Sebastián POV
El agente coloca el micrófono en mi chaqueta de cuero. Lo prueba que funsione. Me entrega un reloj con localizado incluido para saber dónde estoy en cada momento. Me coloco la chaqueta.
-Regresa sano y salvo -Pide mi tía.
Me da un beso en la frente y me echa su bendición. Me abraza con fuerza y escucho su sollozo. Le limpio sus mejillas.
-Voy a regresar -la aliento.
Miro a Carmela que está echa un mar de lágrimas. Le doy un abrazo porque es parte de la familia. Le doy un beso en la frente. Gustavo se acerca y me da un abrazo.
-Cuídate -expresa.
-Lo haré hermano -digo.
Le doy un ultimo abrazo, miro hacia donde se encuentra Camilo sentado al final de la escalera con su mirada perdida en el suelo. Camino hasta él y me siento a su lado.
-La voy a traer sana y salga aun que me cueste la vida. No voy a dejar que la siga lastimando -confieso.
No dice nada, solo hace un asentamiento con su cabeza. Suspiro. Me levanto del escalón, agarro mi maleta para salir a encontrarme con Sandy. Al salir coloco la maleta en la parte trasera del auto. Enciendo el auto y arranco en cuestiones de segundos.
Prometo Camila que voy a sacarte de ese infierno que estas viviendo. No dejaré que nadie mas te lastime. Lo único que me preocupa es que no sé con que me voy a enfrentar. Estoy yendo a la guerra con las manos y pies atadas. Es muy frustrante. Le doy un manotazo al volante.
Llego al muelle y me estacionó en el lugar que me indico. Me bajo con la maleta en mano. Esperar a que lleguen. Una camioneta se estaciona a mi lado, para dentro no se puede ver nada ya que tiene cristales con tinte. La ventanilla se baja, me deja ver a Sandy con una sonrisa.
-Móntate -dice.
Hago lo que me ordena. Al entrar a la parte de atrás, hay un hombre con la mascara puesta y me apunta con un revolver. Hace una seña para que le entregue la maleta. Sin protestar se la paso. Seguida me coloca una funda en la cabeza.
¡Mierda!
Ahora ni siquiera se para donde me llevan. Tengo que concentrarme y memorizar los virajes. Tengo que distraerles al mismo tiempo. No puedo ser sumiso, ella me conoce. No soy un hombre de seguir las reglas.
-¿Dónde está Camila? -pregunto.
-Donde tiene que estar -responde sarcástica.
-Hablo enserio. Quedamos en que la dejarías libres, en cuanto me tuvieras -exijo.
-Que crees, soy la que lleva el timón del barco por lo que todo se hace a mi manera. Confórmate que no va a morir, pero ni loca la dejo cerca de ti. Esa va a hacer tu peor condena, saberla viva y no saber dónde está -expresa.
Hija de su buena madre.
Sin darme cuenta llegamos al lugar. ¿Cómo se que llegamos? Colocaron el freno manual del auto. Todas las puertas se abren menos la mía. Tengo que tener paciencia. Intento quitarme la capucha.
-Ni lo intentes -advierte Sandy.
Obedezco. Me agarran del antebrazo. Un hombre. No puedo zafarme y enfrentarla. No se cuantos hombres mas hay, y lo mas probable que armados.
Me quitan la capucha, estoy dentro de un almacén. Esta deteriorado y tiene humedad. Sandy hace un ruido, tronándose los dedos para que le preste atención.
-Vas hacer todo lo que te diga -hace una pausa- si no sabes que tu Camila pasara a mejor vida -advierte.
-Lo que tú digas -murmuro.
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Rendirte Jamás
Teen Fiction¡Detente! Segundo libro de la historia de !Prohibido!, la continuación de "¡Jugar con Fuego!", no comiences a leer esta historia si no has leído la anterior. Te habrás perdido detalles sumamente importante para poder entender "Rendirte Jamás". Est...