Rendirte Jamás

CAPITULO 19 | Celoso

Cómo prometí, aquí el capítulo de hoy viernes. Si les gusto el capítulo no olviden comentar y votar, y regresa el próximo martes para otro capítulo.

El sonido del teléfono me saca de mi concentración, lo agarro para ver de quien se trata. Sebastián. Suspiro. Abro el mensaje para ver que quiere.

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Vas a venir a comer a casa de Carmela. ¿Qué haces?

✔ Recibido 10:55 a.m.

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Decido no responderle para que no me moleste, ni me interrumpa en mi trabajo de entender los informes de la empresa de construcción. Vuelve mi atención al documento, revisando tabla por tabla haciendo un pequeño análisis de lo que presenta el informe. El teléfono vuelve a interrumpirme. Abro los mensajes para encontrarme otro de Sebastián.

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No me dejes en visto. ¿Qué haces que no me puedes responder?

✔ Recibido 10:59 a.m.

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Si te deje en visto es porque estoy ocupada. Pensaba responderte en cuanto terminara de leer. La respuesta es no, no voy a ir a comer a casa de Carmela.

✔ Enviado 11:01 a.m.

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Bloque la pantalla, luego de enviarle el mensaje. Lo aparto para volver mi atención a mi trabajo. No pasa medio minuto cuando ya está sonando el teléfono. Parece que no quiere que trabaje.

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¿Por qué? ¿Con quién vas a comer?

✔ Recibido 11:03 a.m.

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Cuando te lo propones Sebastián eres muy insistente. Me armo de paciencia para responderle.

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Por qué me invitaron a comer y acepte la propuesta. Pues con tu abogado Joaquín. ¿Algún problema?

✔ Enviado 11:04 a.m.

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No envié bien, el mensaje cuando salió que él estaba en línea y escribiendo.

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Ah... con él. ¿te gusta? ¿Qué tienes con él? ¿Por qué tienes que ir a comer con él? ¿Dónde van a ir? ¿Queda lejos de la empresa?

✔ Recibido 11:05 a.m.

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Observo cada una de las preguntas que hizo en menos de un minuto. Sonrió. Increíble Sebastián. Resoplo. Me hago cada una de las preguntas que Sebastián escribió, para poder responderle.

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Que te puedo decir Sebastián, no soy ciega. El hombre esta guapo y de buen ver. Si te digo que no te miento. La realidad lo único que me une a él, es el trabajo para sacarte de la cárcel y demostrar que eres inocente. ¿Por qué tengo que ir a comer con él? Porque es cuando lo puedo ver para que me notifique de los avances del caso, además es agradable comer con él, me entretiene. ¿Dónde vamos a ir? No lo sé, donde el decida o si me deja a mí, donde me apetezca. No lo sé si queda cerca o lejos.