Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)

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Espero que lo disfruten, muchos abrazoooooos.

Cinthya.

Capítulo 26:
Alessia.

Cruzamos lo que conforma la parte de la granja, y el viaje continúa en dirección a un espacio abierto. Cinco, diez minutos tal vez, transcurren, hasta que llegamos al sitio al que él quería llegar, puesto que nos detenemos. Con habilidad, y sin siquiera rozarme, se baja del caballo. Extiende sus brazos para recibirme cuando hago el intento de bajar yo sola, pero solo consigo ver la imagen en futuro de los dos tirados en el suelo. Le digo que no puedo, y entonces, Chase es quien me indica lo forma correcta para hacerlo. Una vez que toco el suelo, siento que he desbloqueado un nuevo aprendizaje en mi vida.

Montar en caballo, subir y bajar del mismo sin morir en el intento, ¡Conseguido!

Deja a Babe libre, el animalito simplemente se queda dando vueltas por el sitio. El toma mi mano, guiándome por lo que parece una entrada a algo. Nos adentramos en medio de los árboles, hasta detenernos frente a un quiosco.

— ¿Qué es aquí?

—Según mi abuelo, el lugar perfecto para estar con uno mismo. Solía decir que tenía la combinación perfecta, un ambiente agradable y soledad. El silencio propicio para poder escuchar eso que el ruido, los problemas y las personas no permiten. Siempre desaparecía por largo tiempo, y un día le seguí, descubriendo que se quedaba aquí. A veces leía, incluso se quedaba a trabajar o simplemente tomar una siesta. —Sonríe ante el recuerdo. —Me descubrió, pero nunca lo dijo, hasta el día de su muerte, donde me pidió que no dejara que este sitio perdiera su encanto. Claramente, eso no puedo cumplirlo personalmente, por lo que Igor y Megan se encargan de él, hacen un buen trabajo. 

—Creo que tu abuelo tenía razón, este sitio es... encantador.

—Lo sé, por eso pocos tenemos acceso a él. Mi abuelo era un gran hombre, por eso este sitio se llama Mawi, una unión de magia y William, su nombre. 

—Me temo, y sin temor a equivocarme, que no era un gruñón como tú, pero te ha dejado su gran corazón. —Murmuro abrazándole por la espalda, dejando mis manos sobre su pecho, donde él las toma. — ¿Quién es Milú?

—El hermano de Meghan. Ven —se hace a un lado para dejarme pasar, y tomar asiento en la orilla del quiosco. 

— ¿Y en qué le has ayudado?

—Sus padres trabajaron aquí, y Meghan siempre nos recibía cuando veníamos de vacaciones, nos hicimos amigos, por eso nos tenemos confianza. —Le miro con atención. —Cuando entré a la universidad dejé de venir, hasta hace unos seis o siete años atrás, regresé porque el abuelo se puso enfermo, mis visitas se hicieron más frecuentes, y me encontré con Meghan, sus padres habían muerto, y me impactó saber que ella se hacía cargo de su hermano. Su padre falleció por complicaciones en los riñones y su madre durante el parto, lo que le llevó a dejar todo. Ella quiere lo mejor para Milú, y yo le propuse que el pequeño tuviese la oportunidad de estudiar en la ciudad, a través de un plan de beca.

—Y tú eres el benefactor, ¿Verdad?

—Sí, pero ella me agradece porque piensa que yo conseguí la beca, no tiene idea de que soy yo quien se hace cargo directamente. —Deposito un beso en su mejilla. — ¿Y eso por qué?

—Eres un buen tipo, Chase. 

—Solo he aprendido a compartir lo que tengo. —Sonrío. —Milú estudia toda la semana en un internado, y viene los viernes al finalizar sus clases. Charlie se encarga de traerle, y luego llevarlo los domingos. Dos meses atrás le cambiamos de sitio, estaba teniendo muchos problemas de adaptación, pero ahora ya todo se ha solucionado.