Capítulo 4:
Alessia.Despierto con un calor terrible, tengo la sensación de estarme quemando por dentro, el bochorno que reina en mi habitación es inmenso. Me remuevo en la cama en busca de comodidad, para así continuar durmiendo un poco más. Las imágenes de la noche anterior revolotean por mi cabeza, y lo que se repite una y otra vez, es el hecho de que me he quedado sin empleo. Abro los ojos lentamente, me molesta terriblemente la luz, una vez que lo consigo, puedo ver que me he dormido con el vestido, maquillaje y hasta los zapatos puestos. No sé en qué momento sucedió, lo último que recuerdo es haber ido a la cocina por una vieja botella de vino, un vaso y volver aquí con mis ganas de vivir tiradas por el suelo. Ahora me duele la cabeza, no me quiero levantar y sé que Andrew va a matarme cuando descubra que su valiosa botella ha desaparecido. No sé por qué lo hice, simplemente tuve un ataque de desesperación y ansiedad.
Los estragos de haber consumido alcohol cuando no estoy acostumbrada a ello, se hacen presente. Además de la bomba de tiempo que permanece en mi cabeza, siento la necesidad liberar mi estómago. Lo que me recuerda que no probé bocado en toda la noche, esto es terrible. Me duele jodidamente la cabeza, y siento que la vida se me escapa por los poros. Me siento en la cama, no tengo idea de qué hora pueda ser, pero por la claridad de mi habitación, no es para nada temprano.
— ¡Jesús! —Vocifero llevando mi mano al pecho, tambaleándome un poco por la cruda que me cargo, y el susto de ver a mi hermano sosteniendo la botella en sus manos. Su cara me lo dice todo, él no está de buenas conmigo. — ¿Qué haces aquí?
—Creí que sería buena idea quedarme por la mañana para que habláramos de lo que sea que te haya puesto de tan mal humor ayer. —Golpea dos veces su reloj con el dedo índice, mostrando la hora. Me quedo ojiplática cuando lo veo. —Son casi las once y me asusté al ver que no despertabas, como siempre hago todo lo que un buen hermano haría, vine hasta aquí para cerciorarme de que todo estaba bien contigo. Cabrona sorpresa la que me llevé cuando vi la botella en el suelo, y a ti, tirada como piltrafa sobre la cama. Ni siquiera te cambiaste de ropa, ¿Qué ocurrió, Alessia?
—Nada. Es solo que... —piensa, Alessia, piensa solo un poco. No, con este insoportable dolor de cabeza no conseguiré nada. —El evento me pareció pesado, había gente para nada gentil e insoportable, le dije a mi jefe que me retiraría del lugar y me vine. Mi actitud fue causada por el cansancio, es solo eso. En ocasiones, uno necesita dormir un poco más de lo normal.
—Y eso hizo que tú, santa Alessia, rompiese su regla de no al alcohol, te creo. —Dice sarcástico. —Ahora lánzame la de vaqueros, solo entonces tu fabulosa historia quedará perfecta.
—Si me crees bueno, y si no también. —Lo tomo de los hombros. —No hagas tanto drama, siempre hay una primera vez para todo. Se trata de aprender una lección, y te juro que esta fue la primera y última vez en que yo consumo eso. Ahora, huelo a rayos y quiero dame una ducha, ¿Puedo?
—Puedes, claro. —Ironiza. —Cuando lo hagas, bajas y te tomas las pastillas que están en la encimera, con zumo. Desayunas o almuerzas, no sé. He dejado una sopa para que la calientes y la bebas. Después regresas a dormir, tú que puedes. Porque yo debo trabajar. Al contrario de ti, no me dan días libre.
—Como digas. Bájale a tu pose de "reina del drama" por favor. Tienes un equipo increíble en tu restaurante, cualquier día podrías dártelo libre, no lo haces porque no quieres. Sal de mi cuarto, quiero bañarme.
—Eres... —se pasa las manos por la cara, está frustrado. —Me pagarás la botella que tomaste, la tenía guardada para un día especial, como hoy, por ejemplo. Pediré la mano de mi novia y no tengo con que celebrarlo.
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Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)
RomanceÁmame a tu manera. Alessia Woods es una chica con muchos sueños. Consigue entrar a Bateman Designs como secretaria del jefe. Con toda una vida por recorrer, se ve inmersa en un divertido romance con Chase. Quien es dueño absoluto de su empresa, mas...