CAPITULO 12 | Ten cuidado

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Quiero notificarles que el domingo pasado, publiqué una nueva historia titulada "¿Qué quieres de mi? La cuál pueden conseguir en mi perfil @Jeaine12 y agregarla a su biblioteca. Espero que la apoyen como han echo con mis otras historias.

Por otra parte, me imagino que no sé imaginaron que Sebastián pasara por esta situación. Pero me encanta sorprender 😅😅 a algunas no le agradan, pero que se puede hacer.

Les recuerdo que desde que comencé esta historia les dije que sería diferente a mis otras historias. Sé que muchas me leen y no pueden darme un voto o comentario por no ser SamDrea o Chrislet, pero espero que la disfruten.

Vayan calentando motores para el maratón la semana que viene. Si todos los capítulos pasan los 50 votos subiré tres capítulos en un día en vez dos como prometí. El martes que viene afinen sus teléfonos, tablet o computadora para leer los capítulos. 🤣🤣🤣
Al final le dejo una dinámica.
No les quitó más tiempo y disfruten la historia. No olviden votar, comentar y compartir la historia.

🌟✍️📧

Le entregó el dinero a la cajera para que me entregue el emparedado y Sebastián pueda comer antes de que el juez vea el caso y fijen la fianza. Me entrega el emparedado con el cambio. Camino hacia la comandancia para encontrarme a Gustavo. Al llegar me encuentro con mi padre. ¿Cuándo se adelantó? Le sonrió y me da un beso en la frente.

-Buenos días- saludo a Gustavo.

-El juez no ha llegado, el oficial de custodia me dijo que si tenía desayuno se lo podía llevar- explica. Le enseño la pequeña bolsa donde se encuentra el emparedado.

-¿Quieres llevárselo? -le pregunto a mi padre.

-No lo puedo ver en esas cuatro paredes, Sebastián para mi es como un hijo. Al verlo ayer se me partió el corazón. Yo lo único que quiero es que me digan la fianza para sacarlo de ese espantoso lugar- expone mi padre.

-¿Tu Gustavo? -pregunto, el me niego con su cabeza. Acepto su respuesta. Me despido de ambos para ir al mostrador y que me dejen pasar a ver a Sebastián. Hago el mismo procedimiento que el sábado en la mañana. Al llegar frente a las rejas no puedo evitar que mis ojos me traicionen y se cristalicen. Sebastián levanta la cabeza y ya se le nota la barba. Al no tener los barrotes me lanzo a él a abrazarlo. Me da un beso en la en el hombro y otro en los labios con un casto beso. Luego acaricia mi mejilla, mientras me mira con tristeza.

-Te traje un emparedado- digo con mi mejor sonrisa fingida. Él se sienta en la cama y le entrego la bolsa. Me siento a su lado, observando como come.

-Gracias, no debiste entrar- me regaña.

-No te voy a dejar solo, además sabes que te quiero. Aunque tu no acepte mi sentimiento. Te voy a apoyar durante el proceso. -Me arrodillo frente a él acariciando su antebrazo- Solo te voy a pedir que seas honesto conmigo. Todo lo que pase por tu cabeza me lo digas porque quiero ayudarte. Quiero que confíes en mi- revelo.

-Está bien. En primer lugar, yo soy inocente que te quede muy claro. En segundo lugar, no confíes ni en tu sombra y, por último, no quiero que paguen la fianza. Estoy seguro que va hacer demasiado de alta- lo dice con una voz de exigencia. Suspiro. Vuelvo a sentarme a su lado.

-Yo voy a confiar en ti, pero promete solo una cosa- pido.

-¿Cuál? -murmura con la boca llena.

-No quiero, ni voy a consentir, mejor dicho, prohibido rendirte jamás. Me escuchas- exijo con un nudo en la garganta. Me le acerco para le doy un beso en sus labios.

Rendirte JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora