Ámame a tu manera (1° BILOGÍA ÁMAME)

|9|

¡Hola! Traigo un nuevo capítulo, espero que les guste.
Nos leemos pronto. 
Cinthya 

***

Capítulo 9:
Alessia.

Oficialmente, cumplo un mes de haber iniciado mi trabajo en Bateman Designs. Un viaje lleno de días buenos, y otros no tanto, pero eso sí, aprendo poco a poco y pongo todo mi empeño en mejorar el máximo en lo que pueda. Soportando a mi jefe, y llevándolo al límite de su cordura, aprovecho cada oportunidad para darle un ligero piquete, pero sacarlo de sus casillas no es tan fácil. Puede aparentar ser grosero, amargado y aburrido, pero cuando te atreves a conocerle mejor, descubres a una estupenda persona, pese a que hay días en que su carácter le hace malas jugadas y se pone insoportable, el resto es bastante bueno.

En estos días, Agatha y yo hemos aprovechado para convivir un poco más, incluso, ha venido un par de veces al apartamento. Jess y ella se conocen, de lo que no tenía idea era que mi hermano fuese su novio, puesto que nunca le había visto, mi amiga ya se encuentra en la lista de invitados. Ella y yo seremos damas de honor, junto a las primas de mi cuñada, incluyendo a Danna, quien no me ha llamado ni enviado mensajes desde el día de la fiesta. Sobre la boda, los preparativos están más que listos, esta tarde iremos a escoger los vestidos de todas, en compañía de Samantha, la madre de Jess.

La mudanza se está llevando todo a la casa que Andrew ha comprado para ellos, y está un poco resentido por mi negación de irme a su casa. No se encuentra del todo de acuerdo, pero llegado el día deberá aceptarlo. Esta mañana se ha ido muy temprano y bastante disgustado, tras una breve conversación en la que me mantuve firme con la idea de quedarme, él sigue llamándole "absurdez".

Es cruel, ni siquiera me ha dejado el desayuno listo. Lo hace para probarme, pero estoy lista para todo, y he sacado unos panqueques muy bien hechos.

— ¿En serio es comible? —pregunta Agatha viendo el plato de una forma extraña. —Porque parece estar a punto de cobrar vida y comernos.

Ha venido para hacerme compañía, mientras nos vamos a la prueba del vestido. También para acostumbrarse al sitio, que pronto será su nueva casa.

—Saben bien, al menos —digo llevando un trozo a mi boca. — ¿Hablaste con tu tía?

—Ayer, le he cogido de buen humor y pensé que sería oportuno, pero me equivoqué. Me dijo todos los contras de vivir solo, entonces le respondí que tendría una compañera, contrarrestó con aquello de vivir con desconocidos, agregué que eras conocida y terminó atacando con lo complicado de mantener una casa. Tampoco es que ella haga mucho en la casa, si acaso lava trastos y limpiar, ahora sí le va a tocar contratar a alguien que le ayude, porque de que me marcho al final del otro mes, lo hago. —Dice muy segura. Llenándose la boca con un trozo grande de panqueque. —Oye, están muy buenos. Con un poco más de práctica, serán perfectos.

— ¡Agatha! Traga antes de hablar, que sucia. —Le riño, vaya mala educación.

—Pareces de esas madres que van riñendo por todo. —Se queja, bastante divertida me tira la servilleta. — ¿Y qué dice tu hermano? ¿Sigue con la misma idea en esa cabezota dura?

—Nada, que sigue en su ley. Pero ya se hará a la idea, porque no iré a vivir en su casa. Lo adoro con todo mi corazón, pero sabíamos que el momento llegaría, y ya es tiempo. Espero que cuando todo sea un hecho, finalmente lo comprenda.

Continuamos nuestro desayuno en medio de los planes que tenemos para cuando seamos compañeras de piso. En primera, las cortinas feas que Andrew eligió con su mal gusto, las cambiaremos por algo con más colorido y que de vida a la sala. Yo me mudaré a la habitación que hasta ahora ocupa mi hermano, y ella se quedará en la mía.