Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)

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Capítulo 38:

-Será solo la reunión, Alessia. -Insiste Chase. Ruedo los ojos, es imposible hacerle cambiar de idea.

-Ya estoy bien, de verdad. Mírame -giro sobre mi propio eje. -Ya, quiero volver al trabajo, voy a hacerlo, y no se diga más.

- ¿Te lo ha dicho un médico?

-No, pero tampoco es necesario. Aunque si insistes tanto, iré con Franco y asunto arreglado.

-Bien, tú ganas. Quédate, pero si te sientes mal, no dudaré en autorizar el permiso de salida, ¿Entendido?

-Sí, jefe. -Me mofo.

Él lo toma con diversión, me da un apretón en la nariz y me abre el paso para que suba de primera al ascensor. Llegamos a su pido, donde nos dirigimos a la sala de reuniones, puesto que ahí nos encontraremos con todos para esperar la hora de la reunión. Abner y Loraine ya se encuentran en su sitio, me emociono tanto de verlos, que saludarlos con un gran abrazo es lo primero que hago al entrar. Los encargados de cada área nos dan una breve explicación sobre nuestra participación en esta reunión, que básicamente viene a ser, saludar y sonreír. Me acomodo el cabello detrás de la oreja por enésima vez, prefiero mil veces el cabello con rizo que llevarlo liso, pero me dejé convencer por Danna, siendo una buena cuñada y dejando que me ayudara esta mañana a arreglarme.

Una mujer es la primera en entrar, viene acompañada por Misha y se presenta como Margaret Di Santi, y el la secretaria del señor Coppola, puedo recordarla de algunas veces cuando llamaba a la oficina de Chase, y de aquella reunión de unos meses atrás cuando estuvieron por aquí, pero finalmente no llegaron al acuerdo esperado. Más atrás, llega Pietro Coppola, un hombre alto y muy elegante. Claro, trabajando dentro de la moda, es lo menos que se puede esperar. La reunión da inicio cuando terminan las presentaciones, hace mención de su perfecto entendimiento con el idioma.

Es un proyecto muy grande, y el trabajo es durísimo, pero no es nada que nosotros no podamos resolver. Incluso algunas ideas que se me vienen a la mente mientras le escucho hablar. Chase da algunos aportes, y pone sobre la mesa de que al final tendremos el resultado que ellos esperan al contratar a esta empresa para la incursión de esta temporada en este país.

-He visto muchos de sus trabajos, signori. -Asiente bastante complacido. -Ha estado muy bueno.

-Tenemos el compromiso de entregar lo mejor de nuestro trabajo, señor Coppola. Y no tenga dudas de que al final, obtendrá el trabajo que merecen. -Habla Chase, como el mejor jefe del mundo que es. Dando la cara por todos.

Pasada casi una hora, la reunión se da por terminada. Y uno a uno vamos saliendo de la sala, mientras ellos se quedan en la firma del contrato. Me detengo al escuchar mi nombre, y solo veo venir a Chase hasta donde me he quedado.

-Me han invitado a un almuerzo, ¿Quieres venir?

Echo una mirada tras de él.

-No. Quedé con los chicos de llevarles a comer al restaurante de Andrew, para agradecerle por su ayuda estos días.

-Bien. Al menos sé que comerás bien. -Deja un beso en mis labios. -Nos veremos más tarde para irnos a la casa, ¿Sí?

-Me llamas cuando estés en la salida, adiós.

Media hora después, estoy metida con el ordenador tratando de hacer ajustes a mis diseños rápidos, esos que se entregan en dos días y fueron pagados por unos estudiantes para su proyecto final. Abner y Loraine ya me esperan en la puerta, les lanzo una mirada de disculpa, guardo mis cambios y apago mi aparato de trabajo. Ahora sí, estamos listos para irnos.