Durante los días que siguieron a la llegada de noticias, Austin casi no se movió de su cuarto. Si antes del email, se había transformado en un ser taciturno, ahora, era algo parecido a un monstruo. Su presencia casi pasaba desapercibida. Por la mañana solo salía a sentarse bajo el árbol, cerca de la alberca, acompañado por Vader. Se pasaba ahí toda la mañana y parte de la tarde. Ryan estaba preocupado. Su amigo no se parecía en nada al Austin que conocía. Ryan trataba de sacarlo de ese pozo, pero no había caso. Austin no quería salir de ahí. En vano fueron los intentos de los gemelos, de llevarlos a disfrutar de los antros y de todos esos lugares.. pero a Austin eso no le importaba. Para el nada de eso servía .. y lo de la compañía femenina, estaba bastante claro que la única compañía que él necesitaba, estaba lejos.... Más precisamente en Francia.
Michelle, lo encontró una tarde, sentado frente a la casa, mirando hacia el jardín, y suspirando como un alma en pena. Esta situación, antes le habría dado gracia, pero con el correr de los días, y observando el comportamiento de Austin, la mujer había optado por sentir pena y ternura hacia el muchacho. Se acercó lentamente, y se sentó.. Él no pareció darse cuenta de su presencia, hasta que ella suspiro fuerte. Austin la miró y Michelle sonrió.- Michelle: Creo que va llover Austin... – dijo mirando las gruesas nubes grises que se asomaban detrás de unos cipreses. Austin por supuesto, de las nubes ni enterado.
- Austin: ¿Qué?
- Michelle: Eso es lo que ves, tan pensativo ¿no? – Austin la miró como si frente a él, estuviera Barney, cantando un sonsonete sin sentido.
- Austin: Umm – Solo respondió. Michele sonrió.
- Michelle: Es lo que pensé... - dijo ella serena.
- Austin: Señora Michelle... no sé de que me está hablando...
- Michelle: ¡Ya lo sé! – dijo sonriendo – Nadie de tu edad se pasa horas mirando una estúpida nube, ¡¡pretendiendo saber cuando va a llover!!
- Austin: ¿Usted lo hace?
- Michelle: ¡No!
- Austin: ¿Alguna vez lo hizo?
- Michelle: ¡No!
- Austin: ¿Entonces por qué me lo pregunta?
- Michelle: ¡¡Pues para saber si aún respiras!! – él se puso rojo.
- Austin: Yo... no me he dado cuenta...
- Michelle: ¿Qué te sucede Austin? ¿Te preocupa algo? – Preguntó acercándose y acariciando su cabeza. A Austin este gesto le pareció demasiado, pero no quiso ser grosero. Sabía que ella lo hacía sin darse cuenta.
- Austin: No... - dijo dubitativo – en realidad si – dijo después de pensarlo – Me preocupa que haré después que pase el verano... – mintió. Últimamente le salía tan bien– Es decir... el trabajo, donde viviré...
- Michelle: Pero, ¿no vives con Ricardo?
- Austin: ¡¡No puedo quedarme a molestar ahí de por vida!! Ellos necesitan compartir su tiempo sin nadie que los interrumpa... yo soy mayor, y aunque no lo parezca, estorbo – sonrió.
- Michelle: Puedes quedarte aquí si lo deseas... siempre habrá un lugar en esta casa para ti...
- Austin: Gracias señora, pero no creo... - suspiró – usted necesita su intimidad...
- Michelle: ¡¡Austin!!
- Austin: No me malinterprete – dijo tratando de no sonar atrevido – digo... es que está Ryan, y Ally... que bueno, si bien ella irá a la universidad de vuelta, necesita tener su espacio.... Y yo la molestaría... – suspiró – no creo que sea conveniente estar aquí...
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Aprendiendo a ser Romántico
Random¡Ok! explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? - Fué lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y...