Narra Ailim
La musica de Michael Jackson que había elegido para escuchar mientras comía y hacia tarea sonaba fuertemente en mi habitación, "Smooth Crimal" era la que se escuchaba casi hasta en la segunda planta.
Estaba a punto de terminar mis tareas pendientes cuando alguien entra a mi habitación, y no era nada mas y nada menos que Prisila, le baje el volumen a la musica y la observe raro, ¿que hace aquí?
— ¡Oh! disculpa creí que aquí era el baño — dijo entrando a mi habitación "aja si el baño, como no" puse los ojos en blanco
— Señora si fuera lo bastante inteligente se inventaría otra excusa — me levante de donde estaba y me cruce de brazos — el baño esta abajo y a simple vista, a menos que quiera utilizar el mío — señale la puerta del baño de mi habitación, Prisila me observo tensando la mandíbula — ¿Que quiere? — solté un suspiro, es obvio que vino a buscarme para... No se, tal vez despreciarme mas, ¿puede ser eso, no?
La ridícula paseo su vista por toda mi habitación.
— Creí que tu padre era más, generoso con respecto a su familia, pero veo que no — descruce los brazos y frunci el ceño — pero total cuando todo esto pase a ser mio destruiré esta horrible casa — ¿que estupidez esta diciendo?
— Disculpe pero esta casa es hermosa, solo por que esta vieja no significa que mi padre me haya mandando a un lugar de porquería — comente y avance unos pasos para acercarme a ella — y escuche bien. Nunca esto pasara a ser suyo, por que si tan amiga de mi padre se creé, él le hubiera dicho que esta casa esta a mi nombre y que pasare a ser dueña de todo cuando mis abuelos fallezcan, así que deje de hacerse ideas ridículas por favor — volví a tomar asiento esperando que con lo que le dije se fuera, pero no.
— ¡Escuchame bien mugrosa! — le dedique una sonrisa burlona cuando gire a verla, sus mejillas habían adquirido un tono rojizo — seguro tu madre era una arrastrada que se le metió hasta por los ojos a tu padre — hija de la gran puta — y claro, como todo hombre débil y estúpido creyó que tu eras su hija.
Ahogue una carcajada en serio ¿como hay gente tan idiota?
— Señora...— me interrumpió
— ¡Callate! — exclamó — Ya verás escuincla, demostrare que no eres hija de Luis Miguel y entonces todo esto sera mio.
Esta doña si que esta loca.
— Si, lo que usted diga — dije restándole importancia a sus palabras — Yo se muy bien quien es mi padre, y usted señora, no tiene ningún derecho de venir y poner eso en duda — le sonrei — ahora le suplicó que abandone mi habitación por favor — dije yendo hacia la puerta y abriéndola para que saliera — si no mis abuelos van a sospechar que no fue al baño, o tal vez ya hasta se dieron cuenta.
-— ¡Ya veras mocosa, el que ríe al último ríe mejor!
— ¡Ya vayase! — Prisila salio de mi habitación y yo posteriormente azote la puerta.
Que vieja tan ridícula, pensar en quitarme la casa que me dejo mi padre y además llamar a mi madre arrastrada, estúpida, esta loca si cree que puede quitarme todo esto y para colmo decir que mi papá no es mi papá.
Volví a subirle el volumen a la música y olvidarme del pequeño incidente que acaba de pasar.
Con Alonso
El ojiverde se encontraba en las habitaciones de la planta de arriba, acostado en una cómoda cama mientras la luz de la luna entraba por la ventana.
— ¿Como estas, cariño? — hablo la dulce voz de una mujer.
— Mal, mamá el tiempo se me agota — respondió Alonso.
— Tranquilo. Algo me dice que todo saldrá bien - Alonso se levanto de la cama y camino hacia la ventana.
— El chico que esta abajo es la única solución — dijo serio.
— Hijo, ¿por que haces esto?
— Por que no puedo decirle a la chica la verdadera razón — hablo poniéndose las manos en la cabeza — Es frustrante mamá. No puedo ocasionar nada en el pueblo cuando se que ella vive aquí. Mi energía se agota.
Algo pasaba con Alonso, no comprendía la razón por la cual no podía causar el mayor daño a el beso del diablo, lo único que había hecho era incendiar una granja, y entre menos cosas malas hiciera su energía se agotaba, era Ailim la que le impedía hacerlo y no entendía como, ella ni siquiera era consciente que por ella no había ocasionado problemas en el maldito pueblo.
Que suerte tienen los habitantes de este tiempo
Pensó Alonso, si no desde el primer día que el hubiera puesto un pie en el pueblo este estaría ardiendo en llamas.
Lo único que Alonso podía hacer para recuperar energía era tomar un cuerpo humano las noches de luna llena y tenía que ser de la persona que contó la leyenda completa, esto cambien evitaría que sus ojos lo delataran.
— Ten paciencia mi niño — hablo la luna — se que la paciencia no es tu fuerte pero creó que en esta ocasión tendrás que ser paciente.
— Es que si no lo convence mamá desapareceré para siempre, necesito que lo convenza yo no puedo, tiene que ser otra persona.
— La hará ya veras
El pelirrojo no se quedaría de brazos cruzados. Descubriría ese algo que Ailim posee para que le impidiera ocasionar problemas sin que ella se diera cuenta que era el escudo de todo el estúpido pueblo, Alonso era controlado contra su voluntad.
— Estúpida y tierna niña bonita — dijo Alonso mientras esbozaba una sonrisa perversa.
-Dalia
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Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]
FanfictionLa leyenda que nadie quiere contar. La vida de Ailim Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, ella ha decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta...