Epilogo

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-Están noche especial, porque están nuestros seres queridos y los que no sé que donde quiera que estén, sé que están felices. Yo no he sido el mejor hombre, cometí muchos errores en mi vida, pero gracias a ti, me has convertido en una mejor persona. Me has ayudado a quererme, a querer a los demás y a quererte. Tu dulzura, inocencia y fortaleza me enseñaron a quererte. La manera de cómo te entregas a una causa, como te preocupas por los demás, me enseñaste tu esencia. Me has ayudado con cada uno de mis problemas, bueno no todos, pero siempre tienes las palabras necesarias para darme apoyo. Siempre lo recordare como el más preciado recuerdo. Por eso me atrevo a decirte sin miedo a equivocarme que estoy rendido a tus pies. Te quiero decir que te entrego mi corazón y mi alma. Así me tienes Camila.

»Que nos puede cambiar la vida a los dos. Por eso en esta noche yo quiero pedirte algo muy importante. Bueno esto es si tú quieres. Me atrevo a preguntarte. -se pasa la mano por la cabeza y se revuelca el pelo-. ¿Quieres casarte conmigo? -me pregunta Sebastián, mientras saca una cajita y la abre, lo cual me sorprende ya que es un anillo en plata y pequeños diamantes que forman una flor. Muy delicada, como me gustan las cosas. Él ha aprendido a conocerme. Le sonrió. Lo miro a los ojos, tiene un rostro de preocupación, supongo porque no respondo. ¿Lo hago sufrir?

-¿Qué me dices? -indaga, su voz sale temblorosa. Miro a cada una de las personas presentes, ellos están a la espera que responda.

-Pensando bien las cosas -hago una pausa- yo quiero decirte algo importante Sebastián -informo-. Cuando te conocí, me caíste mal, muy mal. Tu forma de ser sacaba a relucir una parte de mí que no conocía. Me ensañaste que tenía que luchar por lo que quiero, que nunca debo rendirme jamás. Sin ni siquiera sospecharlo, mi corazón te escogió desde el primer día que te vio. Mi madre me decía que el corazón nunca se equivoca. Cuanta razón tenía. Muchas veces negué quererte, muchas veces intenté alejarme para no sufrir por amor. Le tenía miedo amor, a sufrir como mi madre lo hizo en silencio.

»Por eso acepte muchas cosas, por no arriesgarme. Me enseñaste que no se necesitan palabras para estar con alguien. Hoy delante de todos quiero decirte que no me arrepiento de todo lo que he vivido por estar junto a ti. Que todo lo malo que hemos vivido, me has ayudado a superarlo. Por eso y más quiero que sepas que te amo. No me arrepiento de nada de lo que he vivido contigo. No cambiaria nada. Porque todo a sido lecciones de vida.

»Aunque no estemos casados. Ya somos una familia. -coloco sus manos en mi vientre- Aceptamos casarnos contigo-. Veo sus ojos empañarse. Todos comienzan a aplaudir. Coloca el anillo en mi dedo anular. Al terminar me da un beso, junto un abrazo. Escucho los silbidos de Gustavo. Dejo varios castos besos en sus labios. Al terminar sonrió sobre sus labios.

-¿Vamos a tener un bebe? -formula.

Hago un asentamiento con mi cabeza. vuelve a abrazarme y levantarme del piso, comienza a dar vueltas conmigo en sus brazos. Al terminar siento que me mareo, pero se disipa al sentir los labios de Sebastián presionar los míos.

-Me haces muy feliz Camila -expresa.

Se separa de mi para mirar a todos con una sonrisa en los labios. Me encanta verlo feliz. Su felicidad es la mía. Mas feliz me hace, saber que estoy contribuyendo como parte de su felicidad.

La primera en abrazarme es Miranda, pero el timbre me interrumpe. Me separo de Sebastián para poder girar hacia la puerta para ver quién es él o la inoportuna. La empleada intenta cerrar la puerta, pero un hombre entra después de forcejear con la chica.

-Buenas noches- se presenta un tanto altanero. Esté trae un sobre amarillo, lo tiene bien sujetado. Tiene una camisa blanca, un pantalón fino de color gris. Miranda se acerca al hombre decidida. Se le enfrenta, mientras cruza sus brazos en el pecho.

-Te voy a pedir que te largues. No es el momento, ni mucho menos el lugar- expresa.

-Te dije que regresaría en la noche, pensaste que con pedir que no me dejaran pasar era más que suficiente, pues lamento informarte que te equivocaste- informa.

-No sé quién eres, pero te voy a pedir que respetes a mi esposa y te retires- le pide mi padre con toda la educación del mundo.

-Lo siento, pero de aquí no me voy hasta hablar con- Miranda lo interrumpe.

-Te dije que te fueras, voy a llamar la policía. Entraste a la fuerza y segundo todos ellos están de testigos. No entiendo porque tienes que aparecer ahora, vete por favor- suplica Miranda.

-No sé, quien seas usted, pero haga caso. Estamos en una actividad familiar y un momento muy importante para la hija de Camilo- Interviene Gustavo.

-Está bien -levanta las manos para informar que se rinde. Se da la vuelta escondiendo su mano libre en el bolsillo de su pantalón-. Sebastián- pronuncia en voz alta para que lo escuchemos, se da la vuelta con una sonrisa sínica. Miranda se acerca y le planta una bofetada que le voltea la cara. El hombre se lleva la mano a la mejilla. Yo no quiero recibir una bofetada de Miranda. Como sonó, no quiero imaginar con el potencial que le dio.

-Te dije que te fueras- le grita, mientras le da en el pecho. Mi padre se le acerca, pero Miranda no permite que se acerque.

-¿De dónde me conoces? -pregunta Sebastián, mientras se acerca a Miranda.

Tan protector que la agarra por la cintura y la despega del hombre, supongo por si intenta hacerle algo. Este sonríe. Sebastián se le para de frente al hombre, está de más que le lleva una cabeza por encima. Separa en su pose habitual cuando quiere intimidar a alguien.

-Mucho gusto Daniel Arrieta- dice con sorna.

Le extiende su mano con una sonrisa de oreja a oreja. Al escuchar su nombre, no puede ser. Esto tiene que ser una broma de mal gusto. Me le acerco a Sebastián, le agarro el antebrazo para detener cualquier imprudencia. Su pecho comienza a subir y bajar desenfrenado, mientras su cara se va poniendo roja.

Esto es un pequeño extracto de lo próximo que vendrá. Todavía quedan cabos sueltos de esta historia. Que hay que resolver y en un capitulo o epilogo no se podia. Pronto les tengo noticias a un que supongo que ya se imaginan lo que es.

Publicado: Jueves 30 de noviembre de 2017

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