Ally se levantó temprano ese día dispuesta a olvidarse de lo pasado la tarde anterior y empezar de cero. Peinó su larga cabellera y la ató en una colita alta. Tomó sus libros y los metió rápidamente en su mochila y bajó hacia el comedor. El día sería demasiado movido. Tenía clases, hasta la tarde, ni un momento libre, entrenamiento de tennis y por la noche, la actividad que más la entusiasmaba, convertirse en profesora de baile de un completo patadura. Sonrió. Entrando por las puertas del gran comedor, levantó la vista y vió como Austin la saludaba sonriendo y le hacía un espacio entre él y su hermano, que no tenía cara de haber dormido bien. Se sentó sin decir nada. Austin se había bañado, y aún con el pelo húmedo, tenía esa expresión de perrito mojado. La miraba, Ally tenía tantas ganas de pasar sus dedos por ese cabello. Suspiró mentalmente, luego tomó su jugo y se dispuso a servirse el desayuno, sin mostrar signos de que él la alteraba considerablemente. Por el pasillo llegó Faby, con un gran libro bajo el brazo. Saludó a todos y se sentó frente a su novio, que miraba distraído para la mesa de los profesores, sin percatarse de la mirada triste de su novia. La castaña miró a Ally que se encogió de hombros. Austin le guiñó el ojo y sonrió. La muchacha le devolvió el saludo, y comenzó a desayunar también callada. Austin se movió incómodo. La verdad que ese silencio lo estaba cansando.
- Austin: ¿Murió alguien y yo no me he enterado? – los tres amigos lo miraron sin entender – sólo así podré comprender el por qué de esas caras y su silencio.
-Faby: Austin… yo…
- Ryan: ¿Por qué no le dices por que no te hablo… cariño? – dijo molesto
- Ally: ¿Por qué no se lo dices tu? ¡calenturiento! – movía la cuchara llena de leche al aire y violentamente
- Austin: ¿Qué sucedió? – Ryan y Faby se pusieron rojos
- Ally: Faby tenía que hablar conmigo anoche y no pudo ayudar a Ryan, “con las rondas, por la escuela” – dijo poniendo énfasis a esa frase, Austin entendió e hizo una mueca burlona.
- Austin: Así que por eso entraste con ese humor… - sonrió.
-Ryan: ¡Cállate Austin!
- Ally: ¡No te enojes! necesitaba hablar con Faby de… - miró a la castaña que no decía nada.
- Ryan: ¿De qué tenías que hablar con ella? ¿no podías recurrir a tu nuevo amigo? – Austin lo miró alarmado – después de todo, con él hablas ¡hasta de sexo!
- Ally: ¿De qué estás hablando? – preguntó ya furiosa – ¿Y de qué diablos hablas tu de mi, con mi hermano? – dijo mirando a Austin
- Austin: Yo no dije nada cielo – dijo y se puso rojo, Ally no se dió cuenta del trato cariñoso que él le dio, porque estaba demasiado enfurecida – tu hermano que es un mal pensado…
- Ally: Y tu, ¿qué piensas que hablo con Austin?
- Ryan: Después de todo a él le cuentas de tus experiencias… perdón debo decir de tus ¿inexperiencias sexuales? – y bajó la voz porque no quería que nadie escuchara.
-Austin: Idiota! – dijo y pudieron hablar tranquilos, aunque viendo la cara de rabia que Ally tenia eso no sucedería.
- Ally: No tengo por qué darte explicaciones…- miró a Austin - y tu…
- Austin: Yo sólo le dije que tu me ayudarías a ser… bueno tu sabes… tu hermano sacó una conclusión errada. Sabes como es este imbécil Ally tratándose de ti… - torció los ojos.
- Faby: ¡Claro a ella la cuidas! –y miraba a Ryan con rabia – pero a mi… de mi no te preocupa el qué dirán.
-Ryan: ¡No es cierto!
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Aprendiendo a ser Romántico
De Todo¡Ok! explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? - Fué lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y...