Alonso miro a Jos con furia y este comenzó a sentir dolor en el abdomen.
— ¡Escúchame bien niño, yo hago esto, por que la gente de tu pueblo es mala, entiéndelo! — comento Alonso dejando de torturar a Jos con la mirada.
— ¡Yo no soy malo, tienes que entender eso tú! — dijo el pelinegro comenzando a toser.
Los ojos de Alonso comenzaron a cambiar de color, la luna iba a cambiar de fase, este cerro los ojos con fuerza ya que sentía un terrible dolor al momento en que sus ojos cambiaban de color.
Narra Ailim
La hora de la comida llego, baje al comedor y me encontré con mis abuelos y una chica que no se quien demonios era, solo se que estaban platicando muy animadamente con ella, hasta también le habían servido un plato de comida ¿quien es? por lo que sabia mis abuelos no entraban en confianza rápidamente con alguien, eso significaba que a esa chica la conocían desde hace tiempo.
Fruncí el ceño y me acerque al comedor.
— Oh, ella es mi nieta, Ailim — dijo mi abuelo levantándose de su asiento y acercándose a mi para tomarme por los hombros.
— ¿Es ella? Por el amor de Dios, ¡esta enorme!, la ultima vez que la vi usaba pañales — dijo muy alegre — Hola Ailim.
— Hola ¿que tal? — dije secamente, algo en ella no me agradaba.
— Ella es la hija de Mikey — dijo mi abuela, la mujer abrió los ojos a mas no poder y me observo de arriba a bajo.
— Creí que era hija de Alex — hizo una pausa, ¿quien es Alex? — El hermano de Mikey — oh ahora entiendo, ¿por que mi papá nunca me cuenta acerca de la familia? creo que merezco saberlo soy su hija — He vivido engañada todo este tiempo.
— ¡No!, Alex hace mucho que se fue del país, tiene hijos obviamente, pero no aquí — hablo mi abuelo — Por ahora solo Ailim esta con nosotros.
— Claro, esperemos que Mikey no nos traiga otro chistesito — me dedico una sonrisa burlona, la mire mal, ¿que le pasa?.
— ¿Me pueden decir quien es esta mujer? — dije aturdida.
— Ella es Prisila Ventura, muy amiga de tu padre, es una sorpresa que nos haya visitado — respondió mi abuela sonriente, ¿es enserio?, ¿como puede ser así de agradable con esta mujer que es muy obvio que me esta despreciando?.
— ¡Huy si amiga! — dije con sarcasmo sentándome en el asiento que me correspondía para comer.
Tome el tenedor que se encontraba a mi lado izquierdo y comencé a pinchar la verdura hervida que Blanca me había servido.
— No cabe duda que es igual de graciosita que su madre — cuando la tal Prisila menciono a mi madre, la sangre subió a mis mejillas, se pueden meter conmigo pero con mi madre no.
— No es necesario que metas a mi mamá en tu conversación — dije con cara de poco amigos.
— Oh lo siento — dijo tomando asiento justo enfrente de mi, mis abuelos igual tomaron sus respectivos asientos. La mujer se me quedo viendo descaradamente.
— ¿Soy o me parezco? —dije mientras retrancaba mis brazos en la orilla del comedor.
— ¡Ailim! — me reprendió mi abuela.
— No se preocupe Marcela, es solo que Ailim se parece mucho a su padre, es por eso que me quede observándola.
Rodee los ojos, que le crea mi abuela pero yo no le creo, ella no me da buena espina.
— Lo se, querida — dijo mi abuela enternecida y poso su vista en mi.
Ok esta era la comida mas incomoda que haya tenido, todos me observan ni siquiera puedo comer a gusto.
— Y bueno ¿Tu que?, ¿estas enamorada de mi padre o que? Por que si es así, olvidate de que te tome en serio — lo se seguro parezco una mal criada pero esta mujer creo que merece el mal trato.
— Bueno, creo que eso es algo que no te incumbe querida Ailim, solo venia a ver que tal estaban tus abuelos ya que Mikey me dijo que no los había visitado, yo quise pasar a verlos, para decirle como están, pero nunca me dijo que me encontraría con su hija — me sonrió cinicamente.
Un nudo en la garganta se hizo presente. Si ya sabia que a mi padre no le importo, y ahora esta mujer lo sabe.
Asentí.
— ¡Blanca! — grite, no tolero estar un segundo mas con esta estúpida, Blanca llego a mi lado rápidamente.
— En que puedo servirle señorita Basteri — Prisila al escuchar mi apellido ahogo una risa, ¿creyó que no la vería? pues si, lo note
— ¿Puedes llevarme esta comida a mi habitación por favor? — dije con la voz firme, no quise que la estúpida me viera llorar o algo.
— Enseguida — Blanca recogió mi comida y se alejo de ahí.
— Querida... — dijo mi abuela, al parecer noto mi incomodidad y lo descortés que estaba siendo la vieja de Prisila.
— No te preocupes abuela, tengo tareas pendientes y debo terminarlas antes de irme al trabajo — mi abuela sabia perfectamente lo que me sucedía.
— De acuerdo, mas al rato te subo a ver — asentí.
— Compermiso, señora Prisila — dije con sarcasmo y me fui de ahí.
Con Alonso
— ¿Que sabes de Ailim? — pregunto el pelirrojo a Jos.
— Solo se que apenas se mudo aquí, y estudia en la misma universidad que yo — Alonso toco su barbilla.
— Interesante — dijo y tomo asiento en el suelo al lado de Jos.
Jos quiso alejarse, pero sus esfuerzos fueron inútiles.
Alonso tomo un cuchillo que se hallaba en el piso, y delineo el contorno de este con su dedo, en su reflejo vio que sus ojos ahora eran verdes, maldita luna nueva.
— Se me esta acabando el tiempo — susurro el ojiverde. Jos al escuchar eso frunció el ceño, Alonso dejo el cuchillo a su lado y miro a Jos — Mañana se decidirá si te dejo libre o te mato — dijo de lo mas normal.
Jos abrió los ojos a mas no poder.
— ¡¿Matarme?! pero ¿por que? no te he hecho nada — dijo apunto de derramar lágrimas.
Alonso puso los ojos en blanco.
— Haber primero no seas maricón, no llores, segundo, si te dejo libre sera por que me vas a servir de algo y tercero si te mato sera por que ya viste mucho y sabes mucho de mi ahora, así que eso no me conviene.
Jos comenzó a respirar rápidamente.
— Mañana se vera, mañana — dijo Alonso, Jos solo se quedo con cara de asustado.
-Dalia
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Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]
FanfictionLa leyenda que nadie quiere contar. La vida de Ailim Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, ella ha decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta...