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Capítulo 13:
Alessia.

Miro a todos lados, puede que simplemente haya alucinado, pero por el contrario, me encuentro a todos los presentes observándome. Oigo que anuncian mi nombre nuevamente, tomo un poco de aire y me dirijo al escenario.

¿Por qué demonios nadie me dijo nada?

La señora Lesly me ofrece el micrófono de mala gana, al tomarlo, me fulmina con la mirada, muy posiblemente porque le he de estar retrasando su itinerario. Esto es como las exposiciones de la escuela, si no tienes nada preparado, pon a trabajar la mente. Es mi hermano, y su nov... esposa, les conozco muchísimo, es cosa de ordenar todas las ideas, el jodido problema es que he de hacerlo en cuestión de minutos o segundos. Todos tienen su mirada puesta en mí, pero es cuando me entregan la copa de vino que verdaderamente siento lo que es la presión.

Respira Alessia, respira.

Sonrío nerviosa, esto es mi muerte. Muevo el micrófono en mi mano y relamo mis labios, que me pongo mal de los nervios. Mi mirada conecta con la de Andrew, y parece estar disculpándose por algo, por el gesto de Jessica, comprendo que debía decirme lo del famoso discurso, claro, ¡Jodidamente, lo olvidó! No puedo decepcionarles. Cojo aire por la boca, y le suelto, notas perfectas en oratoria y redacción, ahí les voy.

—Buenos días a todos, lamento mi retraso, pero he olvidado mi escrito en casa. Los nervios y la edad, supongo. —Bromeo. —He escuchado que las palabras espontáneas, son las mejores. Hoy es un día muy especial en la vida de Jessica y Andrew, es un verdadero honor ser la persona elegida para brindar estas palabras, estoy emocionada y agradecida por la oportunidad. Prometo ser breve, puesto que hemos venido por la fiesta, y no a escucharme hablar como loro parlante. —Escucho algunas risas provenientes de los invitados. —Tengo la fortuna de conocerles a ambos, ni siquiera tenía idea de lo que era "ser novios" cuando iniciaron a serlo, pero desde eso momento, se convirtieron en mis personas favoritas. No todos lo saben, pero puedo decir con orgullo que se han conocido por mí, cuando era pequeña, bueno, no han pasado muchos centímetros después de eso —digo con sorna, señalándome. —Un alma buena llegó para salvar mis compras, y luego se robó por completo el corazón de mi hermano. Jessica, eres la mujer más increíble que haya conocido, y que estés en nuestra vida es lo mejor que pudo ocurrir, valoro mucho a la persona que eres, pero sobre todo, a la persona que siempre has sido conmigo, tu autenticidad te hace única y tu corazón invaluable. —Ella me sonríe, le devuelvo el gesto. —Y Andrew, podría para muchas horas hablando de ti, del ser humano maravilloso que eres, y de mi seguridad de que serás un esposo maravilloso. Pero creo que no es necesario, porque sabes que te admiro y adoro con todo mi corazón. —Lanza un beso al aire. —Muchos aseguran que las almas gemelas existen, y todos los presentes aquí podemos comprobarlo, sus miradas lo dicen todo, son dos personas predestinadas a estar juntas, un día como hoy, afianzan su amor. A partir de hoy empiezan una nueva etapa, y lo más hermoso es que disponen de toda una vida para disfrutar de ello. El matrimonio es un sacramento sagrado, que se alimenta del amor, un amor puro que es cultivado por los dos, como pareja. Deben ser amigos, compañeros y esposos, apoyarse mutuamente y conquistarse cada día como la primera vez. —Pienso un momento en lo siguiente que diré, leer muchos libros debe servir para algo. — «Tu alma gemela no es alguien que entra en tu vida en paz, es alguien que viene a poner en duda las cosas, que cambia tu realidad, alguien que marca un antes y un después en tu vida. No es el ser humano que todo el mundo ha idealizado, sino una persona común y corriente que se las arregla para revolucionar tu mundo en un segundo».* Andrew tendrá ahora mismo en la mente algo como: Alessia, no es posible que te aprendas todo eso. Y he aquí cuando he de recordarle que él es el genio en la cocina, pero yo, soy la inteligente de la familia. —Menciono con aires de broma, sonrío. Él se cubre el rostro al reírse. —Con esto solo quiero decir que el amor es infinito, y la fuerza de este no tiene medidas. Que cada día continuarán con la dicha de conocerse, y que no dejen de enamorarse en cada oportunidad. —Elevo la copa. —Por muchísimos años de feliz matrimonio, años llenos de amor verdadero y pequeños mini Woods tan preciosos como yo. ¡Salud!

Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora