Aprendiendo a ser Romántico

Capítulo 1

¡Ok!, explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? – Fue lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y había decidido por lo tanto darse por vencida de lograr algo más que la amistad. Es que había pasado varios años tratando de que ese tonto se fijara en ella que ya viendo que el tiempo pasaba, prefirió dedicarse a conquistar chicos que la tenían en cuenta. Es que para Austin Moon, la pequeña hermana de su amigo no existía. Y hoy después de tanto llorar, y desde casi 3 años, se habían hecho amigos. Amigos a la fuerza.


Porque el noviazgo de Fabiola y Ryan, habían obligado a Austin a buscar nuevos horizontes referidos a la amistad, y como la ella estaba cerca, le fue fácil.

Ally era muy distinta a Faby, y a Ryan. Austin se encontró un día estudiándola y se dio cuenta de que tenía algo de los dos, más lo propio. De Faby tenía el buen gusto, la confianza y seguridad en sí misma, de Ryan el buen humor y la picardía, y cuando se enojaba, podía ver a la señora Sandy, su mamá, lanzándole un gran regaño.

Pero Ally tenía además algo especial, y era que entendía todas las penas que Austin tenía. Y más las penas de amor. Al joven le era fácil contarle lo que sentía, sus más profundos temores y deseos. Y ella era capaz de darle un consejo, apropiado para cada cosa. Es por eso que teniendo un problema con su amor, tan grande, decidió pedirle ayuda...

-Austin: Yo... no es tan malo lo que te pido Ally – Dijo algo nervioso – Es muy importante para mí.

-Ally: Pero Austin – Dijo ella y su piel estaba muy pálida – ¿En qué puedo ayudarte yo?, ¡No tengo idea de lo que quieres hacer!

- Austin: No es mucho pedir... - Sonrió – sólo te pido que me ayudes a ser más... romántico – ella torció los ojos.

-Ally: Sé lo que dijiste, lo que no entiendo es, ¿Por qué?, ¿Para qué?

- Austin: ¿Por qué?, Bueno es fácil, no se me da eso del romance, Ally. Yo trato de conquistar a una chica...

- Ally: Querrás decir a Jasmine – Dijo con algo de rabia.

- Austin: Si, a Jasmine, pero hago todo mal y quedo como un idiota.

- Ally: Pero Jasmine ya no está en la escuela Austin – Dijo en un tono desesperado.

- Austin: Lo sé, pero ella y yo nos mandamos e-mails, y a veces me resulta algo... difícil poner algo medianamente romántico, y yo... Quiero sorprenderla, hacerle ver que yo valgo la pena.

- Ally: Si ella se interesara en ti, te querría tal como eres, aún siendo un perfecto... Idiota... Como tú dices que eres.

- Austin: Bueno pero es que a algunas mujeres son más sensibles que otras.

-Ally: Querrás decir que Jasmine es una reventada que lo único que quiere es acostarse contigo y decir que es la novia del niño que todas aman.

– Austin: Y Jasmine quiere que yo cambie...

-Ally: ¿Por qué tienes que cambiar tú? – Lo miró arqueando una ceja – ¿Es que ella se cree tan perfecta para decirle a todo el mundo que cambie?

- Austin: Ally...

- Ally: No – puso su mano en el pecho del joven – Déjame terminar, si ella te quisiera, te aceptaría tal como eres Austin. Tú eres un chico excepcional – Se sonrojó un poco.

- Austin: Gracias, pero es que yo quiero hacerlo... yo noto que no sé cómo comportarme delante de una chica...

-Ally: Bueno... eso es cierto –Tuvo que admitir.

- Austin: ¿Me ayudas?

- Ally: Aún no respondiste la otra pregunta

- Austin: ¿Cuál?

- Ally: ¿Para qué quieres que te ayude a ser romántico?

- Austin: Ah... es que – Se puso rojo- Yo... me gusta... no, yo quiero a Jasmine – Ella lo miró – Y pues... he decidido declararle mi amor y decirle que sea mi novia...

- Ally: Ya es tu...

- Austin: No, esto es algo más formal... como un compromiso a largo plazo.

Si alguna vez Ally quiso que la tragara la tierra, ese preciso momento estaba presente. Trago saliva estaba con el ánimo por el piso.

- Ally: ¿Te le vas a declarar?. Es decir, ¿Comprometerse y todo? – Dijo en un hilo de voz - Él asintió sonriendo

–Ally: ¿Cuándo?

- Austin: El día de San Valentín...

-Ally: En dos semanas... - Susurró. Lo miró. Ya no era el niño interesado en el Fútbol ni en ser un total inmaduro. Austin estaba en el último año de Universidad... Y Jasmine estaba estudiando para abogada. La odiaba.

