Capítulo 62

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La Casa de los Dawson estaba vacía esa mañana cuando Ally despertó. Faby estaba en su casa, con sus padres, y Ryan dormía hasta tarde. Ally se levantó sin muchas ganas... hacia dos días que se habían despedido y ya lo extrañaba horrores. No tenia idea como podía quererlo tanto... amarlo así. Pero a pesar de que todas las noches se ponía empeño en hacerse la indiferente y tratarlo como si no lo amara, y más que todo fingir que no lo amaba ante su familia... eso no podía. ¡¡No quería hacerlo!! Tenía planes... estar con él, ser feliz, vivir junto al chico que había elegido. Al que se había entregado.... Quería convencerse de que Ryan le había dado un dato preciso, pero Austin cada vez que movía un músculo la hacía dudar... Cuando se despedían, pensó que Austin se le declararía con todo, Pero él, no lo pensó dos veces y se fue con la desgraciada de Jasmine. Se limpió las lagrimas que se empeñaban en salir y hacerla ver débil, y vulnerable. Caminó hacia el tocador. Se miró al espejo, para comprobar sus sospechas. Se despertó sintiendo que sus ojos salían de las órbitas y un ardor, producto de tanto llorar le impedían ver con claridad. Eso unido a las nuevas lágrimas. Fijó la vista en el espejo y se vio. La cara pálida, los ojos rojos e hinchados... "Diablos" murmuró para si misma... Faby, ¡¡¿donde estás cuando te necesito?!!""¿Como podré disimular? Mi madre no come vidrio..." La puerta se abrió de repente. Michelle entraba con un canasto en los brazos, lleno de ropa. Ally bajó la vista y trató de no mirarla, pero solo hizo que su madre se fijara mas en ella, descubriendo lo que la chica trataba de ocultar. Su dolor. La madre dejó el canasto en el suelo y se acercó a la chica. Mirándola a través del espejo, le despejó el rostro, corriendo hacia la espalda la lacia cabellera, y tomándole el mentón, le puso maquillaje y unas gotas, y los ojos de Ally volvieron a la normalidad. Michelle sonrió tímidamente y le dio un beso a su hija en la frente. Ally sonrió. Su madre solo murmuro "ya está listo el desayuno" y sin decir mas, la dejó sola en el cuarto.
No bajó rápidamente. Se tomó su tiempo. Pensaba que su madre estaría en la cocina y que indefectiblemente había llegado la hora de hablar. Bajó las escaleras, para sólo suspirar aliviada. Ryan estaba sentado en la mesa, con su eterna cara de dormido y bostezando como un tremendo hipopótamo. Él la salvaría de las preguntas inquisidoras de su madre. Llegó a la cocina y saludó. Se sentó al lado de Ryan. Al verlo de cerca lo vio algo deprimido.... De seguro extrañaba a Faby... Que estuviera separados mas de dos días era un tremendo sacrificio para él, si Ally tenía en cuenta que en la universidad no se separaban mas que para dormir en sus dormitorios.... corrigió, en la universidad no se separaban nunca...

- Ally: Buenos días Ryan – dijo serena.

- Ryan: Mmm- sólo contestó su hermano.

- Ally: ¿Ya desayunaste?

- Michelle: Tu hermano ha decidido hacer huelga de hambre... - dijo sonriendo

- Ryan: ¡Mamá! – dijo él, algo cohibido – ¡deja de decir eso!

- Michelle: ¡Es verdad! – risas de las mujeres – Ha dejado de existir hasta que venga Faby.

- Ally: ¿Es verdad? – le dijo, él bufó y su hermana le dio un abrazo– no te preocupes... ella llegará pronto – él sonrió.

- Michelle: ¿Desayunas linda?

- Ally: Claro... - la madre le trajo la taza de té, con bollos y tortitas de limón – Gracias mamá.

- Michelle: Debemos hablar... - dijo seria– tu padre está algo preocupado contigo...

- Ally: ¿Si? – dijo ella tratando de meterse en la taza. No supo por qué, esa frase no le gustó.

- Michelle: Ese novio tuyo... - "Ah, era por eso..." pensó.

- Ally: Andrés – Ryan rió.

- Michelle: Si... verás es que... no es lo que nosotros esperábamos... - carraspeó mirando el piso. Ally le hizo una fugaz mirada a su hermano. Este se encogió de hombros, dándole a entender que no sabía nada.

Aprendiendo a ser RománticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora