Capítulo 4

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- Ally: Bueno, ¿no tienes algo más que decirme? – se miraron mutuamente y ella volvió a sonreir. Austin la miró nervioso
- Austin: Bueno… - miró hacia sus amigos que lo observaban raro – Bueno… estas muy bonita hoy Ally… – dijo algo nervioso
-Ally: ¡Uy! – dijo ella enderezándose – ¡suenas tan convencido! – Fabiola rió.
-Austin: Es que… es demasiado difícil decirlo frente a tu hermano, que me mira como si quisiera matarme, linda – dijo medio nervioso, Ally sonrió cariñosamente y le acarició la cara suavemente
-Ally: Perdón– le dió un besito cerca de los labios. A estas alturas Austin estaba muy confundido…- Yo te entiendo, ¿tienes algo para mi?
- Austin: Yo… bueno… escogí un poema… ¡que te pinta de cuerpo entero!
- Ally: ¿Eh? – los amigos rieron – ¿Que me pinta de cuerpo entero? ¿Esa es tu idea de frase romántica…? Umm…Austin, ya te vas ganando un cero…
- Austin: ¡Espera! Escúchalo y verás…. – suspiro y se acomodó en el árbol. Ally aprovechó la oportunidad para tomarlo de la cintura y acercar su cara a Austin, que estaba algo nervioso por la cercanía de la muchacha.
- Ally: Soy toda oídos…
- Austin: Bueno, ahí te va… ¡ardillita! - Ally soltó una carcajada
- Ally: ¿De dónde sacaste eso de ardillita?
-Austin: Bueno… es que tu pelo… es del color de… olvídalo.
- Ally: ¡Me gusto mucho! – le dio otro beso en la mejilla.
-Austin: ¡Ay!… bien…- respiro profundo – Este va elegido pensando en ti –Ryan rió, y él casi lo mata con la mirada
*Yo me he asomado
a las profundas simas
de la tierra y del cielo
y les he visto el fin con los ojos
o con el pensamiento.
De un corazón llegué al abismo,
y me incliné por verlo,
y mi alma y mis ojos se turbaron:
¡Tan hondo era y tan negro!*
Fabiola no supo si reír o llorar, y lo que hizo segundos después de oírlo, fue reír hasta llorar. Austin, que según él había escogido el mejor verso de amor, sonreía complacido. Ryan, se rascaba la cabeza, tratando de entender qué quiso decir con eso… Y Ally… respiraba entrecortado. Después de varios segundos en silencio, se enderezó, alejándose de Austin y se levantó. El la miró tratando de encontrar la preciosa sonrisa con que lo había recibido, pero vió en la muchacha un rostro serio, comenzó a caminar para alejarse de ahí. Se levantó rápidamente y la siguió, Ryan y Fabiola, hicieron lo mismo.

- Austin: Ally… - trataba de detenerla – Ally, espera… Por favor Ally, dime ¿qué te ha parecido mi poema?

- Ally: ¿Lo elegiste pensando en mi? – él asintió nervioso – Es lo peor que me podían haber dicho en mi vida…

- Austin: Yo no entiendo… tu me dijiste que te leyera un poema de amor…

- Ally: ¿De dónde sacaste el poema?, ¿Eh?

-Austin: Del libro de… ese… de…el libro de cuero…

- Ally: ¡Los dos son de cuero! – Gritó enojada – ¿De cuál?

-Austin: Del libro ese de las rimas…

- Ally: ¡De Cohelo!

- Austin: ¡Ah, si!- dijo convencido – bueno, todos son…

- Ally: ¡NO! – gritó – ¡ERES UN MENSO! Me has dicho que soy siniestra y oscura, que en el fondo de mi corazón yo soy, por decirlo de algún modo que lo entiendas, ¡una porquería! ¿Eso es tu idea de poema de amor?

- Austin: ¡Pero lo saque del libro! – dijo rascándose la cabeza – No se supone que…

- Ally: ¿Que todos los poemas son de amor? – él asintió – No te ayudaré Austin, lo siento.

- Austin: ¡NO! Por favor Ally tienes que hacerlo ¿por qué? ¡si hice lo que me dijiste!

- Ally: ¡NO! Elegiste un poema al azar y ni te detuviste a leerlo como corresponde…

- Austin: ¡Fue culpa de Ryan! – dijo señalando a su amigo como un compañerito de escuela que se portó mal

- Ryan: ¡Epaa! ¡no me metas en tus bobadas, bro!!

Aprendiendo a ser RománticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora