La noche estaba a punto de llegar y mis abuelos aun no llegaban, seguramente después de ir al panteón fueron a pasear, y yo aquí encerrada, bueno igual en unas horas mas iré a una fiesta sin su permiso.
Esperaba que ya no se tardaran mucho. Tome una maleta y metí el vestido ahí, junto con unas zapatillas, algunas joyas que harían juego con el vestido(vestido en multimedia) y cerré la maleta, solo seria cosa de esperar a que llegaran y entraran a su habitación, así podría salir sin problemas.
(...)
Ya habían dado las 9:30 y mis abuelos iban llegando, salí rápidamente a su encuentro.
— ¡Ailim! — dijo mi abuela asustada, ya que la había espantado.
— Lo siento, solo venia a decirles que iré a dormir, me siento un poco cansada — dije.
Mi abuelo asintió.
— De acuerdo hija que descanses — hablo mi abuelo.
— ¿No quieres que Blanca te prepare un té antes de irte a la cama? — pregunto mi abuela.
— ¡No! Así estoy bien, en verdad solo quiero dormir — solté un suspiro — Hasta mañana.
— Descansa — dijeron al unísono.
Me metí a mi habitación, y abrí la ventana por donde me había salido aquella noche para ir a buscar a Alonso observe que no hubiera tanta gente pasando y regrese a tomar mi maleta, me acerque a la ventana y salí con mucho cuidado.
— Vamos, Ailim no debes hacer mucho ruido — me dije a mi misma — Solo unos cuantos pasos mas y somos libres.
Camine hasta la escalera que daba a la cochera y baje, cuando mis pies tocaron el pavimento salí corriendo en dirección a la casa de Areli.
Cuando llegue toque el timbre y enseguida me abrió su mamá.
— ¡Hola! Tu debes ser Ailim Basteri — dijo con una enorme sonrisa, parecía emocionada.
— Esa soy yo — dije amablemente — Mucho gusto señora.
La señora me tomo de la mano y me metió a su casa.
— Adelante linda, Areli esta en su habitación, me comento que irán juntas al baile de las luciérnagas — dijo con una sonrisa.
— Así es señora — dije.
— Me parece muy bien, ¡Nicolás, Areli decía la verdad ira al baile con la hija de mi cantante favorito! — grito, a lo que yo frunci el ceño, la mamá de Areli me miro y se dio cuenta de mi expresión.
— Oh lo siento. Es que todos en este pueblo sabemos quien es tú papá, yo no le creía a Areli cuando me dijo que iba a ir a baile contigo — sonrei.
— ¿Puedo pasar a verla? — dije tratando de esquivar el tema de mi papá.
— Oh claro, su recamara esta justo ahí —me señalo él final de un pasillo.
— ¡Gracias! — dije, en eso llego un señor, supongo que era el esposo y papá de Areli.
— Es ella — se escuchó un susurro departe de él, no le di importancia y entre a la recámara de Areli.
— Hola — dije cerrando la puerta, Areli estaba frente al espejo de su recamara, ya tenia el vestido puesto, pero el de ella era un poco mas ligero que el mio debido a su situación, ya que con la silla de ruedas le seria muy estorboso un vestido enorme.
— ¡Hola! — dijo alegremente — Que bueno que llegaste, tenemos poco tiempo para arreglarte.
— Lo se, es que...me escape de casa y...
— ¿Que? — pregunto alarmada.
— Larga historia, luego te la cuento, me voy a arreglar para irnos pronto — dije poniendo la maleta sobre su cama — por cierto, te ves muy guapa — le Sonreí.
— Gracias Ailim — dijo algo sonrojada — ¿Te ayudó?
— Si, por favor.
(...)
Después de un rato, de lidiar con el vestido ya que no podía subir él cierre por que se atoraba, si seguro era eso o ¿estoy gorda?, bueno no importa, logramos subir el cierre del vestido después Areli me ayudaba a hacerme unos rizos, e hizo una media coleta, la verdad no se veía tan mal el peinado, finalmente me estaba maquillando.
— ¡Estas hermosa! Estoy segura que cuando lleguemos al baile seras víctima de muchas miradas — dijo alegremente.
— Gracias Areli — dije — Bueno ya estoy lista, hay que irnos apenas vamos a tiempo- dije.
— Si ya vámonos, mi papa nos llevara en su auto para así llegar más rápido, iré a verlo — Areli salio de su habitación, y yo volví a mirarme en el espejo.
En verdad parecía una princesa, me veía muy linda, sonrei, hace mucho que no me sentía tan bonita.
-Dalia
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Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]
FanfictionLa leyenda que nadie quiere contar. La vida de Ailim Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, ella ha decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta...