Me removí en mi asiento un poco incomoda, Jos al notar eso fruncio el ceño.
— ¿Te encuentras bien? — preguntó el pelinegro.
— Claro, pero es que me resulta un poco difícil esto — suspire.
Jos se movió y se inclino un poco mas hacia delante.
— ¿Que pasa? — preguntó serió.
— Bueno, es que — le di una mirada rápida y agache la cabeza — Alonso me propuso algo y yo acepte, por eso te dejo libre.
Sabía que Jos tenia la mirada clavada en mi, podía sentirla y era algo que me ocasionaba mas nervios.
— Bueno ¿Que es eso que te propuso? — apreté los párpados era ahora, tenía que decirle.
— Jos, tienes que prestarle tú cuerpo a Alonso. Si no lo haces él te matará, por favor hazme caso — dije todo de golpe, Jos abrió los ojos a mas no poder, parpadeó un par de veces y fruncio el ceño.
— ¿Que? — dijo con un toque de sorpresa en la voz — ¿Prestarle mi cuerpo a... Alonso?
— Si, Jos, Alonso me pidió que te convenciera, yo tenía otro plan por eso acepte, pero desafortunadamente no resultó, creí que era mejor decirte la verdad, antes de engañarte para hacer que le prestes tu cuerpo — dije un tanto preocupada.
— ¿Pero por que?, ¿por que mi cuerpo? — dijo asustado, agache la mirada.
— Según él, por que contaste la leyenda completa y eres sangre pura ya que siempre has vivido en este pueblo — la mesera llegó con nuestros pedidos.
— Aquí tienen sus dos moka oreo, que los disfruten — dijo.
— Gracias — dijimos al unisono, la mesera se retiró de ahí.
— ¿Y ahora que voy a hacer? — la canción del piano termino y bajamos el tono de voz.
— Lo siento Jos, pero es que, él me lo dijo. Si no lo haces te va a matar — dije con tono de suplica.
Jos toco su frente algo frustrado.
— Entonces estoy obligado a hacerlo — dijo serio.
Asentí, Jos pegó un puñetazo a la mesa el cual hizo que me sobresaltara y la gente volteara vernos.
— ¡Maldita sea! — exclamó.
— Jos, por favor, tranquilo — dije con voz pasiva, no quería alarmar a la gente o que pensara que estábamos peleando — tenemos que encontrar la forma de resolver esto.
— ¡Ah sí! ¿como? — dijo con sarcasmo — nunca vamos a poder contra él, Ailim, él es el diablo — Jos se levantó, y yo lo seguí con la mirada.
— ¿A donde vas? — pregunte.
— A buscarlo. Y a que me mate de una vez, prefiero eso antes de prestarle mi cuerpo — camino hasta la salida.
— ¡Jos, espera! — saque de mi abrigo varios billetes para pagar, ya se que no tomamos lo que habíamos pedido pero habían malgastado ingredientes y tiempo en prepararlos. Deje el dinero sobre la mesa y salí corriendo detrás de Jos llamando la atención de todos las personas.
Al pisar la calle el aire impacto contra mi cara, hacia demasiado frío. Observe la silueta de Jos caminar por la oscuridad.
— ¡Jos, no puedes hacer eso! — grite.
— ¡Basta, Ailim! — él giro para poder verme — ¡Ya hiciste mucho! Dejame resolver esto a mi.
— ¡No, Jos! no voy a permitir que te mate, por favor, considera lo que él quiere, sólo sera por las noches de luna llena — dije tímidamente, había llegado hasta donde estaba — no puedes dejar que te mate, por favor piensalo — Jos apretó los párpados y suspiro.
— Me va a lastimar — negué con la cabeza.
— No lo creó, Jos, consideralo, te promento que me voy a hacer responsable si te llega a hacer algo — Jos me observó y me envolvió en un abrazo — todo va a estar bien.
En eso una risa se hizo presente.
— ¡Vaya, vaya! — dijo el pelirrojo mientras se acercaba a nosotros riendo — Que bonita sorpresa, me he encontrado con Romeo y Julieta — me observó.
— ¿Que quieres Alonso? Dejanos en paz — hable.
— Huy, quien te viera. Creo que soy el único chico al que tratas mal ¿a mi no me aceptas una cita? — comento burlón.
— ¡No la molestes! — se interpuso Jos.
— ¿Si no que? ¿Me vas a golpear Jos? — volvió a reír — bueno ya, un pajarito me dijo que ya le dijiste de nuestro trato — lo mire con miedo.
— Eso era lo que querías ¿no? — Alonso sonrió.
— Exacto, que obediente eres — miro a Jos — ¿Que te parece Canela? Seremos la misma persona— Jos apretó los dientes.
— Solo lo hago por Ailim, no creas que me agrada mucho la idea — comentó Jos con asco.
— Me da igual si lo haces por ella, por Justin Bieber por quien quieras. Eso a mi no tiene por que interesarme — nos dio una mirada a los dos y por último Alonso poso su vista en mi. Pero no me sentí mal cuando me miró, ni siquiera una pizca de miedo, me miraba diferente — te veo pronto Canela, espera mi visita.
Alonso se perdió en medio de la noche, dejándonos a Jos y a mi solos.
-Dalia
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Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]
Fiksi PenggemarLa leyenda que nadie quiere contar. La vida de Ailim Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, ella ha decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta...