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Capítulo 43:
Chase.

Es quedarme solo en la casa, y preguntarme qué hice. He pagado con las personas equivocadas mi mal humor, ¿Me arrepiento? Por supuesto. Debería ir tras ellas, pero conociendo a Alessia, un poco de distancia nos vendrá bien. Esa noche visito a mis padres para comentarles lo sucedido.

─ ¿Y ya es para siempre?

─Shantal. ─Riñe mi padre. ─Está hablando de nuestra hija y tú haces esa pregunta. De verdad que a veces pienso en la posibilidad de que tu corazón no funcione como debería, dices y haces unas cosas que me ponen a dudar. Y tú Chase, eres un bruto.

─Ya lo sé, papá. Muchas gracias por recalcarme lo obvio. Creo que es mejor que me vaya a la casa, quería tratar el asunto en persona. Ya saben que si quieren hablar o simplemente ver a Danna, se está quedando en el antiguo apartamento de Alessia.

─Cariño, deberías quedar a cenar.

─No, mamá. No tengo los ánimos suficientes para quedarme.

Mi padre se ofrece a acompañarme hasta la salida. Me detiene antes de que suba al auto.

─No dejes pasar mucho tiempo. Hay cosas, e incluso personas que se pueden perder por una simple tontería. ─Me advierte.

***

La culpa es mortificante, y me sigue cada día. Me faltan los pantalones para colocarme frente a ella y hablar. Le veo llegar todos los días a la empresa, siempre con una sonrisa que mostrarle a todos. Quiero mandarle a llamar, y que suba a mi oficina, pero eso sería un atrevimiento total, no es lo que merece. Podría planear una cena para los dos, y con ello probablemente me manda lejos de una buena patada en el culo. La primera semana, me someto al trabajo en su totalidad, hasta el punto de quedarme a dormir en la oficina, debo aceptar que esa casa, ha quedado demasiado vacía. Soporté el silencio cuando vivía solo, era capaz de pasar horas y horas sin hablar con nadie, pero me acostumbré a su presencia. Por las noches, me dejo envolver por las sábanas coloridas que se ha dejado, ya forman parte de mis objetos favoritos.

Coppola es un genio para su trabajo, que es indudablemente uno de los mejores en tela. Pero lo que tiene de talento, también lo ha sacado de insoportable. Debí sospechar lo que era, desde el momento en que todas las reuniones con él eran suspendidas. Me vuelve loco, y de la peor forma. Yo veo en trato con intereses que benefician a mi empresa, pero él le ve como una oportunidad para hacer amigos. Alessandra es de las que aparece hasta en la sopa, ¿Casualidad? No lo creo. Consigo declinar toda oferta proveniente de su parte, a excepción, de las veces en que Coppola está de por medio. El cliente siempre tiene la razón, y me propongo seriamente mantenerle contento por el bien del contrato, nada más.

Me encierro en la oficina, y me encierro en la casa.

Por más que intento acercarme a ellas, no puedo. Constantemente la culpabilidad me ataca, no tengo cara suficiente para colocarme frente a esas dos mujeres, a las cuales lastimé, y hablarles como si nada hubiese pasado.

Mi padre me avisa que Alessia ha convencido a Danna para que tome terapias, y le acompaño hasta el centro. Pero no me bajo del auto, simplemente observo a la distancia.

Con Agatha, hemos regresado a los tratos profesionales, sin ningún tipo de broma de por medio en la conversación. Sin tomar en cuenta que la única vez en que me decidí a ir, no me dejó pasar. Esto, desde que ha ido por mi hermana y Alessia a la casa. Comprendo que les tiene cariño a ambas, y claramente soy yo quien sale perdedor.

Un jueves por la tarde, recibo una llamada de la empresa con quien estaba por cerrar contrato en Detroit. Ellos han reconsiderado su posición, y me pide una reunión. Sin pensarla dos veces, ese día cancelo todo y hago el viaje. Ese día regreso tan tarde, que el sol saliente es quien me recibe en la ciudad, pero lo hago muy complacido, el contrato vuelve a ser mío. Y aquí es cuando me siento un total imbécil, lo que desencadenó mi enfado monumental aquél día, ya está solucionado, y aquello que yo mismo provoqué, no encuentro la forma de resolverlo.

Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora