Capítulo 12 "Jesús Omar"

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Caminábamos por el campus de la universidad, íbamos hacia nuestra aula para que pudiera recoger mis cosas y marcharme a casa.

— No te preocupes Ailim, si dejan algo de tarea o dicen algo importante te avisaré — me dijo Bryan mientras me miraba algo preocupado.

— Gracias Bryan, en verdad te lo agradezco — le sonrei.

— No hay de que, Ailim.

— Oye, lamento que no entrarás a clase ahorita — siempre odie que mis amigos hicieran algo por mi que les llegara a perjudicar.

— No tienes por que preocuparte, el profesor de la clase que nos toca es compresivo, entenderá el motivo y me dejara entrar, no te angusties por eso — escuchar eso me tranquilizo un poco — Lo que debes hacer es descansar y no preocuparte por cosas insignificantes — comento Bryan — lo que te paso no es normal.

— Lo se, la verdad igual no estoy  tranquila por eso — suspire — solo esperó que no vuelva a pasar.

— Si, debes seguir las recomendaciones de la enfermera.

(...)

Iba en camino a casa, el autobús avanzaba demasiado lento, debo decir que odio eso, pero en esta ocasión no me importó mucho.

Alonso... Alonso Villalpando. En verdad ¿él puede llegar a ser tan malo?, es un misterio, él es un misterio, algo que por alguna razón me ha llegado a interesar.

El autobús paro en una gasolinera, la musica que traía puesta me saco de mis pensamientos, "You Rock My World" de Michael Jackson era una de mis canciones favoritas. Sonreí al escucharla ya que me traía muchos recuerdos buenos, los cuales se habían esfumado. Mi vida no ha sido muy fácil, he sufrido muchas cosas, algunas son traumáticas.

Por ejemplo cuando tenía 17 años tuve un novio, lo quería demasiado, pero él murió en una redada de una discoteca, alguien le empujo y se golpeo la cabeza tan fuerte que estuvo en coma durante dos semanas, me sentía tan culpable, yo estaba ahí y no pude evitar que lo empujaran, fue un milagro que yo saliera viva de ahí, lamentablemente el golpe había sido demasiado severo y murió, su nombre era Jesús Omar, era un chico increíble, tenía una hermosa voz, le encantaba cantar. Al recordarlo el corazón se me encogía, y sin percatarme mis ojos estaban apunto de derramar lágrimas. Odio, odio con todo mi ser las discotecas, odio escuchar que jóvenes como yo van a divertirse ahí sin pensar en los riegos, les tengo pánico por que ahí fue donde perdí al primer chico que llegue a amar.

#Flashback

23 de mayo de 2015 (un mes antes de su muerte)

Apreté los párpados para evitar que las lágrimas salieran pero fue inútil,  él tenía un futuro por delante, era muy talentoso debí haber muerto yo, no él, recordé todas las canciones que escribía para mi, todas las tengo en un CD que él me regalo la fecha de nuestro último aniversario.

Otra cosa trágica que sufrí fue la muerte de mi madre en este año, ella estaba gravemente enferma desde hace tiempo, tenía una enfermedad crónica llamada leucemia, esta enfermedad poco a poco fue acabando con su vida hasta que un día me la arrebató, ya no tenia mamá que era la que siempre estaba ahí para mi, la que me daba consejos, la que me brindo su apoyo y su amor cuando Jesús murió, siempre que me preguntan sobre ella y de como murió respondo que en un accidente, prefiero decirlo a recordar su agonía en esa enfermedad horrorosa.

No se que tiene la vida contra mi, siempre me quita a las personas que más amo.

En cuanto a mi padre, solo lo veo una vez al año, siempre ocupado, sin tiempo para mi, con sus preocupaciones, a veces siento que no le importo. Nunca pregunta por mi, ni siquiera intento darme aliento cuando mi madre murió. A los únicos que les importó es a mis abuelos.

Tonta Ailim tus lágrimas no sirven de nada, como si con ellas pudieras revivir a las personas que perdiste.

Abrí los ojos y me di cuenta que ya había llegado al pueblo al que me mando mi "amado padre". Limpie mis lágrimas y baje del transporte, en esta ocasión no me importó la gente y su estúpida manía de persignarse por una persona que baja en el pueblo.

Eran la 11:39 de la mañana y aun parecía como si fueran las 7:00.a.m, fruci el ceño al notar la neblina y las calles desérticas, sin mencionar el frío que hacia y el aire, me abrace a mi misma y di unos pasos. Esto es raro.

— Pobrecita — escuche una voz no muy lejana, gire para todas las direcciones, se de quien se trataba.

— ¡Dejame en paz! —exclame, no estaba de humor como para lidiar con él.

De pronto Alonso se encontraba enfrente mio. Abrí los ojos al notar el lindo rostro albino molesto, el cual fue cambiando por una sonrisita.

— ¡Hola, preciosa! — dijo mientras caminaba al rededor mio — ¿Un mal día? — se detuvo a mi costado y me observo de reojo.

— No te importa — él soltó una carcajada.

—  Es una lastima, pensaba que tal vez...querías compartir con alguien tus penas.

— ¿Crees que te diría algo de mi vida? — dije con amargura.

— Puede ser — levantó una ceja — Por cierto, nena ¿conoces a un  tal Jos...Jose? — esto no esta bien.

— ¿Que le has hecho? — pregunte molesta — ¡Habla maldito!.

Alonso se hizo el ofendido y puso una mano en su pecho.

— ¿Que te hace creer que le hice algo? Insisto, esta gente si que se ha encargado de dañar mi reputación.

— ¡Mira Alonso no quieras hacerte el inocente conmigo, que ya se como eres, mas vale que dejes a Jos en paz!

— Y si no ¿Que? — se acerco a mi lo demasiado como para sentir su frío aliento sobre mi cara.

-Dalia

Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora