|14|

5.4K 371 67
                                    

Capítulo 14:
Alessia.

¿Va a besarme?

¡Va besarme!

Recuerdo la fiesta, él ha besado a la mujer esa. Coloco mis manos sobre su pecho para detenerle.

—Ni lo pienses, porque no va a suceder. —Le digo y doy un paso atrás. Ladea la cabeza, con gesto puro de confusión en su rostro.

—No te entiendo, ¿Por qué?

—Uno, no somos nada. ¿A caso crees que voy la vida besando a cualquiera? Pues te aviso que no. Y segundo, tú has besado a la otra, no pienso probar su saliva. —Cruzo mis brazos por debajo del pecho para mostrar resistencia.

Su cara es de total seriedad, pero no tarda mucho en soltar una carcajada. Me deja confundida, ¿No debería estar enojado? Un minuto, o  algo menos, se pasa los dedos por los ojos, como si estuviese llorando, y sin quitar su sonrisa.

—Yo no la besé, en todo caso, si hubiese sucedido, ella habría sido quien me besó. Pero no ha sido el caso.

—Eres descarado, Chase. Yo misma los vi, nadie me lo dijo. Estaban en la pista, pegados como mocos, sonriendo a la idiota, bailando bien, pero sin dejar de verse como dos idiotas.

—Alessia, eso no fue un beso.

— ¿Ah, no? —pregunto con ironía. — ¿Es que acaso me fui a un mundo paralelo y no me di cuenta? ¿Ahora cómo se le llama?

—Bien, sí fue un beso. Pero, te ha fallado la perspectiva, porque ha sido en la comisura de mis labios. —Mueve sus cejas, divertido. —Si quieres, puedo enseñarte lo que es un beso de verdad.

—No, eres tú quien quiere besarme, no yo a ti.

— ¿No?

—Déjame pensar —llevo mi dedo índice debajo de la barbilla para palparle repetidas veces. —No.

—Demonios, tú sí que sabes ser insufrible. —Se queja. Se acerca un poco más a mí. — ¿Siquiera un poco?

Niego con la cabeza. Mi exterior no tiene nada que ver con lo que siento en lo interno. Claro que quiero, pero le va a costar trabajo.

—Te invito a un chocolate caliente, ¿Qué dices? Puede que haya algunas galletas por ahí. —Me encojo de hombros divertida.

—Creo que mi abuela es la única que me ha hecho esa pregunta, antes de ti, claramente. Estaré encantado con tal invitación. Chocolate en lugar de un beso, tentador.

—Hablas mucho, Chase. —Me mofo.

Le indico que me siga. Al llegar a la cocina, pongo la cafetera a calentar con agua, mientras busco el tarro de chocolate amargo y la leche. Una vez que les tengo, los coloco sobre la encimera.

— ¿Qué le sucedió a este lugar?

—Se ha convertido en una guarida de chicas. Mi hermano era bastante convencional, pero ahora que me tocará quedarme en él, decidí hacerle unos cuantos cambios. En realidad, lo hicimos Agatha y yo, ella vendrá a vivir conmigo.

—Agatha, ¿Mi representante de relaciones públicas?

—Esa misma. —Giro para coger la llave del pantry, donde están las galletas.

—Interesante. —Murmura. Dejo el bote de las galletas frente a él. Sonríe.

—No te emociones, no puedes comer las que quieras, estas deben durarme un buen tiempo. Las prepara Andrew.

—Si se acaban, puedes decirle a ese tu amigo, novio, qué sé yo, que te haga unas, ¿No? Creo que se llama, Tato o Toto.

—Su nombre es Toto, pero para ti, es Roberto. Aclaro que no es mi novio, no puedo explicarte muy bien nuestra relación, no por ahora. Básicamente le ayudo cuando me necesita.

Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora