Dos días después.. Ryan lo despertó con un ánimo envidiable. Austin se enredó mas en las sábanas, dispuesto a seguir durmiendo. No tenía ganas de levantarse. Había pasado una mala noche, pensando en su loca debilidad. Después de varios intentos, Ryan solo atinó a tomar las sábanas y jalarlo con tanta fuerza que Austin rodó por el colchón y cayó de bruces al suelo, dándose tremendo golpe en la nariz. Con lágrimas en los ojos y despotricando contra su amigo, se fue al baño y pegando un portazo, se encerró para salir ya bañado al cabo de veinte minutos. Se vistió de mala manera, y bajó a desayunar. Allí lo esperaba su amigo, con una ansiedad que era anormal, más cuando Austin pudo comprobar que no había probado el desayuno. Raro en Ryan... Michelle le sirvió el desayuno y miró a su amigo. Ryan lo miraba divertido.
- Austin: ¿Tengo monos en la cara o qué? – dijo de mal humor. Ryan rió.
- Ryan: No monos... ¡¡pero tienes una nariz de payaso que espanta!! – Austin se miró en el reflejo de la cuchara y comprobó con pesar lo que su amigo le decía. Tenía la nariz colorada e hinchada.
- Austin: ¡¡Maldición Ryan Dawson!!
- Michelle: Austin no digas eso... – Michelle se acercó, con una crema en manos y le tomo del menton – ¡¡caray está horrible!!
- Austin: Cuando te agarre Ryan... – dijo en una voz nasal- ¡¡Te aseguro que tener una nariz hinchada sería sexy en tu cara!!
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Michelle: - le puso la crema- ya está cariño... no tendrás problemas al hacer la entrevista en unas 2 horas. te ira...- Austin: ¿La entrevista?- Preguntó sin entender.
- Ryan: Vamos Austino – dijo frotándose nervioso las manos – ¿acaso no te acuerdas que día es hoy? – él lo miro y negó – ¡¡es día de entrevistas!!
- Austin: ¿Si? – dijo desganado.
- Ryan: Las entrevistas... ¡¡las rigurosas entrevistas para ver que trabajar!!
- Austin: ¡¡Mierda!! – dijo en voz baja. Se lamentó tener que andar como alma en pena. No había podido ensayar un discurso de aceptación... de seguro ponían en su legajo de admisión tres cruces rojas y lo mandaban a la m... - lo había olvidado.
- Ryan: Bueno... pero gracias a Dios yo no. Tenemos tiempo de sobra... ¡¡lo importante es dar una buena impresión!!
- Austin: Entonces tú estás muerto – dijo y sonrió burlón – ¡¡ya no tienes a Faby para que te dé ánimos...!!
- Ryan: No te burles... y será mejor que no vuelvas a molestarme... aun puedo amenazarte con algo que no tienes idea.
- Austin: ¿Ah si? ¿Y con qué puedes amenazarme? – dijo envalentonado. Ryan miró a su madre, que estaba distraída lavando unas ollas y se acercó mirando a Austin con rabia.
- Ryan: Puedo... – dijo en un susurro, que solo Austin escuchaba – puedo decirles a mis hermanos... - lo miró serio – que hacías con mi hermanita en el cuarto de enrique... – Austin se atragantó con la tostada. Michelle se acercó rápidamente y le dio un golpe en la espalda, que a Austin se le antojó de una violencia inusitada – Te puedo asegurar que el golpe de mamá no será nada comparado con la tunda de Diego... o de los gemelos
- Austin: ¿Qué sabes? – preguntó nervioso.
- Ryan: Todo – se levantó sonriendo – absolutamente todo...Así que más te vale que no vuelvas a joderme con Faby... porque eres historia – se fue a su cuarto. Austin se sintió una porquería. Ryan lo supo siempre... y nunca le pidió explicaciones. Se sintió asqueado y dejó de comer.
- Michelle: ¿Austin vas a cambiarte?
- Austin: No... ya estoy listo. Esperaré a Ryan en el jardín...
El sitio donde se encontraba el lugar de las entrevistas era para Austin tan desconocido como su pasado familiar. Ryan que conocía el sitio exacto, había tomado a Austin y sin decirle nada fueron rumbo al lugar... Dentro, la gente revisaba los estantes como si nada, mientras Ryan y Austin pasaban por los pasillos hasta el final de salón. Allí se encontraba un ascensor, con un cartel que decía "Solo personal autorizado" Tocó el botón para abrir la puerta y este se encendió al solo contacto del dedo de Ryan. Las puertas se abrieron y los dos entraron. Todavía no se hablaban. Al menos Austin no quería hacerlo, para no despertar la furia en su amigo. No podía llegar a su entrevista con la cara como camote. Porque seguro que si forzaba una conversación acerca de su relación con Ally, Ryan lo dejaría de esa manera. Ryan lo miraba de reojo. Estaba esperando la explicación de Austin, pero sabiendo del temor de su amigo, solo optaba por disfrutar de esa situación. Una vez que el elevador comenzó a subir, Cuando las puertas se abrieron, se encontraron con un espacioso lugar, de paredes blancas, con sendas macetas de plantas exóticas, que seguramente Jason conocería a la perfección. Recorrieron el pasillo, donde encontraron jóvenes y adultos, que se dirigían a diferentes lugares, con prisa y se dirigieron a la mesa de entrada a un costado. En ella había una muchacha rubia, muy bonita, que llenaba unos formularios.
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Aprendiendo a ser Romántico
Random¡Ok! explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? - Fué lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y...