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Capítulo 25:
Alessia.

—No es posible que aquí también deba verte. —Dice Agatha fingiendo estar molesta por la presencia de Chase, cuando entra al apartamento. — ¡Qué castigo!

—No vengo por ti, cierra los ojos y sigue tu camino. —Le responde en un tono tosco. —Haces demasiado ruido.

—Anda, que esto debería aumentar unos cuantos ceros en mi cheque del mes. Que soy la mejor amiga de tu novia, eso debería tener algún beneficio, jefe. —Él le dedica una mirada como si la mujer estuviese loca. 

—A eso se le llama ser oportunista. No sueñes con el aumento, si Alessia no tiene beneficios, tú menos. —Sonríe ganador. —Aunque si puedo ayudarte, me contactaré con el manicomio, así tendrá tu sitio apartado para cuando llegues. 

—Eres tan chistoso, que me muero de la risa. Ja, ja, ja. —Murmura totalmente sarcástica. —Me doy por vencida, en vista de que debo soportarte, quiero hablar contigo sobre lo que me pediste que investigara. 

Ella me mira, como si lo que tiene por decir fuese un secreto de ellos, muy privado. 

—Quiero escucharte.

—Iré a la cocina por un vaso de agua. —Digo a modo de explicación para irme. —Así pueden hablar tranquilos. 

—Puedes quedarte, es un tema que nos compete a ambos. Ven aquí —palpa el sillón para que me siente. Me acerco y lo hago, él toma mi mano. —Eres mi pareja, no hay necesidad de ocultar nada. 

Suspiro, se siente tan bonito. 

—El ogro sí tiene corazón —se mofa ella. —A lo que vamos. La nota la sacó un periodista en ascenso, y claramente necesitaba de algo retumbante para darse a conocer. Resulta que estuvo presente en la conferencia de esta tarde, y al parecer ya tenía días tras sus pasos, pero ustedes fueron muy precavidos. Él consiguió su nota, y ahora es editor, lo extraño es que conoce todos los sitios a donde ustedes van. Ya he resuelto esa parte, no puede estar cerca de ninguno de los dos, o le caerá una demanda por acoso, y eso no le conviene a él ni a la revista para la cual trabaja. 

— ¿A qué te refieres con todos los lugares? —le pregunta él. 

—Casa, este apartamento, la empresa, restaurantes, y más, en su libreta tenía direcciones exactas. 

—Eso es un tanto macabro, ¿No? Para tener todo eso, debió tener mucho tiempo para investigarnos o alguien se lo facilitó.

—Sí, Alessia. Estamos trabajando en eso, porque él no quiso decir nada. Pero nos pareció muy extraño.

Mi móvil interrumpe la conversación, observo extrañada la pantalla, es un número desconocido. Puede que sea muy psicótico, pero con la noticia que ha dado Agatha, no puedo tener la percepción de otra cosa. Me disculpo con ellos para contestar, sea lo que sea, debo salir de duda.

—Hola —musito dudosa. 

—Buenas noches, Señorita Woods —mi nombre lo dice una voz conocida. —Soy Abraham Banks, disculpe la hora, pero hoy se me ha ido el tiempo sin darme cuenta. 

—Señor Banks, buenas noches. ¿En qué puedo ayudarle?

—Le comenté a Parker que debíamos reunirnos, y él me dijo que tenía que ser lo más pronto posible para que ustedes puedan trabajar en ello, por lo de sus actividades. Me comunico contigo porque eres su representante directa. —Asiento, y me siento idiota, como si el hombre me pudiese ver. —Sería mañana mismo, en las instalaciones de Azul Corp, a las ocho.

—Entiendo, estaré allí a esa hora.

—Perfecto, nos veremos mañana. Buenas noches.

—Buenas noches.

Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora