PUEDEN ODIAR A AUSTIN TODO LO QUE QUIERAN.
Ally: ¿Irás a buscar a Octavio? – la miró. Se entendían a la perfección. No hacía falta que hablaran. Ella sabía todo respecto a su vida, sin siquiera decirlo. En cambio Jasmine... - no me mires así... - se acomodó la frazada – Supuse que querrías hacerlo– miró hacia el fuego crepitante de la chimenea, y luego suspiró - No serías tu, si lo dejaras libre y disfrutando, siendo que él es culpable de la muerte de tus padres... - lo miró – y habiéndote librado de Carlos... ¿es lo ultimo para cerrar tu pasado no?
- Austin: Yo... – trataba de decir algo, que lo sacara de ese embobamiento que le ocasionaba la chica que estaba a su lado.
- Ally: No importa... entiendo que pienses que no sé defenderme... y que creen que soy una niñita pero recuerda que no lo soy... – lo miró y sonrió – Nadie me dirá que hacer
- Austin: Pues... no te pido que no nos acompañes, porque pienso que no sabes defenderte – la miró –No te lo pido porque sé que a Ryan no le gustaría... eres pequeña para todos, y tus padres no te dejarían abandonar los estudios... ¡aparte tus hermanos me matarían si te pasara algo! - sonrió él – Así que...
- Ally: Si... pues... así es...
- Austin: Mira...- se acercó- estoy muy agradecido por tener tu amistad... - Ella sonrió triste – Y déjame decirte que esto que has hecho conmigo, no me alcanzará la vida para agradecértelo.
- Ally: Vamos... no seas tan exagerado... sólo hice lo que cualquier amiga haría por alguien...
- Austin: No – se acercó más. Ella lo miraba a los ojos – realmente me has abierto los ojos ante la vida Ally...
- Ally: ¿Eh?
-Austin: Quiero decir... me has mostrado un mundo tan distinto al que vivía... me has mostrado que las palabras... tienen un significado tan grande si sabes como emplearlas... - le acariciaba el cabello húmedo – y... - besó un mechón que caía por su rostro – quiero agradecértelo como corresponde – **¡¡Ay!! ¡¡Que me bese, que me bese!!** Pensaba ella – El vendedor dijo que se verían lindos en ti... y cuando los vi... estuve de acuerdo.
- Ally: Que... es... - él le puso un dedo en su boca. Tembló, al notar los labios fríos debajo de sus dedos, y deseó calentarlos con los suyos.... No había duda... la deseaba, y la noche lluviosa no ayudaba a que cambiara de opinión.
- Austin: No... espera y verás... - sacó un estuche de cuero y se lo ofreció. Ella lo tomó con sus dedos temblorosos y los abrió.
- Ally: Austin... ¡¡son hermosos!! ¿Cómo sabías que quería esos aros?
- Austin: Bueno... Franklin me ayudó! Además dijiste que habías querido tener unos así...- sonrió – ¡¡póntelos!! – Ella rápidamente los quitó del estuche y se los puso, pasó su cabello por detrás de las orejas y lo miró.
- Ally: ¿Y? ¿qué tal me quedan? – él le acarició el lóbulo de las orejas tímidamente. Ella sintió un calor que le invadía el cuerpo.
- Austin: Están hechos para ti... - susurró
-Ally: ¡¡Gracias Austin!! – lo abrazó. El la apretó hacia su cuerpo y la tiró en la alfombra, quedando encima del cuerpo de la joven. Ella lo miró nerviosa – ¿Qué haces?
- Austin: No puedo... -la besó – no puedo evitar desearte como lo estoy haciendo ahora... – la besó nuevamente y ella se dejó besar. Instintivamente pasó sus brazos por el cuello y le acarició el cabello. Él la besaba con pasión... como sintiendo que sería la última vez que pudiera hacerlo. Mientras las manos de Austin acariciaban desesperadamente su cuerpo.
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Aprendiendo a ser Romántico
Random¡Ok! explícame nuevamente como si tuviera 5 años...- respiró - ¿Quieres que haga qué? - Fué lo primero que dijo Ally al escuchar a su amigo. Desde hacía varios años había logrado vencer la timidez y el sonrojo que le ocasionaba estar frente a él, y...