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Mi arpía se marchó, pero les dejó saludos y promete volver más empoderada. :)

Espero que les guste el capítulo, abrazos.

Cinthya.

Capítulo 32:

Mal, muy mal.

Me despierto cuando el dolor en mi estómago o en algún lugar de mi sistema digestivo, se intensifica. Me remuevo en la cama, no es igual al de las anteriores ocasiones, esta vez me duele mucho más. Dejo la comodidad de la cama para correr al baño, no tengo absolutamente nada en mi estómago, y solo escupo líquido.

Ocupo el váter como asiento, estoy débil y tengo la sensación de que voy a caerme si continúo en pie. Inhalo y exhalo, hasta conseguir ponerme en pie con seguridad, aunque el asco y los escalofríos, además del dolor continúan ahí. No sé qué demonios me sucede, pero no puedo seguir esperando a que mi situación empeore. Salgo del cuarto de baño, decidida a cambiarme de ropa y emprender el viaje a un hospital o algo.

Chase no está en la cama, pero yo sí traigo el pijama puesto, lo que quiere decir que ya estuvo por acá, y yo he dormido un poco. Busco en los cajones algo de mi ropa para ponérmela.

Me sostengo del barandal de la escalera y cojo aire por la boca.

-Chase. -Le llamo, tengo la certeza de que está en su despacho. - ¡Chase!

Insisto ante su falta de respuesta, y con el segundo llamado si consigo que se asome. Solamente saca la cabeza, lo suficiente para verme.

-No me siento bien.

Bastan esas palabras para que se acerque a mí de prisa, le explico todo lo que siento, y me lleva al sofá para que le espere mientras se cambia y busca las llaves del auto. Unos minutos después regresa, y emprendemos la marcha con dirección al hospital. Recuesto mi cabeza en la ventana del auto, tratando de no ser tan quejumbrosa y aguantar un poco, aunque de verdad sienta que las fuerzas se me van. Siento pulsaciones en la cabeza, ya me había ocurrido antes, y me da por mal dormir.

Bendito sea el tráfico tranquilo a estas horas, hemos llegado en menos tiempo de lo normal, o ya no sé si Chase presionó el acelerador de más. Entramos al hospital, estoy de regreso en el Northwetern Memorial, pero esta vez al menos llego consiente.

Chase habla con una de las enfermeras, el hombre parece tener pase especial es este sitio, pues la atención es inmediata, tener de amigo al doctor Ward parece ser una tarjeta de presentación muy pesada. Esperamos en una de las salas, pero no por mucho tiempo. Una doctora llega hasta nosotros para llevarnos a su consultorio, se presenta como la doctora Amelia Wilson, internista de profesión, con especialidad en gastroenterología. Inicia su revisión rutinaria, su primer veredicto es mencionar algo sobre mi presión arterial y lo baja que se encuentra, después de unas cuantas preguntas, llega la principal, ¿Alimentación? Me gano una mirada desaprobatoria por parte de Chase cuando me escucha hablar sobre lo mal que me he alimentado esta semana, sobre todo al mencionar mi cena en un servicio de comida rápida de dudosa procedencia.

Internada.

Permaneceré en este sitio para realizarme algunos exámenes.

-Por deducción y experiencia, más los síntomas, diagnosticaría una gastroenteritis. Por el momento vamos a medicarte por el dolor, además de colocarte suero, estás deshidratada, y si no corregimos eso, quedamos en nada. -Deja la tabla donde ha escrito mis apuntes. -En unos minutos vendrá una enfermera para realizar el procedimiento. Por favor, avisen cuando tengan listo el material de prueba, me llevaré la muestra de orina y sangre.

Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora