CAPITULO 10 | Yo no confío en él

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Saben que me gusta el drama, así que aquí les va el capítulo. Disfruten el capítulo. No olviden comentar, votar y compartir la historia. 😉

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Me llevo las manos a la boca para ahogar el grito. Inspecciono su físico tiene una placa. Mi corazón comienza a acelerarse.

-Levante las manos, no intente moverse la casa está rodeada. Nadie tiene escapatoria- hago lo que me pide, pero con un rostro confundido.

No entiendo nada de lo que me dice. Me señala que salga, pero me mantengo quita. El hombre se aparta de la puerta apuntándome. No se da cuenta que estoy indefensa.

-Soy una mujer indefensa- le dejo saber.

Salgo por la puerta mirándolo que no vaya a dispararme camino hasta la sala donde me toca el brazo y me hace sentarme. Al mirar hacia la escalera veo a mi padre y Miranda tocándose el vientre. A ambos los apuntas varios hombres. Al llegar hasta el último escalón se dan cuenta que estoy aquí. Miranda comienza a sollozar y mi padre la consuela, la arrastra casi hasta el sofá donde mi uno para tranquilizarla.

-Yo soy militar, se los protocolos- escucho gritar a Sebastián.

Escucho varios ruidos y lo veo bajar la escalera escoltado por varios individuos. Al ver a su tía tan mal, se le acerca y se arrodilla frente a Miranda.

-Tranquila tía, no me gusta verte llorar. Necesito que te calmes por ti y por el bebé. Sabes que eso le hace daño- la consuela.

-Sebastián tiene razón- le paso la mano por la espalda para confortarla.

-Espero que tengan una orden de allanamiento- gruñe a los policías. Los observo y dos de ellos no tienen capucha los demás sí.

-Las preguntas las hago yo. ¿Quién es Sebastián Arrieta? -pregunta el.

-Ese soy yo. Que pasa conmigo- responde altanero.

-Queda detenido por estafa, malversación de fondos y espionaje industrial- me levanto del sofá como un resorte.

Miro a Sebastián para una respuesta y luego a mi padre y por último al oficial.

-De que está hablando, quien interpuso la demanda. Esto no me puede estar pasando a mí. Quiero saber, quien está detrás de todo esto. Todo es mentira- encara al policía con la frente arrugada y su cara roja de lo furioso que esta.

-No entiendo- susurra mi padre, pero todos lo escuchamos.

Lo hacen poner las manos detrás de su espalda y le colocan las esposas.

-¿Cuál es la empresa lo acusa? -pregunta.

-De la empresa Hoteles Soler, Inc.- responde.

Mi padre se levanta con su frente arrugada.

-¿Cómo que de mi empresa? -cuestiona mi padre.

Sebastián arruga la frente sin entender nada.

-No lo sé, si tienes socio, pregúntele a ellos- dice esto y se lo llevan en contra de su voluntad.

Sebastián forcejea con ellos, pero es sacado de la casa. A mi mente llegan recuerdos de las veces que él se enfrentaba a mí, diciendo que no me metiera en sus asuntos. Será que todo es cierto. Sebastián no puede estar involucrado en ninguno de los cargos que se le acusa. Me volteo a ver a mi padre que está tranquilizando a Miranda. Mi padre no estuvo al tanto de la denuncia.

-Confías en Sebastián- digo, pero al analizarla fue más pregunta.

-Sí, es absurdo que el este en ese delito. El desde hace años sabe que él va a manejar la empresa- explica.

Rendirte JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora