Termino de arreglarme para bajar a desayunar con María y Jacinto. Me miró una última vez al espejo para salir de la habitación. Extraño tanto a mi padre, a Miranda y a él. Estas paredes me recuerdan una y otra vez a mi madre todos los momentos felices y tristes que pasamos juntas. Saber que me tengo que desprender de ella para comenzar una nueva vida como ella me pidió antes de su fallecimiento. Te lo prometí y lo voy a cumplir mamita. Voy a estar cerca de mi padre y haré una vida en mi país. Siempre estarás en mi corazón, en mis pensamientos y recuerdo. Cada cosa que haga siempre te tendré presente. Suspiro para cortar el nudo que se me está formando en la garganta. Entro a la cocina donde me encuentro con María y Jacinto.-Buenos días- expreso. Me siento en la mesa con ella y el chofer. Recuerdo el día que los tome de sorpresa con mi llegada hace exactamente mes y medio. La cara de ellos parecía un poema. No se esperaba que regresara tan rápido. Se sirve un poco de jugo de manzana. A mi mente llega el nombre de Sebastián. ¿Qué habrá sido de él? Tengo que reconocer que quisiera de responder los mensajes de los últimos días que él me ha enviado. Tengo curiosidad de que él ha hecho con su vida. Si siguió como si nada hubiera pasado, como si no me hubiera conocido. Quisiera marcarle y escuchar su voz. Pero tengo que ser fuerte. Ya fueron suficientes las veces que perdí la voluntad y la fuerza por estar con él. El tacto de una mano tocando mi brazo hace que salga de mis pensamientos. Al levantar la vista de mi plato veo a María con su ceño arrugado.
-¿Qué tienes? -pregunta.
-Nada, me quede pensativa de algo que tengo que hacer- miento. Me limpio los labios y me levanto de la mesa con una sonrisa. No quiero preocuparlos con mis problemas. Agarro mi cartera y me voy directo a la cochera. Visualizo mi auto que Jacinto lo dejo listo para irme a la empresa. Lo enciendo, mientras calienta el automóvil aprovecho a ponerme el cinturón de seguridad y arranco saliendo de la propiedad. Mi teléfono suena y veo que es un mensaje de Sebastián en la pantalla del radio. Lo ignoro. No puedo responderte, ni quiero hacerlo. Tú no estás en mis prioridades. Tengo que hacértelo entender de algún modo. Tenemos distintas formas de pensar. Yo quiero algo serio. Tu solo quieres jugar. Yo quiero un compañero de vida, mientras que tú quieres una amante de turno. Me detengo frente a la empresa y me bajo con el carro encendido.
-Buenos días- expresa el joven que va a estacionar mi auto. Le regalo mi mejor sonrisa. Camino hacia los elevadores. Aquí no hay esa distinción para el personal administrativo que tienen ascensor propio. Todos subimos por los mismos. Entro en el primer ascensor disponible. Les sonrió a los empleados que suben conmigo. Espero que Roció esté en la oficina para ver si terminamos de firmar la consolidación de la empresa. Me urge regresar a casa de mi padre y estar con él y Miranda. Ya su barriga esta de seis meses.
-Buenos días, tengo que admitir que te queda bien ser la presidenta de la empresa- comento al entrar a mi oficina y encontró a Roció sentada en el escritorio revisando algún documento.
-Claro, desde que llegaste no has querido ocuparte de la presidencia pues todo ha tenido que recaer en mi persona- se queja. Le regalo mi mejor sonrisa. Me mira por encima de sus lentes y me entrega un documento.
-¿Qué es? -pregunto con curiosidad.
-Llego ayer en la tarde la consolidación de las empresas. Ya convoqué a las personas necesarias para que lo firmes y quede notariado- responde.
-Excelente- hojeo el documento las tres hojas. Por fin se resolvió el asunto de la consolidación, ahora el siguiente paso es dejar todo en orden para no preocuparme por esta empresa por un buen tiempo. Suspiro. Voy a extrañar todo esto cuando me radique en Los Ángeles. Voy a dejar una parte de mi vida. Si tuviera el poder necesario para traerme a mi padre, a Miranda y a Carmela lo haría sin pensarlo. Nada más saber que cuando regrese tendré que lidiar con Sebastián. No sé qué haré cuando lo vuelva a ver.
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Rendirte Jamás
Fiksi Remaja¡Detente! Segundo libro de la historia de !Prohibido!, la continuación de "¡Jugar con Fuego!", no comiences a leer esta historia si no has leído la anterior. Te habrás perdido detalles sumamente importante para poder entender "Rendirte Jamás". Est...