- Alejandra: Wow... si le dices eso, caerá a tus pies... ¡¡Romeo!!
- Austin: Cállate Ale – dijo colorado.
- Ale: Bien... cuando te acepte, ¿qué harás?
- Austin: Le daré un beso... y luego le voy a... - miró a Ricardo – bueno no viene al caso que lo cuente, ¿o si?
- Ale: ¡¡Si!! – dijo ella gruñendo.
- Austin: Bien...- suspiró – le daré un beso y le diré que no se arrepentirá de la decisión que ha tomado.
- Ricardo: Eres arrogante como tu padre – se burló
- Austin: Viene en los genes... – dijo pasándose la mano por el cabello. Ricardo sonrió.
- Ale: ¿Y si te dice que no?
- Austin: Me muero ahí mismo...
- Ale: ¡¡No!!
- Austin: ¿Por qué tendría que decirme que no? Somos compatibles... nos gustamos, nos entendemos bien... y cuando estamos solos... bueno, ¡¡tenemos mucha química!!
- Ale: Bien, ¡¡pero no alcanza sólo con "química"!!
- Austin: ¿Qué quieres, que me aviente a sus pies y le ruegue amor? – Bufó- si no me quiere, no me quiere, ¡¡entonces no vale la pena seguir insistiéndole!!
- Ale: Eso es lo que harás... si te dice que no... ¡¡insístele una vez, dos veces, tres!! ¡¡Tienes que hacerle ver que tu eres el indicado para ella!! No sé, apréndete un poema... una canción no vendría mal.
- Austin: ¡¡Canto como un perro!! ¿Crees que cantándole podré convencerla? ¡Dios!, me mandará lejos... ¡¡en cuanto ladre la primera estrofa!! – Ricardo rió con ganas, y Ale se sentó porque de la risa ya le estaba dando un calambre en el vientre.
- Ricardo: Si lo haces con amor, no te saldrá mal... ánimo Austin, ve pensando en positivo. Ve sintiendo que ella te dirá que si – Le dijo y le guiñó un ojo.
- Austin: Si, tienes razón...
- Ricardo: De todas maneras, si te dice que si, ¿le llevarás un regalo?
- Austin: ¿Eh?
- Ale: ¡¡Un regalo!! ¡¡Algo que al mirarlo recuerde ese momento!!
- Austin: ¿Qué puedo regalarle?
- Ale: Un anillo – dijo la mujer sonriendo.
- Ricardo: ¿Eso no la confundirá? Ella pensará que Austin la está pidiendo en matrimonio.
-Austin: No... Yo no quiero casarme aún...
- Ale: ¡¡No sean estúpidos!! – dijo chasqueando la lengua – Solo un anillo de amor... algo que recuerde que son novios...
- Ricardo: Mejor un colgante...
- Austin: Ya le regalé un collar de perlas para su cumpleaños...
- Ale: ¡¡Y a mi para mi cumpleaños me compraste una crema para las arrugas idiota!!
- Austin: ¡¡Perdón!!
- Ricardo: Mejor cómprale una pulsera... algo sencillo, pero bonito.
- Austin: Bien... eso me gusta... creo que me adelantaré... La cita es a las once y media... y luego almorzaremos con Ryan y Faby... - se levantó.
- Ale: Antes de irte saca el perro al jardín.
- Austin: ¡¡Pero hace frío!! ¡¡se congelará!! Míralo, pobrecito está tan calentito en su sitio, además es tan chiquito...
- Ale: ¡¡No me importa!! No quiero que ande vagabundeando por la sala...
- Austin: ¡¡Pero si lo saco llegaré tarde!!!
- Ricardo: Deja por esta vez yo lo saco – Dijo mirando al cachorrito acostado cerca de la chimenea, que babeada copiosamente la alfombra –Si crece mas, no sé a dónde lo pondremos... - suspiró.
- Austin: ¡¡Gracias Ricardo!! ... bien, me voy... ¡deséenme suerte!
- Ale: ¡¡Rómpete una pierna!! – dijo entusiasta. Los dos varones la miraron, sin entender.
- Austin: ¿Qué?
- Ale: ¡¡Así se desea suerte en las obras de teatro!!
- Austin: Ah... bueno – dijo torciendo los ojos – gracias.
- Ricardo: Adiós Austin, y por favor... ¡¡no lo arruines!!
- Austin: Descuida tío – sonrió – estoy conciente de que esta es mi última posibilidad... no lo arruinaré.
- Ricardo: Está decidido, ¿no? Dijo mirando hacia la puerta de la cocina, con nostalgia.
- Ale: ¡Cómo crecen tan rápido! – dijo con lágrimas en los ojos – apenas parecía ayer cuando fui a sacarlo de la casa de sus otros tíos. Era solo un mocoso huesudo, con esos pelos todos despeinados y...
- Ricardo: Oye...
- Ale: ¿Qué? – dijo suspirando y limpiándose sonoramente la nariz...
- Ricardo: Se te enfría el desayuno...
#BGFY
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Aprendiendo a ser Romántico
Random¡Ok! explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? - Fué lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y...