Ella pensaba que cuando Jasmine se fuera de la universidad tendría la oportunidad de conquistar a Austin, pero no contó con que esa arpía lo quería si o si, y estaba valiéndose de todo lo que estaba a su alcance para tenerlo agarrado de la nariz... - Yo... – Se levantó – No sé... que es lo que tienes en mente...

- Austin: Eso quiere decir que hay una posibilidad de que me ayudes... - Él se levantó con ella y la siguió. Ally trataba de tranquilizarse, lo estaba perdiendo, ya era un hecho. Él la seguía sin decir nada. De pronto ella se detuvo y lo miró.

- Ally: Yo, si tú me dices que quieres... puedo ayudarte... además no creo que yo pueda serte útil en algo. ¡Mírame yo, en cuanto a romances no soy toda una experta! – Rió nerviosa.

- Austin: Pero has tenido muchos novios... Y eres chica... Digo sabes que quieren las chicas de los chicos.

-Ally: Definitivamente si – Dijo suspirando – Bueno, ¿Qué tienes en mente?

- Austin: Estaba pensando... Que quiero declararme con todo – Ella lo miró sus ojos cafés, estaban llenos de alegría, tanto que apenas parecían quedarse en su lugar.

- Ally: ¿Declaración y beso?, ¿Cena, declaración y beso?

- Austin: ¿Se puede? – Dijo algo nervioso.

-Ally: Depende de ti...- Sonrió – Tienes muchas opciones... - Él la miró esperando que las dijera. – Bueno, está declaración y beso, nada espectacular, sólo tienes que decir las palabras adecuadas y el beso nada fuera de lo normal – Él sonrió. -También esta cena, declaración y beso. Es igual a lo anterior, pero tienes que poner mucho empeño en la cena...

- Austin: ¿Puede ayudarme, Ardillita? – Dijo con una sonrisa de niño chiquito.

- Ally: Bueno si... o ir al mejor restaurante de aquí... ... - Suspiró – después tienes cena, baile, declaración y beso – Él aplaudió contento – Y en eso te puedo asegurar que tienes mucho que aprender Moon. Bailando tienes dos pies izquierdos.

- Austin: Graciosa – Rieron – en verdad tienes razón... Bueno eso parece algo bueno, ¿no? Digo la última opción... pero si le agregamos algo más – dijo con una sonrisa pícara.

- Ally: Mira Austin – Dijo colorada – Yo solo puedo ayudarte con cena, baile, declaración y beso. Lo "demás" que estás pensando corre por tu cuenta, después de todo ella tiene demasiada experiencia en ese campo y yo... - Él la miró – no.

- Austin: Ok, ok ya entendí – La abrazó. Ella se dejó abrazar - Entonces tu me ayudas con lo primero y yo... me encargaré de lo último. ¿Cuándo empezamos?

- Ally: Yo... tengo que estudiar...

- Austin: Ally, tú no tienes mucho que estudiar.

- Ally: Está bien... Pero déjame decirte que antes de adentrarnos en lo esencial, deberás leer algunas cosas...

- Austin: ¿Qué cosas?, ¿Hay teorías para declararse, besarse y bailar? – Preguntó algo asustado

- Ally: No, bobo – Rió – Hay cosas que tienes que leer para que encuentres tu vena romántica.

- Austin: Que no sea nada de algún príncipe enamorado de alguna boba.

    No querido, de la boba te enamoraste tú- pensó y rió en su interior.

- Ally: Nada de eso – Le pellizcó la mejilla, haciendo que en la mejilla de Austin se pusiera un poco roja-.

- Austin: Está bien... - Dijo suspirando – Todo sea por amor – Miro su reloj – ¡Ardilla!, Debo ir a buscar a Ryan.

-Ally: ¿Dónde está?

- Austin: Eh... Yo... Creo que en la biblioteca...

- Ally: Vamos Ryan no iría a la biblioteca ni aunque le pagaran, ¿Dónde está?

- Austin: Con Faby... En la sala privada...

- Ally: Todavía no se le fueron las ganas de...

- Austin: Ally no lo sé, es que tú sabes... Cuando uno está enamorado.

- Ally: Si, entiendo, pero espero que los muy idiotas no me hagan tía antes de tiempo.

- Austin: Si, yo también – Le dio un beso en la mejilla – ¡Me voy!, Luego hablamos de nuestro trato -Se marchó corriendo. Ally quedó parada mirando cómo se alejaba.

- Ally: Bueno – Se encontró hablando sola – No era que no te lo esperabas – Sus ojos se aguaron un poco – Pero en verdad duele – Respiró profundamente y se limpió los ojos – Es la última lágrima que derramo por él, desde ahora en adelante... – Ya llegaba a la entrada – Te limitarás a ser su amiga y lo ayudarás con lo que te pidió. Y después a vivir la vida, después de todo... Él no es el último hombre de la tierra.

#BGFY