Cuando estuve dentro del cuarto de mi abuela cerré la puerta detrás de mi y fui hacia su closet, lo abrí y me di cuenta que tenia mucha ropa, arriba había algunas cajas, saque algunas y las abrí, tenia abrigos guardados en las cajas, esta fracasando con mi búsqueda del vestido, ¿que tal si no tenia?, eso seria lo que me iba a impedir ir al baile, había otras dos cajas dentro del closet, las saque, para ser sincera pesaban demasiado, cuando las logre poner en la cama de mi abuela abrí primero una de ellas y me encontré con otro abrigo ¿en serio tantos?, mis esperanzas estaban acabando, tome la ultima caja y la abrí, los ojos se me iluminaron cuando vi que adentro había un vestido, lo saque y lo observe.
— Es precioso — dije asombrada — Este me servirá — sonreí.
Me apresure a guardar todo en su lugar y salí de la habitación de mi abuela con el vestido que había encontrado.
— Estupendo, lo único ahora que me falta resolver es, ¿como voy a salir por la ventana con este vestido? — me dije a mi misma, lo medite un poco y pensé que lo mejor era cambiarme en la casa de Areli, o arriesgarme a salir así vestida por la ventana.
Tome mi celular y le mande un mensaje a Areli, diciéndole que si podía cambiarme en su casa, a lo que ella me respondió que si.
— Genial, eso es genial — dije emocionada.
(...)
Horas mas tarde.
Estaba acostada bajo las sabanas, pensaba en Alonso, no lo he visto desde esa noche que me visitó en el hospital, ¿y si le paso algo?, sacudí la cabeza ahuyentando esas malas ideas de mi cabeza. El sabe defenderse es algo absurdo que piense que le paso algo.
Es un chico increíble, el mas lindo que halla visto en toda mi vida, debo aceptar que sus ojos me fascinan, cuando los veo me dan un gran consuelo.
Cerré mis ojos y dibuje una sonrisa en mis labios, y poco a poco me fui quedando dormida.
— ¡No! deja a Alonso por favor — dije suplicando a ese ser infernal.
— No, este chico ahora me pertenece — dijo agarrando por él cuello a Alonso, el pelirrojo apenas podía respirar.
—Ve...te...ve..te— me decía Alonso apenas pudiendo pronunciar palabras.
— ¡Hago lo que quieras, pero dejalo! — dije incandome en el césped.
— ¿Lo que yo quiera? — asentí — Ven conmigo a las tinieblas.
— De acuerdo, pero dejalo libre — aquel ser dejo a Alonso y este cayo al piso mientras respiraba con dificultad.
— ¡No, Ailim !— exclamo Alonso.
Aquel ser infernal le clavo a Alonso una espada es su pecho.
— ¡NOOOOO!
Abrí los ojos, solo había sido un sueño.
— No, Alonso, no— dije y me incorpore para poder respirar mejor.
Mire el reloj y marcaban las 4:39 a.m.
Me levante de la cama y fui al baño para tomar papel higiénico y secarme el sudor que corría por mi frente, así lo hice y regrese a la cama.
— Ojala no le halla pasado nada malo — susurré para mi misma y mire la luna que brillaba con intensidad a través de mi ventana.
Me acosté nuevamente y volví a cerrar los ojos.
(...)
Al día siguiente.
Me encontraba en mi habitación, escuchando música, cuando mi abuelo entró.
— Hija iremos al cementerio, te llevaríamos pero tienes heridas puede darte un mal aire — dijo.
— Me dan miedo los cementerios de todas formas — dije un tanto sería.
— ¿Sigues molesta por que no te dejamos ir al baile? — negué — De acuerdo — me dio un beso en la Mejilla — Feliz día de muertos — salió de ahí.
— Si iré al baile — susurré.
Así es hoy es dos de noviembre la noche de todos los santos, hoy muchas personas saldrán a la calle con disfraces a pedir dulces, es mi época favorita.
Me acerque a mi ventana y vi a los vecinos alegres, poniendo adornos, incluso ya había gente con disfraces.
— Que bonito — dije.
Mire el reloj marcaban las 5:30 p.m.
— Vamos reloj avanza mas rápido, muero por ir a ese baile.
-Dalia
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Hijo de la Luna |Alonso Villalpando| [FINALIZADA]
FanfictionLa leyenda que nadie quiere contar. La vida de Ailim Basteri es sumamente normal, la típica vida de una chica de 19 años que sólo busca ser alguien en la vida, ella ha decidido estudiar en la Universidad la carrera de Filosofía. Todo iba bien hasta...