Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)

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Capítulo 6:
Alessia.

Un nuevo día, nuevas oportunidades.

Desde la aurora hasta el maravilloso atardecer que envuelve el fin con una maravillosa noche, siempre es un buen momento para cumplir todo aquello que siempre quisiste. En mi caso, de hacer la vida de "una sola persona" algo diferente. En cuanto he despertado me aseguré de estar completamente restablecida de lo ocurrido ayer. Mis pies pisaron el frío suelo y enseguida busqué el cuarto de baño para asearme, más pronto que tarde me encontraba lista para vestirme, hoy puedo estrenar mi uniforme de trabajo. Es mi regreso a Bateman Designs, y será triunfal, de eso me encargo yo. La insistencia del señor Bateman y la estrategia que utilizo para hacerme volver a su empresa, serán una seria motivación para llegar con todo.

Ahora termino de calzarme y arreglar un poco mi cabello. Lo que menos quiero es dejar una mala impresión en mi reintegración al trabajo. Ya lista, me dirijo a la cocina, con la esperanza de que en el camino aparezca el bolso que utilicé ayer, puesto que ahí está el móvil. Lo consigo ver sobre la mesa, entonces lo tomo, lo abro y saco el aparato, sigue encendido, pero necesita carga, lo dejo ir en el bolso de hoy y coloco éste sobre el sillón.

— ¿Qué haces levantada tan temprano, y con esa ropa? —Mi hermano está sentado sobre un banco mientras disfruta de un café, por lo que mi olfato puede percibir. —Necesitas descansar, no tuviste una noche muy buena que digamos.

—Iré al trabajo. —Digo con obviedad encogiéndome de hombros. Saco un poco de jugo de la nevera.

— ¿Conseguiste otro tan rápido? ¿Cómo te sientes de lo de ayer? Por lo que veo, estás perfecta.

—Otro, no. Es el mismo, bueno, aunque desde el punto de vista de mi jefe: Nunca lo perdí, porque existe un contrato de vigor con vigencia no agotada. Por lo tanto, jamás estuve despedida. —Saco unas cuantas galletas para comer. —Perfecta, es la palabra que me describe ahora mismo, y mi estómago está como nuevo. Lo de ayer estuvo terrible, pero ahora mismo, y gracias a tus cuidados, me encuentro mejor que excelente.

— ¿A ver? —Frunce el ceño confundido. —Si creíste haber renunciado, y estabas tan segura que faltaste ayer, ¿Cómo es que nunca lo perdiste?

—Vete tú a saber, ayer supe que no estaba despedida. Por lo cual, debo volver a mi preciado puesto. ¿A qué es divino? Y tú, ¿No piensas trabajar hoy o qué? —Hasta hace unos instantes he notado que continúa en pijamas.

—Uhm. —Murmura no muy convencido, lo sé, soy su hermana y le conozco cada gesto por mínimo que sea. —Me caso en dos meses y hay ciertas cosas que hacer previo a ello. La tía Gloria, nos ha conseguido unas charlas matrimoniales, según ella ayudan a saber si verdaderamente queremos estar juntos, dime tú, si hemos pasado tantos años de novios, hemos discutido, soportado enamorados imprevistos y todo lo que puedas imaginar, ¿En serio cree que voy a dar marcha atrás? Yo no haría semejante cosa. Con lo que nos costó llegar a esta decisión. Hoy debemos ir a ver los días en que nos tocarán las dichosas charlas. Además de que pensaba pasar la mañana cuidándote, pero ahora que sé de tu bienestar, iré unas horas al restaurante.

—Ah, esa tía es medio rara. Pero bueno, no estamos para hablar de eso. —Termino con el último trago de jugo. — ¿Viene Jess, hoy?

—Sí, en la noche. ¿Por?

—Quiero hablar unas cosas con ella. — ¡Y qué cosas! De su jodido primo, absolutamente, y la razón del porqué sabiendo donde trabajo... ¡No me dijo que el jodido jefe es su primo! —Ya sabes, vestidos para las damas, peinados y pequeños detalles para el gran día. Bueno, me voy a lavar los dientes.

— ¿Eso es todo lo qué comerás? Dos galletas y un jugo, ¿En serio?

—En realidad fueron tres, y sí, eso es todo lo que pienso consumir. No quiero recargar demasiado mi estómago. No después de lo de ayer. —Dejo mi vaso a su lado y sonrío con inocencia. — ¿Me lo lavas? —Asiente. —Ah, por favor, cuando vayan a elegir el menú, y te lo aviso desde ya: ¡Nada mariscos!