

-No quiero que todo esto se acabe nunca. Me dice y me abraza más fuerte.

-Ni yo amor. Solo quiero que estemos juntos siempre. Por favor, pongamos fecha para la boda. Le digo y ella automáticamente me mira con los ojos abiertos de par en par.

-Para la boda oficial. Querrás decir. Dice entre risas.

-Sí. Pon la fecha. Insisto.

-¿Antes de que te vayas de promo con las nuevas canciones que lanzaras, o después?

-Antes, quiero que viajes conmigo para hacer la promoción.

-¿Y eso sería?

-Supongo que en Octubre tendré que viajar. Le explico.

-¿Y cuando salen las canciones?

-El 8 de septiembre.

-Entonces... no se... ¿Agosto?

-En un mes, eso me gusta. Digo feliz.

-¿Qué día? Pregunta sonriente.

-¿El 12?

-Vaya... eso es exactamente en 30 días. Dice algo asustada.

-Es que quiero que tengamos tiempo de irnos de luna de miel. Además, para ese entonces supongo que ya tendrás la respuesta de la junta directiva, ¿no?

-Si.

-Bueno, ¿Entonces el 12 de Agosto? Pregunto con una enorme sonrisa.

-El 12 de Agosto. Responde feliz y se coloca sobre mí. –Te amo, te amo, te amo... Me dice entre beso y beso.

-Y yo a ti amor. Digo colocando mis brazos sobre su espalda con la clara intensión de volver a comenzar.

-En un mes, serás mi esposa porque ambos lo hemos decidido de manera consciente y no por producto de una borrachera, la mejor de mi vida. Le aclaro.

-Así es... De nuestra noche de desastre en Las Vegas, a la mejor decisión de nuestras vidas... así han cambiado las cosas. Dice y vuelve a besarme.

-Han cambiado mucho y me gustan esos cambios rubia... Mi loca hermosa. Digo entre risas y esta vez no le doy opción a que me responda porque la beso como un loco.

Casados Por Accidente [Pablo Alboran] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora