Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)

|40|

Tuve un revoltijo de sentimientos con este capítulo, si lo consigo con ustedes, habré triunfado. Es muy largo, porque no podía parar de escribir, pero ha quedado justo como he querido. Espero que lo amen.  :) Y esperen el final... 

*Hueleaarpia.jpg*

Abracitoooooos. 

Capítulo 40:
Alessia.

Después de despedirme de Chase, salgo corriendo en dirección al auto de mi hermano. Tenemos tanto tiempo de no salir juntos, al menos no los dos solos. Me emociona la idea de poder compartir un viaje con él, sobre todo porque iremos de visita con la señora Davies, sí, como antes. Me es imposible las tardes en que nos escapábamos de casa solo para poder visitar a nuestra vecina favorita.

─ ¿Sigues enferma, Alessia? ─me pregunta de solo entrar a su auto. Hago una mueca, no entiendo. ─Se te ve una carita.

─Ah, ayer fuimos a un evento y no he dormido del todo bien. ─Y en cierto punto es verdad. Me estiro cuanto puedo para dejar un beso en su mejilla y después me pongo el cinturón. ─Aquí huele muy rico.

Echo una mirada al asiento trasero, nos acompaña una canasta.

─Llevo algunas cosas como regalo. ─Me dice antes de poner el auto en marcha. ─Ayer me llamaron de cuidados infantiles.

─ ¿Y qué dijeron? ─pregunta interesada en saber.

─En nuestra próxima visita al orfanato, es decir, mañana, podremos llevarnos a la pequeña. Hemos conseguido todo lo necesario, y nos darán la oportunidad de convivir con Angie, en un ambiente más familiar.

─Andrew, eso es increíble. Me imagino lo feliz que debe estar Jessica.

─No se lo he dicho, es más, no pienso decírselo. ─Enarco una ceja y le miro de una forma extraña. ─Mañana iré solo, quiero darle una sorpresa cuando lleguemos a la casa. Los muebles de la habitación ya están en su sitio, no dormí para poder tener todo listo.

─ ¿Te puedo acompañar?

─Si no me preguntabas, igual iba a pedirte el favor de que vayas conmigo. Así podré manejar mucho más tranquilo.

─Perfecto, entonces pasas por mí. Que yo estoy más puesta que un calcetín. ─Digo emocionada.

─Alessia, he estado pensando, y quiero devolverte el auto. Yo te lo he regalado y te pertenece, me lo regresaste porque los dos fuimos muy tontos, pero es todo tuyo, puedes ir por él cuando lo desees.

─Después del accidente, no he podido conducir. Me da muchísimo miedo. ─Confieso. ─Lo he intentado, pero cuando escucho el ruido del motor, las imágenes se reproducen en mi cabeza.

─Tienes que superarlo, por tu bien. Pero no te presiones, en algún momento vas a conseguirlo. De todos modos, quiero que el auto regrese a tus manos.

Acepto que me lo regrese, igual cuando Charlie me ayude con eso, logre volver a conducir. Todo está en mi cabeza, solo debo esforzarme en superarlo, y no dejar que el miedo gane sobre mis fuerzas.

Durante todo el camino, lo molesto para que me diga el contenido de la canasta, no consigo absolutamente nada. Solo sé que el aroma que destila es exquisito y trae el mousse que ha preparado, pero sé que trae algo más, los olores son tan diversos, que es un verdadero pecado viajar con tal tentación detrás. Andrew consigue llegar con ayuda del GPS, después de insistir para que lo utilizara, pues muy seguro del camino que debía tomar no le miraba.

La melancolía está de regreso, de solo bajar del auto, una sensación extraña se instala en mi pecho. ¿Siempre va a ser así? No lo sé. Los recuerdos, todo lo que vivimos aquí, es saber que este lugar alguna vez fue muy importante.