Capítulo 70

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Cada uno de los jóvenes que estaba en la fila, fueron entrando a la oficina. Había pocas chicas, la mayoría eran hombres, algunos habían estado con ellos en la universidad, como Michael, un ex-novio de Ally, Fabio, y otros más, a los que no conocía de nombre, pero a quienes de vez en cuando había dirigido unas palabras, mientras estaba en la universidad, y de los que estaba seguro no habían sido novios de Ally, para su satisfacción. Los demás eran chicos más grandes que ellos, que habían fallado el curso anterior y que trataban de tener otra oportunidad. También había jóvenes de otros lugares... La fila se fue haciendo pequeña, hasta que solo quedó Austin en ella. La muchacha rubia de la mesa de entrada, se paseó una o dos veces por el piso, pero él trató de evitar cualquier trato con ella poniendo su vista en los papeles y simulando concentración. Cuando Ryan salió... estaba visiblemente contento. Lo palmeó en la espalda y le dijo que era su turno. Austin tragó saliva, pero con paso decidido entró a la oficina. El viejo Manuel se encontraba haciendo dos pilas con los formularios de los aspirantes. Una era visiblemente alta, la otra no tanto. En la pila pequeña descansaba una carpeta con el nombre de Ryan. Austin sintió un escalofrío. Si su amigo fallaba... Manuel escribía.. pero sus ojos miraban a Austin detenidamente. Esto molestaba al chico demasiado.

- Manuel: Pensé que no te tendría por aquí.

- Austin: Usted sabía cual era mi sueño... - contestó. No tenía miedo pero estaba nervioso. Sabía que tenía que parecer medianamente despierto... como decía la persona que tenía en frente "en alerta permanente" pues, las preguntas podían ser capciosas, y eso le pondría puntos en contra a su prueba.

- Manuel: Esto no se trata de un sueño... son carreras- dijo cortante- Aquí estás por convicción, ¡¡no para cumplir un sueño!!

- Austin: ¿Eso es parte del sueño no? – contestó más seguro que nunca. Manuel lo miró – Soñé con estar aquí eligiendo mi futuro... y a medida que pasó el tiempo fue tornándose una convicción. De cualquier manera estoy aquí.

- Manuel: ¡Buena respuesta Austin! – sonrió– Dame tu formulario – Austin se lo entregó. Estuvieron en silencio unos minutos, durante los cuales Manuel leyó el contenido de los papeles. – Bien... tengo aquí tus notas de la universidad y veo que has salido bien en todas las materias necesarias para cursar la carrera.

- Austin: Le dije que esto era por convicción – recalcó – Incluso mi presentación ha sido buena, cosa que no creo que...

- Manuel: Si te dieran a elegir entre ser feliz y perseguir a una persona alrededor del mundo... alguien peligroso... ¿que harías?

- Austin: Perseguir a la persona sin ninguna duda – dijo seguro, y en su mente surgió la cara de Octavio.

- Manuel: Aún sabiendo que si lo haces, podrías perder a la persona mas importante, ¿y con ello tu felicidad? – Austin lo pensó un segundo.

- Austin: Aún así...

- Manuel: ¿Por qué?

-Austin: Pues primero, mi deber como individuo es lograr el bienestar de los demás – Manuel lo miró – Después, si tuviera alguien que me importara y que yo le importara a ella, sabría que no sería feliz si ese desgraciado estuviera libre, haciendo quien sabe qué. Y si a ella le importo... de seguro sabrá esperarme.

- Manuel: ¿Sabes a lo que te expones en esta carrera?

- Austin: ¿A lo que me he expuesto desde que nací? –Manuel sonrió.

- Manuel: ¡¡Estás hecho de buena madera Austin!!

- Austin: Solo me he acostumbrado a vivir mi vida al filo del peligro... usted lo sabe bien, no sería Austin Moon... si no estuviera defendiendo lo que considero justo...

Aprendiendo a ser RománticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora